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Danza mágica de colores, el sello de Laura Caccavo Hoffmann

La pintora dedicada al arte óptico expone su nueva muestra en la que las líneas perfectas y las tonalidades estridentes «bailan» al ritmo de la música y las luces.

El arte de Laura Caccavo Hoffmann tiene su propio espíritu; en cada obra se deja llevar por una búsqueda de la perfección. Lo hace a través de pinceladas y trazos geométricos, cargados de colores, que van bailando y jugando con la luz del momento. Su arte óptico genera sensaciones psicodélicas.

«Crear mis obras es como si me sumergiera en una cámara del tiempo, me olvido de todo y me meto en mi mundo».

Ahora invita a espectadores a vivir una nueva experiencia con sus creaciones más recientes reunidas en la muestra titulada Danza Cromática, la cual podrá experimentarse hasta finales de enero del 2024.

La exposición «transmite ritmo, pausa y un patrón que se repite como un paso de baile», comparte y remarca que «se muestran colores y gamas que, en conjunto, se amalgaman en una danza lúdica». 

Danza Cromática también tiene obras en las que se puede ver monocromacia y está instalada en La Sala Maridajes (Avenida Perú 1136, Ciudad), por lo que además de «disfrutar de música mezclada con mi arte, se puede degustar un buen vino maridado con gastronomía», asegura.

El arte luminical de Laura Caccavo Hoffmann

Desde hace más de 20 años, Laura Caccavo Hoffmann pinta líneas y, mientras más perfectas le salen, más placer le generan. Ya son una parte fundamental de su vida, como así también los colores flúor, la música y la luz. 

«La música, el color y las luces son parte de mí, por ende, son un elemento esencial en mis creaciones. Son y serán parte de esta danza. Eso sí, soy bastante exigente con la prolijidad».

¿Hay una luz ideal para vos y tus obras?

La luz y el color de las luces son en función de la obra y no todas necesitan. Igual siempre prefiero una cálida antes que una fría. Cuando el cuadro me pide que le ponga una luz de colores, le hago caso. Para pintar busco mucho la luz natural y la de la mañana es la mejor.

Laura ha jugado entre pinceles y música toda su vida; lleva el arte en la sangre: su abuelo, Rubén Hoffman, fue el pintor acuarelista que le dio vida a esta familia de artistas; su tío es Eduardo y su mamá, Silvia. «Es tremendo tener una madre de la misma profesión, es parte del desafío».

Y su padre no queda fuera de esta ecuación ya que con él creó pintura fotoluminiscente, «se trata de un polvo que al quedarse a oscuras, se enciende solo».

¿Qué dicen tus líneas? 

Son patrones, viajes, experiencias. Las líneas solas no dicen nada, es el efecto en sí que crean en el cuadro completo lo que habla.

Qué ven cuando ven a Laura Caccavo Hoffmann

La artista que genera la sensación de un movimiento constante considera que no existe un espectador específico para sus creaciones pero sí que hay personas a las que les atrae más que a otras, «y eso está bien que suceda. Las personas modernas con casas minimalistas han comprado mis cuadros y están enamoradas».

Toda la obra de Caccavo Hoffmann es «sentimiento»: «Yo no digo nada, son puras sensaciones las que brotan y creo que al espectador le sucede lo mismo».

Y a vos como espectadora, ¿qué te atrae?

Soy una gran seguidora de Julio Le Parc y es un orgullo que sea mendocino. También soy fanática del artista venezolano Carlos Cruz – Diez.

Danza Cromática, muestra de la artista Laura Caccavo Hoffmann. Dirección: La Sala Maridajes (Av. Perú 1136, Ciudad de Mendoza). Hasta fines de enero 2024.

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