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Historia que despega: el Aeroclub Mendoza a través de los años

La asociación deportiva es la más antigua del país en funcionamiento. Se encarga de formar pilotos profesionales que vuelan por todo el mundo y ofrece clases y servicios para civiles.

Desde su fundación un 2 de agosto de 1915, el Aeroclub Mendoza ha trazado su propia línea en el cielo argentino. Fundado como el segundo aeroclub del país, ha sido testigo de transformaciones y avances a lo largo de los años. Inicialmente ubicado en la zona actual del aeropuerto, ha migrado a través de tres sedes, marcando su presencia en Agrelo y finalmente estableciéndose en La Puntilla.

En el año 1908, un grupo de «navegantes del cielo», incluyendo a los hermanos Jorge y Eduardo Newbery, llevó a cabo la creación del Aeroclub Argentino, el punto de partida de la aviación civil y militar en Argentina. En el transcurso de 1911, un pequeño grupo de habitantes de Mendoza se congregaba con aspiraciones y fascinación por la aeronáutica, marcando así los primeros pasos de esta institución.

Vuelos y personalidades: Un cielo que atrajo a lo mejor

A lo largo de las décadas, el Aeroclub Mendoza ha sido un crisol de historias aéreas, acogiendo personalidades tanto locales como internacionales en sus pistas. Desde sus primeros días, esta asociación se convirtió en un punto de encuentro para apasionados aviadores, contribuyendo significativamente al desarrollo de la aviación en el país.

Un siglo en el aire

Actualmente, el Aeroclub Mendoza mantiene viva la llama de la aviación con más de un siglo de historia. Con más de 100 socios, todos ellos pilotos civiles, el club se ha convertido en un centro de formación clave. Desde la obtención de la licencia de piloto privado hasta el entrenamiento para volar en líneas aéreas, este espacio ha sido la cuna de numerosos pilotos que hoy surcan los cielos del mundo.

“El alma del club es formar pilotos, es tener la escuela de vuelo. Acá se puede hacer toda la carrera. La primera licencia es de piloto privado y se obtiene con 41 horas de vuelo. Después se puede sacar la licencia de piloto comercial, la de instructor de vuelo y la de piloto comercial de primera clase. Tenemos un montón de pilotos volando líneas aéreas de todo el mundo que se han formado en nuestro club”, detalla Matías Orduña, Presidente de la asociación.

 Inversión en el futuro de la aviación

Como entidad sin fines de lucro, cada contribución se traduce directamente en el mantenimiento de aeronaves, la compra de combustible y el cuidado de las instalaciones. Con un equipo de seis instructores de vuelo altamente capacitados, el club no solo forma pilotos, sino que también fomenta la pasión por la aviación en la comunidad de la provincia.

Volando alto, sirviendo a la comunidad

El Aeroclub Mendoza opera desde el Aeródromo La Puntilla, un espacio público que no sólo acoge las actividades del club, sino que también abre sus puertas a otras aeronaves. Más que un simple lugar de vuelo, es  una plataforma clave en situaciones de emergencia. Desde la lucha contra incendios hasta el transporte de vacunas durante la pandemia, el club ha demostrado que la aviación no solo es una pasión, sino también un servicio a la comunidad.

“Hemos abierto las puertas, tanto del aeródromo como del Aeroclub, para, por ejemplo, poder ayudar durante los últimos incendios que hubo en el pedemonte. Desde ahí se generó la base de operaciones para manejar todo el plan de contingencia en el que operaron las aeronaves de la lucha contra el fuego del plan nacional y los helicópteros de la Policía de Mendoza”, cuenta Orduña.

“Nuestras puertas siempre están abiertas a la comunidad, tanto para que vengan y nos conozcan, como para poder colaborar en caso de emergencia, como también lo hicimos durante la época del Covid con el traslado a las primeras vacunas”.

Vuelos Bautismo: descubriendo Mendoza desde las alturas

Para aquellos que deseen probar las alturas, el Aeroclub Mendoza ofrece vuelos bautismo. Los hay de tres tipos: el primero dura 25 minutos y recorre el Parque Gral. San Martín; el segundo abarca bodegas y precordillera y tiene una duración aproximada de 45 minutos. Por último, el más largo, es un recorrido de una hora por bodegas, precordillera y Carrizal.

Estas experiencias permiten a los participantes explorar la provincia desde una perspectiva única. Una oportunidad perfecta para aquellos que sueñan con incursionar en el mundo del vuelo.

Para conocer más sobre el Aeroclub Mendoza, sus cursos y los servicios que ofrece podés visitar su página web o su cuenta de Instagram

Fotos: Martín Montero

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