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Arquitecta de sensaciones interiores

Las tendencias en interiorismo. Lo que no puede faltar al diseñar un espacio. “El broche final que da vida a una obra de arquitectura”, según una experta mendocina: Luisa Yanzón.

Las últimas tendencias en materia de diseño y decoración de interiores son los tonos neutros con un toque de color vibrante; materiales con un alto grado de funcionalidad y comodidad; géneros de gran calidez y rusticidad, y especialmente, un alto contenido estético en la disposición de cada espacio.

La originalidad de ciertas piezas decorativas y de diseño -muchas de ellas exhibidas en eventos mundiales de Design, y al alcance casi exclusivo de coleccionistas que son capaces de pagar grandes sumas de dinero por estos preciados objetos- convierten a los hogares en íconos de moda y vanguardia. Sin embargo, existe una infinidad de opciones que se nos presentan como guías inspiradoras de las tendencias en lo que a decoración de interiores se refiere, que muchos podemos adoptar o reinventar, de acuerdo a las posibilidades reales de nuestro bolsillo, gusto o juicio.

De la mano de la arquitecta Luisa Yanzón, especialista en Interiorismo, INMENDOZA.com recorrió conceptualmente aspectos de decoración y el diseño de interiores actual. Esta joven profesional con experiencia internacional, es hija de los reconocidos constructores de las más icónicas bodegas argentinas Eliana Bórmida y Mario Yanzón, y está a cargo desde hace varios años del área Interiorismo dentro del estudio de arquitectos B&Y.

Luisa define al interiorismo como “el broche final que da vida a una obra de arquitectura antes de ocupar o habitar un espacio. Cuando una obra se termina está vacía: posee solamente su envolvente arquitectónica de pisos, muros y techos que son los que acogerán a los elementos decorativos y funcionales. La espacialidad interior se la proveerá el equipamiento, que está directamente relacionado con el uso que tendrá ese espacio. De este modo, el  Interiorismo permite que los habitantes se sientan acogidos, con una vida que tiene el espacio por sí mismo”.

 

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Imagen conceptual, modo de vivir los espacios y proyección emocional parecen ser el abc de lo que se requiere para no fallar a la hora de apostar a un tipo de diseño interior. Los sueños y las sensaciones que se desean vivenciar suelen ser la guía para los especialistas.

Es en la concepción de estos espacios interiores que hay que conocer la idea generadora de la obra para potenciarla, nos cuenta la especialista. “El gran desafío frente al pedido de un cliente es lograr conjugar lo que como profesionales por nuestra formación consideramos que es correcto, con el deseo de ese cliente: entender la esencia de lo que requiere. Cuando se comprenden las sensaciones que habitan dentro del cliente, la estética final siempre responde a esta impresión”.

La filosofía de su estudio es trabajar el interiorismo en forma paralela y coherente con la obra, adecuándose a la estética final que se quiere lograr con el espacio arquitectónico, pudiendo ser un espacio híper moderno y tecnológico, como también algo acogedor, rústico y tradicional, aunque siempre manejado con simpleza y si es posible, trabajando con materiales del lugar.

En arquitectura interior residencial se busca representar a la persona que la habitará, para que se sienta cómoda, identificada, representada, aunque en proyectos que no son vivienda -como los hoteles, por ejemplo- hay que hacer uso del ingenio y echar mano a la vanguardia; a los conceptos que marcan tendencia a nivel internacional, aunque sin dejar de transmitir esa personalidad única que cada establecimiento pretende tener.

Imagen conceptual, modo de vivir los espacios y proyección emocional parecen ser el abc de lo que se requiere para no fallar a la hora de apostar a un tipo de diseño interior. Los sueños y las sensaciones que se desean vivenciar suelen ser la guía para los especialistas.

 

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En el living del departamento de Luisa confluyen todas sus preferencias.

 

Luisa Yanzón se inspira en la tendencia que muchas veces generan personas o estudios que trabajan de un modo determinado: Tony Chi es uno de ellos, un famoso interiorista de Nueva York (junto a él y su equipo, Luisa y el estudio Bórmida Yanzón realizan actualmente algunos trabajos privados y hoteleros). “Por la diversidad de culturas, me gusta lo que propone Nueva York, Londres, París y la India. También Italia con el diseño en el equipamiento inmobiliario, donde la feria de Milan es el máximo exponente para ver todo lo que se usa”.

“Me gusta comenzar un proyecto sabiendo exactamente qué tipo de espacio estoy haciendo. Saber si hay modas o tendencias y analizar los diversos caminos a tomar a la hora de proponer ese espacio: si requiere un efecto sorpresa, elementos icónicos que llamen la atención, piezas que me permitan jugar, elementos a otra escala, entre otras cosas -comenta Luisa-, muchas veces la moda  maneja la funcionalidad de los espacios”.

Y ejemplifica: “los hoteles han cambiado las formas de concebir la recepción; la tendencia es no recibir al huésped en un front desk, ese mostrador ya fue. Son amigos de que el check- in se haga previo a la llegada; en muchos casos ya no se usan llaves pues con el I phone se abren las puertas y hasta se prescinde de cierta gente que te atienda, como también del back office. Esto indudablemente obliga a replantear la funcionalidad. Hoy el huésped es recibido en  un gran living por un concierge que te saluda detrás de un escritorio. La moda en este caso obliga a tomar caminos distintos”.

En cuanto a moda de objetos, según Luisa el tema es más relativo. La moda del interiorismo está muy relacionada a la moda de indumentaria y hoy hay un revival de otros estilos: pantalones palazzo, pata de elefante, rectos o chupines, todos se usan. En interiorismo se retoman conceptos anteriores y elementos de moda en los ´70 que hoy vuelven a estar en boga. Todo pasa por cómo combinar objetos, dónde colocar algo vintage, qué tipo de objeto antiguo reutilizar y darle un toque especial a un espacio ultramoderno.

¿Qué es estético y qué no? El concepto de estética está vinculado a un buen equilibrio según la arquitecta. “El gusto es tan subjetivo que lo estético no está relacionado con el gusto sino con un correcto nivel de proporción, escala y equilibrio de los componentes que integran ese lugar. Eso lo hace estético, porque es agradable a la vista”.

Antes de despedirse de INMENDOZA.com, Luisa Yanzón nos regaló ideas de lo que no puede faltar, según su mirada y gusto experto en un espacio interior:

Los géneros naturales, linos 100 % teñidos artesanalmente, que luzcan quebrados, especialmente en cortinados y en fundas de sillones; también en entelados de muros y cielorrasos, que los hacen acústicos. Lino también para la ropa de cama.

 

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“El gusto es tan subjetivo que lo estético no está relacionado con el gusto sino con un correcto nivel de proporción, escala y equilibrio de los componentes que integran ese lugar. Eso lo hace estético, porque es agradable a la vista”.

Retapizar sillones antiguos. Trabajar sillas y hacerlas lucir viejas con géneros de arpillera. Esa condición vintage -muy en auge hoy- es lo que le da el carácter a las obras ya que generalmente son piezas que no se repiten fácilmente. La identidad de un espacio que tenga una pieza vintage es distintiva ya que no lo tiene un vecino o un amigo. Se busca que los muebles que digan algo, sin ser amanerado ni toqueteado, que su historia franca se nos revelen al mirarlos.

La moda en cuanto a obras de arte es enorme y sigue muy vigente tener objetos de arte en distintos lugares. Una pieza de arte contemporáneo diferencia un espacio y lo exalta; objetos simples y cotidianos, artesanías tomadas como arte, colocadas de alguna manera que se luzcan fuera de su contexto, también se tornan especiales. En un lugar nunca debe faltar una obra de arte que uno valore.

Los colores siempre responderán al gusto del dueño de casa. El color visón (“taupé”) y los naturales pueden aburrir a quien prefiere los colores vibrantes. «Yo sigo la tendencia de usar colores neutros pero muy complejos, colores indefinidos. Por ejemplo, no el color rojo en concreto sino los rojos que tiran al tomate, al rubí. Me gusta manejarme con las gamas y prefiero los grafitos, berenjenas, lacres, tejas, rojizos; no soy amiga de los colores puros, netos, como los primarios».

Las cortinas de género hoy regresan luego de las rollers. Las cortinas ablandan muchísimo los espacios y se vuelven a poner en valor las borlas, la pasamanería, los colgantes. «Muchos arquitectos somos enemigos de las cortinas y no queremos que nos quede como una pollerita colgada en la pared, pero cuando está bien pensada para el espacio, con la tela correcta, en peso y densidad, arrastre correcto en el piso y barral adecuado, definitivamente complementan y benefician el espacio». Un must: las cortinas de arpillera con barrales simples de color crudo; son económicas, permiten que el sol se filtre y dan color cálido a la casa. Bien fruncidas, con mucha tela y muy buen arrastre.

 

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Las cortinas de arpillera permiten el filtro del sol y aportan calidez a un espacio.

 

Para los pisos hoy regresan las maderas vírgenes por sobre las lustradas. Wengue no, naturales sí, laqueados con lustres poliuretanos brillantes no van más. También aplica a muebles y carpinterías de puertas: mientras más natural es más lindo. El material tiene tanto que decir que no hay que taparlo. Considerar además las grandes piezas de porcelanatos y los microcementos calcáreos,  que también se vuelven a usar.

Lugares donde conseguir objetos interesantes: Vivant la vie; Seis Mobiliario; Seis diseño; Simple Diseño; Jorge Bobillo y sus sofás. También regalerías como Abril, por sus accesorios.

 

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