Salir y buscar en la calle Arístides Villanueva una opción para comer algo especial no es algo sencillo. Las posibilidades son muchas y a veces eso conspira contra los indecisos. Pero puede que, quizá atraído por la novedad (el local no tiene más de tres meses) o por la belleza del lugar, nos animamos a poner el pie e ingresar en Josefina Restó.
Allí también nos vamos a encontrar con una carta de muchos atractivos, y mientras disfrutamos de la decoración (muy delicada y colorida) y saboreamos el pan del día, elaborado allí, podemos animarnos a probar pescado. «Es saludable y sabroso», nos decimos. Si ya pusimos rumbo a esa decisión, entonces, es momento para elegir la trucha que preparan en el lugar.
Sabrosa y confortante para comensales de buen apetito, la trucha atrapa al paladar. El chef de Josefina nos compartió la receta:
1 trucha de 300 grs.
1 morrón mediano
2 hojas de puerro
500 grs. de hongos frescos
2 cucharadas de spatzle
Sal y pimienta
1 cucharada de crema
Limón
La verdad es que viendo esa receta, nos decidimos, y no nos arrepentimos. La moza española, además, aportó lo suyo: nos recomendó acompañar el plato con un Pinot Noir de la carta.
Así, lo que empezó como una salida para comer sin rumbo fijo, se convirtió en un verdadero inevitable.