Muchos tienen la suerte de conocerlos personalmente, otros por películas o series de tevé. Los parques como Central Park en Manhattan o Hyde Park en Londres son lugares emblemáticos en la vida diaria de nuestros amigos foráneos. Y sin subestimarlos -porque recuerden que las comparaciones son odiosas- nuestro Parque General San Martín también puede ser un lugar más que particular para el mendocino y quien lo visita.
Te le digo en medidas? Central Park tiene 340 hectáreas, Hyde Park (con Kensington Gardens incluido) 250 hectáreas y el Parque General San Martín, 307 hectáreas de forestación, con 86 hectáreas en expansión: Teatro Griego Frank Romero Day; Museo de Ciencias Naturales; Estadio Malvinas Argentinas; U.N.C.; CRICYT; Zoológico; Club Mendoza de Regatas con su lago y paisaje excepcional, entre otros. También podemos apreciar obras artísticas a lo largo y ancho del predio.
Para su diseño, se contrató al paisajista francés Carlos Thays, autor de otros importantes parques en Argentina (como el Parque 9 de Julio; Parque Sarmiento; Jardín Botánico; Parque Nahuel Huapi). Con un interés marcado, orientado a darle al parque un importante patrimonio artístico: farolas, bancos, fuentes y esculturas aportaron al pulmón de la ciudad la impronta europea deseada por la sociedad mendocina de la época. Sus monumentales portones se encargaron a la fundición de Walter Macfarlaine & C°, Glasgow, de Escocia, que conforman hoy un majestuoso ingreso al mismo. Los Caballitos de Marly (réplica de los que se encuentran en los Campos Elíseos de París) y La Fontaine de L’Observatorie, mal llamada Fuente de las Américas, acompañan también a la tradición francesa.
Su forestación no fue fácil ya que en sus inicios se debió superar un suelo pedregoso y árido. El riego se realizaba por carros municipales tirados a caballo.
Hoy apreciamos una amplia gama de variantes de plantas y árboles: el rosedal por ejemplo, es un lugar ideal para visitar en la primavera por su variedad de rosas y el Parque Aborigen, cuenta con la flora regional autóctona en un mismo lugar. Así, en un entorno que no fue improvisado, podemos ir a despejarnos y recrearnos ya que actividades para hacer hay muchas.
Desde la mañana temprano y hasta la tardecita, podés identificarte con todo tipo de recreaciones. Personal trainers arreando grupos por espacios verdes y senderos, caminatas a todo ritmo y ciclistas a puro pedal. En el lago se permite el fly fishing para los aficionados a la pesca, y en sus alrededores no faltan los rollers o long board disfrutando sobre ruedas. Clases de gimnasia aeróbica, yoga y talleres de nutrición y salud, gratuitos, auspiciados por el gobierno completan la oferta. Y si vos lector, sos perezoso, también podes llevar una manta, un mate y simplemente relajar.
No nos podemos olvidar de los aficionados a la fotografía que cuentan con el lugar indicado para hacer el shoot perfecto de aquel árbol centenario o persiguen encontrar el mejor ángulo de caminitos que nos transportan a otra época o lugar, y captan a través de su lente los colores de cada estación.
Desde todos los recodos del mundo los parques se proyectan con un mismo fin: brindar espacios comunes para despejarse y recrearse. Si estás cerca y tenés un ratito para dedicar al ocio, al deporte, a la contemplación y al disfrute, el Parque General San Martín es lo que sugerimos. Podes ir sólo o en grupo, espacio hay de sobra. Sólo es cuestión de hacerlo parte de tus lugares.
A la entrada del parque, al costado de la rotonda, el centro de informes tiene un servicio permanente de datos relacionados con las características, actividades y ofertas del Parque General San Martín y Zoológico.