Por estos días se anunció que la provincia recuperará las antiguas ruinas y caminos creados por los Incas que forman parte del el Sistema Vial Andino o Camino del Inca, que en su lengua originaria se llama Qhapaq Ñan y fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Son lugares de Mendoza que además de tener un enorme valor histórico y patrimonial, están en medio de paisajes maravillosos, rodeados de arroyos que invitan a disfrutar.
El Sistema Vial Andino que es herencia de la época de esplendor del Imperio Inca recorre seis países: Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Es un una ruta que involucró centros poblados, almacenes, puestos de control y que constituye la obra tecnológica más importante de la América prehispánica. En su apogeo recorrió 23 mil kilómetros (aunque algunos investigadores estiman hasta 55 mil) y ya ha sido objeto de investigación arqueológica e histórica. Hoy sólo quedan algunos vestigios, de los cuales 690 kilómetros forman parte del reconocimiento de la Unesco.
En Argentina el Camino del Inca recorre siete provincias: Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y Tucumán. Se han relevado 118,5 kilómetros de extensión en nuestro país que conservan su estructura original de empedrados o con algún tipo de pavimentos. Otros tramos quedaron sepultados por efecto de la erosión y algunos sufrieron los avatares del progreso y se convirtieron en rutas. También se encuentran 32 sitios arqueológicos y 18 comunidades asociadas.
Entre los lugares que recorre este itinerario, en la Argentina, se encuentran Puente del Inca, en Mendoza; las Escaleras de Quebrada Grande, en Jujuy; el Pucará de Aconquija, en Catamarca; el Volcán de Llullaillaco o Santa Rosa de Tastil, en Salta y el Complejo Arqueológico La Ciudadelita, en Tucumán.
El Qhapaq Ñan interconectaba localidades tan distantes como Quito, Cusco y Tucumán y los conquistadores españoles lo emplearon durante el siglo XVI para invadir Perú, Bolivia, Chile y las pampas cordilleranas argentinas.
Durante el siglo XV, el Valle de Uspallata y parte del río Mendoza también fueron territorios que habitaron los incas. Estos paisajes son conocidos como el Camino del Inca y están conformados por las zonas de Tambillos (por ruta 149 camino a San Alberto), Ranchillos (a 13 km de Uspallata por ruta 7 hacia Chile) y Tambillitos (a 32 km de Uspallata por ruta 7 hacia Chile), donde se alojaban los chasquis o mensajeros de los incas, y poblaciones que cumplían funciones estratégicas a su servicio.
La presencia del inca en la zona se destaca por su red de caminos, por sus tambos y sus petroglifos, que son el testimonio de la comunicación de los pueblos ubicados en la cordillera. El Valle de Uspallata se constituía entonces como un lugar de tránsito en su paso hacia Chile.
La quebrada de Ranchillos, que está próxima a la localidad de Uspallata, nace al norte y se ubica en la desembocadura del arroyo Ranchillos próxima al río Mendoza, aproximadamente a 13 km de Uspallata por la Ruta 7 camino a Polvaredas. Siguiendo el arroyo por la quebrada se llega una preciosa cascada.
Actualmente, desde el Gobierno Mendoza, trabajan con el fin de preservar de la red de caminos incaicos. El director de Patrimonio Cultural y Museos, Horacio Chiavazza, explicó: «El sector de patrimonio mundial Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, es el que hemos seleccionando y en donde vamos a aplicar el subsidio obtenido por el programa del gobierno nacional: 50 Destinos, mediante el cual vamos a desarrollar un centro para visitantes e interpretación del sitio. Estamos haciendo el ordenamiento y planeamiento territorial, recuperando antiguas ruinas y un sistema de accesibilidad que mejore la experiencia».
El proyecto de Qhapaq Ñan sobre el que se está trabajando, uniría las estancias de Tambillos, Ranchillos y Tambillitos, pensando en el gran flujo turístico que tiene la Ruta Nacional 7, como corredor bioceánico que une tres continentes, América, Europa y Asia.
Fuentes: Instituto Geográfico Nacional /Prensa Gobierno de Mendoza/Blog Huellas Cuyanas (mapa).