“Raquetear” no es una disciplina masiva y si bien hace más de veinte años que en Mendoza se practica, recién ahora se advierte como tendencia para los amantes de la montaña.
Las raquetas son perfectas para aquellos que practican senderismo y trekking, también para esquiadores interesados en nuevas experiencias, o simplemente para excursionistas con cierto espíritu de aventura. Las travesías o el andinismo con raquetas de nieve se ha consolidado como una de las actividades de montaña con mayor auge en los últimos años. La evolución de las raquetas ofrece una posibilidad cada vez mayor a quienes buscan nuevas sensaciones.
En Mendoza es difícil conseguir modelos para comprar por las restricciones a la importación, pero en la ciudad hay dos casas que alquilan raquetas estándar, una es Pierobon donde el valor por una jornada es de $140 y Orviz, donde cuestan $100 por día. En alta montaña, en el centro de esquí Los Puquios, las alquilan por $100. José, propietario de Orviz, nos cuenta que los mejores circuitos para “raquetear” están en las Cuevas, un clásico es el ascenso al Cristo Redentor por el camino, y otro circuito, fácil por su escasa pendiente, es la Quebrada de Matienzo a la que se ingresa tomando a la derecha desde la boca del túnel Internacional. “Subir y bajar con raquetas el camino al Cristo es un programa que te demanda una jornada completa”, explica José para quien estas dos alternativas son más accesibles que los senderos del Plata en Vallecitos. “La Quebrada de Matienzo da toda la vuelta a la base del Aconcagua, por supuesto que uno camina lo que quiere o puede, es recomendable porque no hay una pendiente abrupta que requiera tanto esfuerzo como en los senderos de Vallecitos”.
Otros circuitos recomendados en sitios como “Mendoza Extremo” son el parque Provincial Aconcagua, en la zona de la laguna de Horcones hasta la entrada a la Quebrada del Durazno, Puente del Inca, Penitentes y otros lugares más solitarios como -en Tunuyán- la zona del Refugio Portinari y Scaravelli.
Raquetear es caminar en la nieve con un elemento que evita el hundimiento, por lo cual puede practicarse para hacer turismo y llegar a lugares que de otra manera no se podría acceder, o hacerlo como deporte.
Como deporte puede realizarse con el simple objetivo de hacer un ejercicio cardio atravesando zonas tranquilas, pero también puede enfocarse como una práctica de alto rendimiento desafiando hielo, rocas y tramos de cierta inclinación. Para este fin, son recomendables las rutas del Cordón del Plata donde esquiadores avezados suelen practicar esquí de fondo (sobre nieve virgen, fuera de pistas). La diferencia entre el esquí de fondo y las raquetas es que con los esquíes se sube deslizándose con pieles de foca que frenan el esquí hacia atrás, y una vez arriba el esquiador retira la piel de foca y puede bajar esquiando por nieve honda. Las raquetas, en cambio se utilizan para caminar. Hay modelos de raquetas para terrenos difíciles que tienen una hoja de acero y clavos que garantizan una tracción superior en el hielo. Otros modelos se adaptan mejor al senderismo sin dificultades.
“Las raquetas de nieve, acercan a las personas que no esquían a las maravillas del mundo de montaña, y también está acercando el mundo de los esquiadores y los excursionistas”, dice Reiner Gerstner, Director de Marketing de SALEWA, una de las marcas que fabrica las raquetas más sofisticadas. En cualquiera de los casos, Gerstner apunta que “es imprescindible disponer de un equipo adecuado, incluyendo ropa, mochilas, equipo de seguridad y bastones”.
Las raquetas de nieve nos permiten progresar por nieve virgen, con mucha más facilidad que si lo hiciéramos solamente con botas. El aumento de la superficie de apoyo evita que las piernas se hundan bajo la nieve.
En nieves duras, las puntas metálicas de la suela se clavan, evitando los posibles resbalones.
Los bastones nos ayudan a impulsarnos, mejoran nuestro equilibrio durante la marcha, y además nos permiten ejercitar la musculatura del tronco y brazos. Es una actividad sin dificultad técnica, sin embargo es bueno tener en cuenta algunas recomendaciones.
Vestimenta
Botas de montaña con cierta flexibilidad (no botas de esquí). Las botas de apresky tampoco sirven porque no entran bien en las fijaciones de las raquetas. Pantalones cómodos de montaña, abrigo de alta montaña, campera o polar, gorro, guantes y anteojos de sol.
Si no cuentas con unas botas de montaña con resistencia al agua se aconseja llevar medias y calzado para sustituir después de terminar la ruta.
Imprescindible llevar agua o bebidas hidratantes, comida ligera y energética (barrita energética, fruta, frutos secos, chocolate), crema de protección solar y un mochila pequeña.
Raquetas y esquí de fondo, una historia en común
Antes de que se utilizaran para la recreación invernal, las raquetas de nieve y los esquíes servían a propósitos utilitarios. Ambos proporcionaban transporte a través de la nieve profunda. Expertos de historia de la Federación Internacional de Esquí especulan que el esquí se descubrió en 6300 a.C. en Rusia, mientras que los historiadores de la Asociación de Raquetas en Estados Unidos creen que estos instrumentos datan de hace 6000 años en Asia central. Las raquetas de nieve y el esquí de fondo, literalmente, se cruzaron durante la época de la minería de Colorado, en la década de 1860. Lo que ahora conocemos como esquís se denominaban raquetas y lo que hoy llamamos raquetas se les conocía como “pies de indio”. Los pies de indio se usaban estos para subir cerros y colinas, y las raquetas (esquí hoy) para descender la pendiente.
Para anotar:
El Club Andinista Mendoza tiene programada una salida de raquetas para el mes de Agosto. Fray Luis Beltrán 357 – Guaymallén . Teléfono: 261-4319870. [email protected]
Alquiler de raquetas en Mendoza
Orviz: Juan B. Justo 536, Ciudad.
Pierobon – Centro Integral de Montaña, Coronel Plaza 348, Ciudad.
Los Puqios Ruta 7 – Puente del Inca, Mendoza.
