Una peluquería donde los clientes dejan pasar los turnos para seguir disfrutando de la espera suena al mundo del revés, pero si la espera es con un trago en mano y disfrutando buena música o jugando al pool, se entiende que no tengan apuro por someterse a las tijeras.
La BARbería Buenos Muchachos se instaló en Godoy Cruz como un espacio para hombres creado por hombres y busca convertirse en un club de caballeros a punta de navaja y al mejor estilo vintage. Ariel Guiñazú (41), su dueño e ideólogo, nos cuenta todos los detalles.
«El hombre es muy fiel a su peluquero. Una vez que conseguiste uno lo vas a tener durante 20 años, la peluquería es un lugar donde te tenés que sentir cómodo», dice. Con una amplia experiencia ganada trabajando en peluquerías unisex, Ariel sabe perfectamente qué quieren los clientes varones. «Empecemos por las revistas, no quieren leer Pronto, quieren leer Rolling Stone».
El fuerte de Buenos Muchachos, además de los cortes de cabello, es el cuidado de las barbas, un look cada vez más elegido por los mendocinos. «Se está usando la barba pero los hombres no saben cómo cuidarla, o se la cortan porque les molesta, no saben cómo peinarla o cómo mantenerla», asegura, y junto a otro barbero, Leonardo Nicotra, buscan ofrecer una mano a quienes la necesiten.
«El 60 por ciento de mis clientes son motoqueros, son los más rudos y no quieren ir a una peluquería donde el peluquero está hecho una loca (risas), o vienen algunos que son pelados y no iban a una peluquería hace 15 años. Les da alegría, acá siempre hay buena onda y se sienten cómodos: se sientan ahí, les ponés una toalla caliente y están en la gloria, felices. Que te arreglen un poco libera endorfinas».
–¿Son coquetos los mendocinos?
–Sí, totalmente. Hasta los más duros llevan jopos que toman trabajo, y les gustan los productos que hacemos también.
–¿Hacen productos para el uso acá o para la venta?
–Para las dos cosas. Hacemos todo natural, un aceite para la barba y estamos por hacer una pomada para el pelo también. El aceite es natural, no tiene un aroma definido para que no compita con tu perfume, y hace que te quede bien la barba, brillante y sedosa, que no raspe, porque a las mujeres les molesta. Cuando raspa es porque no se la saben cuidar.
–¿Cómo es el hombre en la peluquería?
–Hablan mucho también, pero no hay tanto chusmerío, hablan de proyectos, de motos, de fútbol.
[divider]Viaje al pasado[/divider]
Si no quieren hablar, no tienen más que pedir un trago y disfrutar del ambiente retro de La Barbería: sillones originales del siglo pasado, mesa de pool, una sala de espera cómoda y roquera, buena música y la estrella del salón: la barra que por la tarde atiende Rodrigo Riquelme.
«La barra es de uso exclusivo de clientes, para que vengan con un amigo y mientras esperan se tomen una cervecita, se jueguen un pool. Buscábamos algo para atraer a los hombres y que se sintieran cómodos, y no es muy difícil, yo soy hombre y sé lo que quieren», dice Ariel, de chaleco y corbata y perfectamente peinado.
–¿Cómo definirías el estilo de Buenos Muchachos?
–Es mezclado, un poco de peluquería de antes, el barbero se viste así arregladito, traje, tiradores. Si vos entrás a un lugar y la imagen del barbero no es buena, no te da seguridad, lo contrario si te atiende una persona bien vestida, predispuesta a entenderte. Acá tardamos lo que tenemos que tardar, no es como una peluquería que te van esquilando y vas saliendo. Acá los cortes demoran 20 minutos, media hora, y el que espera tiene que esperar, pero cuando a él le toque va a contar con la misma predisposición. No por tener gente esperando vamos a ir más rápido, nosotros somos muy detallistas, nos tomamos el tiempo.
Además de ser peluquero y barbero Ariel ha estudiado canto, fotografía y baile, se considera un artista y quisiera incluir esas cosas en La Barbería, bandas tocando en vivo y tatuadores haciendo lo propio, generar un especie de club de hombres donde todos la pasen bien. Buenos Muchachos llegó a Mendoza para quedarse y, tengás barba o no, vale la pena conocerlo.
[alert type=blue ]¿Dónde queda?: San Martín Sur 108, casi Lavalle, Godoy Cruz. Precios: Corte de cabello: $100, corte + cerveza: $120, corte + fernet: $130.[/alert]
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