¿Quién iba a imaginarse, años atrás, que la arquitectura de una casa, una oficina, un pequeño edificio o un galpón podrían llevarse al extremo de la practicidad y la simpleza?
Las construcciones con containers (o contenedores) están cada vez más en boga. Se trata de soluciones habitacionales que surgieron para agilizar la logística de empresas que se desempeñan en lugares inhóspitos o de difícil acceso, brindándoles no sólo un ambiente portátil transportable, sino también de alto nivel y confort para los empleados de jerarquía de su empresa. También responden a la necesidad de crear unidades de vivienda más ecológicas y en algunos casos más económicas, combinando con los contenedores elementos y materiales tradicionales tales como el concreto, cemento, ladrillo y madera, lo que implica un alto grado de seguridad, durabilidad, estética y funcionalidad.
El diseño y fabricación de unidades habitacionales para diferentes propósitos de la actividad humana: vivienda, comercio, industria, implica una integración de conceptos y conocimientos aplicados por arquitectos, ingenieros, ecologistas y decoradores que innovan en sus proyectos y transforman a este producto en objeto de vanguardia, versátil, funcional y viable. Los módulos pueden tener distintas dimensiones y están equipados con aislación térmica y acústica; equipos de aire acondicionado frío y calor; piso flotante revestidos para superficies de alto tránsito; puertas reforzadas y con salida al exterior e instalación eléctrica con normas de seguridad.
Casas, garajes, casetas de jardín, oficinas, tiendas móviles, laboratorios, depósitos, galpones, baños, espacios de varias plantas, transportables y containers para playas, entre muchas otras aplicaciones se consiguen por precios accesibles y sin las preocupaciones que conlleva la obra tradicional de un edificio. Hoy se construyen contenedores para boleterías, cocinas, comedores, consultorios, sanitarios, vestidores, departamentos, oficinas, laboratorios, escuelas y hasta centros culturales.
En muchos casos, estas creaciones provienen de contenedores transportadores marítimos que, -cumplida su vida útil o con alguna avería que los inhabilita para su fin inicial- quedan no operativos. De este modo, la construcción en contenedores es una herramienta de ayuda en contra de la depredación de recursos limitados y una solución a la contaminación permanente que reduce significativamente el impacto ambiental, ahorra de materiales, tiempo y dinero. Conceptos como sostenibilidad, reutilización de materiales descartados para un uso concreto y la posibilidad de un reciclaje absolutamente integral son muy celebrados por la sociedad.
El uso de contenedores en arquitectura posee un gran potencial ya que se adecua a los principios de firmeza, durabilidad y utilidad con una estructura que posee propiedades de resistencia excepcionales. Son compactos, robustos, de paredes de acero y suelo de madera, resistentes a los cambios de temperatura y a las agresiones meteorológicas.
La construcción en contenedores abre un infinito potencial de soluciones e interpretaciones estéticas para el arquitecto que ha asumido y afrontado la responsabilidad ecológica. Con una adecuación mínima para ser habitables, su flexibilidad les permite acoger espacios donde concretar todos los principios de la vivienda moderna o llevar al extremo investigaciones radicales a nivel espacial y estético.
