El próximo domingo, 04 de junio, cuando el reloj marque las 00:42 en Argentina, se perfeccionará en el cielo la famosa Luna de Fresa en el grado 13ª del signo de Sagitario. Será un cierre de ciclo que nos irá preparando emocionalmente para el solsticio de invierno en el hemisferio Sur y para una segunda mitad de año que, sin dudas, será muy intensa.
Muchas son las teorías respecto de qué es lo que le da el nombre de Luna de Fresa a la Luna Llena del mes de junio, y la que destaco es la que sostiene que está relacionado al mes en el que inicia la temporada de cosecha de la frutillas en los países productores, sobre todo en el hemisferio Norte.
Ahora bien, no será el nombre lo que convierte a este evento astrológico y astronómico en uno tan positivo como esperamos que sea, sino el signo donde se da: Sagitario, quien representa en sí algo tan necesario como difícil de conseguir en estos días que corren, ¡la fe! La energía sagitariana tiene que ver directamente con eso, en confiar en que las cosas saldrán como tienen que salir aún cuando nuestra parte más lógica y racional nos siembre todas las dudas posibles.
Esta Luna Llena representa el fin del ciclo que inició con la Luna Nueva en Sagitario, allá por el 23 de noviembre de 2022, por lo que es necesario hacer un review, una reflexión respecto de cómo estábamos en aquella época, en qué situaciones hemos tenido que dar un salto de fe, en qué creíamos en ese entonces y si eso en lo que teníamos tanta confianza nos sigue sosteniendo.
Sabemos que estos eventos traen consigo una emocionalidad por momentos desbordada asique habrá que estar atentos, como siempre, a nuestras emociones y la forma de comunicarlas.
Por último pero no menos importante, destaco a los planetas que van a estar interactuando directamente con esta lunación. Tenemos a Marte, el planeta de la acción y el movimiento, que se encuentra en Leo (signo de fuego al igual que Sagitario) lo que propicia una interacción totalmente armónica entre ambos planetas, será fácil enfocar nuestro poder de acción motivado únicamente por esa fe y esperanza.
También está Saturno, el gran maestro que tiene la misión de enseñarnos la realidad con todas las limitaciones y las restricciones que hay en la misma; se encuentra en Piscis y viene a recordarnos que ninguna verdad es absoluta y que es necesaria una cuota de responsabilidad a la hora de creer en algo o en alguien para así evitar entonces idealizar a aquello en lo que creemos.
Y a Quirón, el asteroide que representa esa herida que todos llevamos y nos hace irremediablemente vulnerables; se encuentra desde hace varios años en Aries, otro signo de fuego, algo que definitivamente puede traducirse como una gran oportunidad para sanar esos traumas que nos han alejado de la posibilidad de tener esperanza y fe.
¿Acaso no es esto lo que nos convierte en humanos? Hay que estar abiertos a este cierre de ciclo que nos preparará emocionalmente para el invierno y para un segundo semestre intenso y con movimientos.
Iñaki de Plutón: Astrólogo mendocino que desde hace años viene profundizando en la visión psicológica/evolutiva de la astrología y la influencia emocional que tiene el movimiento y acción de los planetas sobre las personas. Se ha especializado en el estudio de la Luna y todos sus efectos emocionales.
Para consultas o más info: Instagram @inaki_de_pluton
