Héctor Ramazzi se sentó un día en Roma en la Piazza Navona y como no tenía una cámara de fotos, utilizó fibras de punta de goma (y sus manos) para darle forma a lo que veía. Tal como hacían antes de la invención de la fotografía, Ramazzi imprimió sus percepciones visuales a mano alzada.
Esto sucedió hace más de 30 años, cuando el arquitecto vivía en Italia y trabajaba para el estudio de Piero Pinto. Una selección de su cuaderno de croquis urbanos de Roma, inéditos, del año 1985, se exhiben en impresiones digitales sobre papel, en la sala de arte del Colegio de Arquitectos de Mendoza (CAMZA).
En otro rincón de la muestra se ven obras más recientes de lo que Ramazzi decidió llamar «Mendozamarca». «Como Catamarca, Purmamarca, me interesó el concepto de comarca y también la idea sugerida de marca porque muestro en estas obras nuestros paisajes, nuestras viñas, los árboles, los olivares», comenta el artista.
Héctor Ramazzi es arquitecto pero también es chef y viticultor, sin embargo en una recorrida por las distintas etapas de una obra que por primera vez decide mostrar, podemos decir que es un eximio dibujante y un artista plástico emergente con enorme potencial.
La exposición se compone de dibujos originales e impresiones digitales de obras que fueron fotografiadas por Daniel Serio y reproducidas en papeles de algodón y telados, de excelentísima calidad por Serio y Borcetto, dándole –en algunos casos– mayores dimensiones a los originales.
La tercera parte de la muestra la conforman distintas series de monotipias (estampas de óleo y tintas en técnica gráfica ) y grabados que surgen del taller de grabado que Ramazzi toma con Marcela Furlani. «El trabajo gráfico admite una enorme diversidad de posibilidades, en este caso presento monotipias intervenidas con lápices, acuarelas y pasteles», dice. Las monotipias tienen diferentes procedimientos de grabado y originales intervenciones de color con lápices que dan un resultado asombroso. Paisajes urbanos y constructivistas, notables abstracciones de la naturaleza son algunos de los motivos que Ramazzi plasma en su obra.
Ramazzi apela a las dos primeras líneas de un poema breve de Goethe para dar nombre a la muestra: «en todas las cumbres / hay paz…». Y explica: «estos versos aluden al clima del proceso de algunos trabajos». Ya que la obra «busca ser la materialización de las intenciones».
[alert type=blue ]Sala de Arte CAMZA, Mitre 617, Ciudad. / Visitas guiadas con Héctor Ramazzi: 261 509 5724/ [email protected][/alert]
