Dos artistas mendocinos y su jeep de la alegría
Un día, Sergio Rosales le compró un cuadro a Mauro Masi. Y así, comenzó mucho más que una amistad. Ambos artistas autodidactas, se convirtieron en una especie de socios y empezaron a darle forma a sus “locuras”. Las pinturas que provocan sonrisas y los pasajes a Punta Cana.