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Rosell Boher Lodge, un paraíso frente a la cordillera

Este hospedaje, ubicado en el corazón de uno de los paisajes más hermosos de Tupungato, se erige como un alojamiento de lujo, con propuestas vitivinícolas, spa y una arquitectura soberbia

En Alto Agrelo, en las inmediaciones de la picada de Tupungato, donde el paisaje cordillerano es de los mejores que tiene Mendoza, acaba de inaugurarse el Rosell Boher Lodge, un hotel y posada para pasar días de campo con todo el confort y el lujo.
El lodge está rodeado de lagunas artificiales, viñedos y el paisaje donde confluyen la Cordillera Principal, la Precordillera y los cerrillos. Son las tierras que comparte Marcelo Tinelli con socios del Grupo TG Holding Argentina, propietarios de Rosell Boher Lodge. De hecho el gran portal de ingreso al complejo vitivinícola tiene un enorme letrero que indica que estamos en «los viñedos de Lorenzo de Agrelo». Por si alguna duda queda, nos confirman que Tinelli ya pasó recientemente unos días de descanso en la posada de la cual no es propietario pero sí vecinos.
El emprendimiento, de capitales argentinos asociados en el Grupo TG Holding Argentina nace de la visión de Pablo Torres García y cuenta con un guest-house con cuatro habitaciones de lujo y tres bungalows privados entre viñedos, con jacuzzi y terrazas que miran la Cordillera Frontal.
Pensado para desarrollar el turismo vitivinícola, el lodge propone a sus huéspedes vivir el proceso productivo del vino cosechando, podando y trasladando tachos hasta la bodega. Los turistas podrán observar además el proceso de elaboración de vinos y espumantes Rosell Boher.


Los bungalows son el lugar perfecto para descansar. Con ventanales y decks que miran a la cordillera de Los Andes, pérgolas y fogones, están equipados y ambientados con sobriedad y confort.
El complejo tiene detalles que lo hacen aún más atractivo, por ejemplo un paseo peatonal empedrado con acequias que atraviesan un sector de viñas y te llevan a la cava o al spa.
«El templo de los vinos», la cava, cuenta con 25.968 botellas y una sala de degustaciones. El spa, vinculado a la laguna artificial,  tiene una piscina con hidromasajes y enormes ventanales para que el rélax esté asociado a una experiencia completamente natural.

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