“Sobre el escenario soy salvaje; en la vida, medio weona”
Llegó a Mendoza a los 18 años para concretar su sueño de estudiar teatro. Aquí echó raíces: tuvo un hijo, escribió sus libretos más desopilantes y se ganó un lugar entre las actrices cómicas más destacadas. Ha hecho de virgen y también de travesti. Una mujer sin filtros y sin celulitis.