El pelado Rebollo (Casanova) es un ex policía que fue purgado por la democracia. Vive en el campo, en donde divide su tiempo como integrante de una brigada contra el cuatrerismo y como dueño de en una fábrica de cerveza artesanal de dudosa reputación. En su deseo de conseguir un socio, se vincula con Chinchulín (Camilo Barrozo), un peón de estancia que termina descubriendo un brutal secreto.
Chinchulín, del platense Fabián Fernández Barreyro, es un ensayo sobre las apariencias y sobre los límites que cruzamos para sostenerlas. Es una obra cruda, forjada con drama y suspenso.
El texto, que originalmente es monólogo aquí es intervenido por la presencia de dos personajes. Lourdes Aybar, la directora, crea una puesta que propone un acercamiento al código cinematográfico, ya que, a través de un ajusto diseño lumínico, los espacios y las situaciones se van revelando al espectador como si se tratara de planos. En tanto, Casanova demuestra su madurez escénica, interpretando un personaje oscuro y complejo que no devela sus secretos sino hasta el minuto final.
Luego de presentarse en el V Festival de Teatro Gestual y Mímica de La Serena (Chile) en enero pasado, la obra comienza su segunda temporada con un ciclo de funciones mensuales.
Ficha: Chinchulín, monólogo intervenido. Fecha: Viernes 22 de abril. Hora: 22. Lugar: Sala Lita Tancredi (Catamarca 1177, Ciudad). Entrada: $ 100 y $ 70 para estudiantes y jubilados.
