Skip to content Skip to footer

Menos likes, más miradas: experiencias para volver al cara a cara

En tiempos de scroll infinito, estos encuentros invitan a pausar, salir de la rutina y conectar con otros desde lo simple y lo real. Creaciones con cerámica, encuentros con vino, lecturas colectivas, social running y otras formas de vivir el presente con una excusa perfecta.

A veces, lo que necesitamos no es más tiempo, sino darle otro valor al que ya tenemos. Alejarnos un rato de la rutina, de las pantallas, y acercarnos a lo que de verdad nos hace bien: una charla, una práctica compartida, una actividad que despierte nuestra atención y nos conecte con los demás.  La mayoría de estos encuentros son así: planes de una sola vez, para ir a ver qué onda. Aunque, si te termina gustando, podés volver. Lo lindo es que no hace falta saber nada, ni comprometerse con la actividad a largo plazo. 

Son prácticas que llaman al encuentro, que nos invitan a sostener un libro, un pincel, una cuchara, o simplemente una conversación. Espacios para perderle el miedo a lo nuevo, para conocernos desde lo simple y lo auténtico, y para darle valor al vínculo y al momento presente. Solo hace falta ganas de hacer algo distinto, de cruzarse con gente nueva, charlar, compartir una mesa, un libro, una merienda o un vinito.

Pinceles y café: ir a Margarita a decorar una pieza de cerámica

En el Bombal (Juan B. Justo 354, Godoy Cruz) se esconde un plan perfecto para cuando tenés ganas de hacer algo distinto, creativo, con ese amigo que siempre te dice que sí. En Margarita café, junto con el taller de cerámica Vibraré, podés elegir una pieza ya hecha —tazas, jarrones, portamacetas… ¡hasta un pingüino para servir vino!— y sentarte tranquilo a pintarla mientras te traen una buena merienda.

Te dan lo necesario para llevar a cabo la tarea: pinceles, pinturas, y el espacio para que te relajes, charles y dejes volar la imaginación. Después la pieza se esmalta y, en 20 días la pasás a buscar, lista para ser usada. Si amás pintar, te va a encantar. Y si sentís que no es lo tuyo (me sumo a ese team), igual andá: con ganas de hacer algo creativo alcanza. Nada que una foto en Pinterest para inspirarte no pueda solucionar.

Compartir lo leído: Club de Lectura en Antu

Una tarde de café y libros, de esas que te invitan a desconectar y compartir algo íntimo: lo que te dejó una historia. En Antü, cada encuentro del club de lectura gira en torno a eso: leíste un libro, te emocionó, te molestó, te hizo pensar… y ahora tenés con quién charlarlo. Todos están en la misma, nadie sabe más que nadie: se trata de intercambiar ideas y escuchar otras miradas.

La encargada de guiar la conversación es Silvia Lauriente, quien una vez por mes propone el próximo libro. Suele elegirlo en relación a alguna fecha significativa del mes siguiente (así que atentos a las redes). El encuentro se hace primero en la librería de La Barraca (Las Cañas 1833, Guaymallén) y después se replica en su espacio de Barrio Chino (Monte Líbano 1068, Chacras de Coria). Dura unas dos horitas y alcanza para hablar del libro, compartir opiniones y, si te copa la dinámica, ya te podés llevar el título del próximo encuentro para arrancar con tiempo.

Encuentros de cocina con Vero Cooks en el taller de Ana Simonatto

Una vez por mes, en Aguinaga 1436 de Chacras, se arma un plan distinto: aprender a cocinar, compartir una tarde linda y probar todo lo que se preparó. El espacio lo pone Ana Simionato, artista y ceramista, que abre su taller —un multiespacio donde también hay clases, una tiendita con objetos de autor y el café Paloma Bakery— para darle vida a un ciclo de cocina junto a la chef Vero Martin, más conocida como Vero Cooks.

Cada encuentro tiene una temática distinta: puede ser una tarde de té, un after office con picoteo, o lo que surja según la temporada. Vero cocina en vivo junto a los participantes, comparte cuatro recetas y al final, da paso a la degustación de cada plato. Además, cada persona se lleva un recetario impreso y disfruta la experiencia con la vajilla de cerámica de Ana (que, de paso, tiene descuento especial ese día).

Spanglish Night en Believe Irish Pub

Todos los miércoles a partir de las 20 hs., en pleno centro de Mendoza, hay un plan que mezcla birra, idiomas y buena onda. En “el Irish” (Av. Colón 241,Capital), un pub estilo irlandés que ya es un clásico para locales y turistas, se arma una Spanglish Night. Acá la excusa es practicar inglés y español… pero lo que realmente pasa es que conocés gente nueva, charlás sin vergüenza y te sentís parte de esta pequeña comunidad.

Turistas, extranjeros que están viviendo en la provincia y mendocinos se juntan en un ambiente relajado a compartir mesa y conversación. No hay reglas estrictas, ni profesores: es simplemente sentarte a hablar con alguien que quiere lo mismo que vos —pasarla bien, conectar y, de paso, sacarle el polvo al idioma. Es un plan fijo de todos los miércoles y no tiene costo, solo se paga lo que consumís.  

Desenchufate: creatividad y vinito en mano

Una vez al mes, dos amigas —Martina Pérez Delgado y Victoria Previtera— arman este ciclo de encuentros para que te tomes un recreo de la rutina y los horarios y le des rienda suelta a lo creativo. Desenchufate es eso: un lugar que invita a sentarte en un mesón con desconocidos que están en la misma que vos, listos para charlar, compartir y crear algo con las manos. 

Cada edición cambia de lugar y de propuesta. Ya hicieron collages con revistas y papeles de colores, con café en mano o copa de vino incluida (dependiendo del mood del encuentro). Siempre se anuncian por redes, e incluyen todos los materiales, más una consumición del lugar. Ideal si querés hacer algo distinto y sin necesidad de tener experiencia. Al mismo tiempo olvidarte del “yo no tengo imaginación”, porque acá solo necesitás ganas de probar, jugar y conectar con los demás. 

Cerámica, vino y otoño con Zuluaga Diseño

Si estás buscando un plan que combine naturaleza, arte y buena comida, los encuentros que organiza Valentina Zuluaga son una joyita. La propuesta cambia según la estación: en verano fueron noches de cerámica y tapeo bajo las estrellas; ahora llegan los almuercitos de otoño, donde el plan es crear una pieza de cerámica rodeado del paisaje otoñal y la calidez de una mesa compartida.

Esta temporada, una vez al mes, los domingos se transforman en una pausa del ritmo semanal. Te sentás al aire libre, en un gran mesón común, disfrutás un menú de tres pasos con vino libre, y te dejás llevar por la experiencia de modelar con las manos. No hace falta tener experiencia: Valentina te guía paso a paso. Después del almuerzo y el momento creativo, tu pieza queda en el taller para ser horneada y esmaltada. En unos 20 días, la recibís lista para usar: un recuerdo único hecho por vos. Un plan para charlar, crear, conocer gente nueva y reconectar con lo simple. Y si te quedás con ganas de más, podés sumarte a los talleres regulares de cerámica que da Valentina.

Repensar el arte en los talleres del MMAMM

En la Plaza Independencia, el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza (MMAMM) propone algo más que ver obras: te invita a pensar, crear y encontrarte con otros. Desde su área de Educación, abren las puertas a la comunidad con talleres, charlas y encuentros ideados para repensar el arte, compartir preguntas y dejarse atravesar por nuevas miradas. 

Acá no hace falta ser artista ni tener experiencia, solo ganas de participar. Muchos de los talleres son gratuitos, y hay opciones para todas las edades, incluso para infancias. Son espacios para juntarse, poner el cuerpo y la imaginación en juego, salir un rato del automático y animarse a pensar en comunidad. Mi consejo: seguí al museo en Instagram, ahí suben toda la data sobre actividades, inscripciones y fechas. Ideal para sumar a tu rutina una experiencia distinta y llena de sentido.

Correr como excusa para conectar: Sprinters Social Run Club

Sprinters es un club de social de running, creado por Inés y Alan, que todos los sábados se encuentra en el Parque San Martín para salir a correr (caminar o trotar) y cerrar la mañana con un buen café en grupo. Acá no hay cronómetro ni exigencias. No necesitás experiencia previa, ni ser un pro. Solo ganas de moverte un rato y conocer gente que también está empezando o retomando. Su lema lo dice todo: Your pace, your race (tu ritmo, tu carrera).

La idea es pasarla bien, sumar un plan distinto al finde y encontrarte con otros de una manera disferente. Muchas personas llegan solas y terminan con nuevos amigos, planes y ganas de volver. Nadie queda colgado: siempre hay charlas, buena onda y un equipo que se encarga de que te sientas parte desde el minuto uno. 

Si te entusiasma probar podés seguirlos en Instagram para enterarte de las próximas fechas. 

Silent Book Club Mendoza: leer en silencio pero acompañado

Si tenés un libro empezado (o pendiente) y ganas de compartir el momento de lectura con otras personas, Silent Book Club Mendoza puede ser lo que buscás. Es parte de una comunidad internacional de clubes de lectura silenciosa, con encuentros mensuales y una propuesta simple: leer en silencio durante una hora, y después (si pinta) charlar un rato.

En Mendoza funciona desde abril de 2024 y se reúnen el segundo sábado de cada mes, en espacios que van cambiando: cafés, librerías, plazas. Cada quien lleva su propio libro y no hay reglas: vale papel, digital, novela gráfica… lo que tengas ganas de leer. Después de la lectura, suele haber un momento para intercambiar ideas, recomendaciones o simplemente conversar. Podés seguirlos en Instagram o sumarte al grupo de WhatsApp, donde comparten fechas, lugares y novedades. Ideal para leer más, conocer gente nueva y vivir la lectura como una experiencia compartida.

A partir de estos espacios te proponemos esto: animarte. Animate a probar algo nuevo sin ser exigente con el resultado, a conversar con alguien que no conoces, a dejar volar la creatividad. Animate a bajar un cambio, mirar alrededor y encontrarte con personas que también tienen ganas de compartir, de crear, de ser parte. Quizás no sabés bien qué esperar, y justamente ahí está lo lindo: en descubrirlo.

Mijito Escucha Club: sentarte, café en mano, a escuchar vinilos

Una de las cosas que más une a las personas es el amor por la música, especialmente cuando se comparte la experiencia de escuchar un álbum acompañados. Esta idea fue retomada por Mijito Café (ubicado en el Parador Vitta frente a Palmares) para crear su Escucha Club. ¿En qué consiste? Es un ciclo en colaboración con el dúo de DJs de vinilo Hippocampus DeeJays, donde la propuesta es tan simple como poderosa: un vinilo girando, una taza de café, y un grupo de personas listas para dejarse llevar por la música.

Cada edición gira en torno a un álbum diferente, elegido especialmente para ser escuchado —claramente— en formato vinilo. Antes de que suene, se comparte contexto sobre el artista y su proyecto musical, para que la experiencia sea aún más inmersiva. Una invitación a bajar un cambio, descubrir nueva música (o redescubrirla) y conectar con otros a través de una escucha activa y contemplativa. 

A partir de estos espacios te proponemos esto: animarte. Animate a probar algo nuevo sin ser exigente con el resultado, a conversar con alguien que no conoces, a dejar volar la creatividad. Animate a bajar un cambio, mirar alrededor y encontrarte con personas que también tienen ganas de compartir, de crear, de ser parte. Quizás no sabés bien qué esperar, y justamente ahí está lo lindo: en descubrirlo.



Facebook
Twitter
LinkedIn