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Maxi Fares: apetito por la música

A los 16 años presenta Appetizing Zoo, que fusiona la electrónica con su herencia rockera, se prepara para un año que promete

«Creo que mientras más chico sos, mejor. Primero porque la edad siempre resalta, y después porque es cuando tenés más tiempo» dice segurísimo Maxi Fares, que con 16 años presenta su primer disco, que fusiona rock con electrónica y que también produjo y masterizó solo en el estudio que tiene en su casa de Dorrego.
Los 10 temas que conforman el disco llamado Appetizing Zoo –llamado así «por un chiste que quedó», cuenta Maxi– puede escucharse completo en SoundCloud y en pocos días estará disponible también en iTunes y en Spotify, donde ya se puede espiar un adelanto.
Si bien Maxi hace música desde muy chico –agarró la guitarra a los 5, a los 8 componía y desde los 10 pone música en eventos con un amigo– desde 2014 se dedicó a full a este disco. « Venía haciendo singles pero a principios de 2014 ya quise trabajar en algo más grande, que tuviera un proceso» y asegura que estudió muchísimo para lograrlo.
Dice que su principal referencia en su papá, Ignacio Chino Fares, y cuenta que «trabajó mucho con Soda Stereo, también con el sonidista de Yes, fue manager de otras bandas…  y siempre yo le muestro todo y me dice qué falta».


 
[divider]Tiempo completo[/divider]
La pasión por la música no es la única que ocupa el tiempo de Maxi, que parece no tener respiro. Durante 2014 y 2015 formó parte del seleccionado mendocino de rugby, deporte al que juega desde pequeño en el club Marista, donde también jugaron su papá y su hermano Álvaro.
Entrena todas las semanas y a la música se dedica a la noche, dos horas diarias por lo menos. Además, dentro de poco comienza a cursar su cuarto año de la secundaria, y después quiere estudiar Derecho. Suena a un chico ocupado: «Lo voy llevando», dice. «Este verano trabajé mucho en el disco para ganar tiempo», pero asegura que no descuidó las salidas o juntadas con amigos. ¿Novia? No, y sin apuro.
De yapa trabaja a veces poniendo música en eventos privados, y hasta como ayudante del famoso DJ mendocino Martín Guerrero. Me imagino que debe tener varias fans, pero él solo se ríe cuando le pregunto.
«No sé si tenga talento, pero sí me esfuerzo mucho en todo lo que hago, le pongo mucho todo el tiempo» dice, tímido, y ahí nomás agrega que este año aspira a que lo vuelvan a convocar al seleccionado, y seguir adelante con su música. «Soy muy fanático de las dos cosas, no le digo que no a nada, cuesta elegir» confiesa.
Con respecto a la música adelanta que ya tiene ganas de un segundo disco y de «hacer una cosa nueva» y que anda buscando un productor. «Estoy probando suerte en Buenos Aires con algunos contactos y tratando de conseguir un productor para el disco, para hacerlo más ordenado» cierra.
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