Desde el viernes 10 al domingo 12 de noviembre, el ECA se convirtió en el núcleo de un suceso cultural de gran relevancia en la provincia de Mendoza. Epicentro se llamó la feria en donde participaron 20 galerías y espacios autogestivos, 130 artistas y más de mil obras de arte que se encontraron a la venta. Galerías de Rosario y San Juan, dieron el presente trayendo el arte de sus provincias.
Epicentro tuvo entre sus protagonistas a Sismo, un espacio curado por Inmendoza con el fin de llevar adelante charlas, debates y entrevistas a referentes del mundo de la cultura; así es que artistas, curadores y gestores culturales pasaron por nuestro sitio para reflexionar acerca de diferentes tópicos planteados por la revista.
Sismo, un espacio abierto a la reflexión
La charla que abrió el espacio Sismo fue sobre la «Creación de espacios autogestivos» con invitados de lujo: Diego Obligado, galerista y artista de Rosario; Daniel Rueda, gestor cultural y consultor de arte mendocino, y Marcela Furlani, dibujante, grabadora y curadora de arte. Tres personas influyentes de la escena cultural del país con las que conversamos acerca de la gestión de estos espacios, el rol que desempeñan en la sociedad y la importancia de la unión entre artistas y galerías para pujar hacia adelante.
Le sucedió una entrevista a la artista de renombre Laura Valdivieso. Ella, en una atrapante conversación, nos «abrió las puertas de su casa» al contarnos sobre su fascinante «colección de experiencias», así es como define a la gran cantidad de obras de arte que atesora en su hogar. Tiene desde un mural de Egar Murillo y obras de Cayetano Arcidiácono hasta obras de artistas jóvenes como Facundo Díaz o Francisco Heredia.
Comenta Valdivieso que las obras que recopila tienen que ver con una parte del artista que los define, que encuentra en esa expresión algo que hace al artista. «Muchas de las obras que poseo tienen que ver con una época en donde intercambiamos arte con amigos que hoy son artistas consagrados». Junto a su esposo Miguel Gandolfo se encargan de sumar obras a esta colección en la que predominan artistas mendocinos, «no viajamos mucho, compramos arte de acá», compartió.
Invitada especial de Epicentro: Susana Dragotta
El segundo día inició con una entrevista a la invitada especial de la feria, hablamos de la artista Susana Dragotta, quien, aunque se recibió de la Universidad Nacional de Cuyo de grabadora, se consagró como escultora. Dialogamos sobre sus procesos creativos que, en sus palabras, «son mucho más interesantes que la obra terminada, uno piensa, ve, descubre e investiga. Escribe y hace un dibujito y viene otra idea y otra invención. Lo más interesante de la obra para mí son nuestros cuadernos de artistas, ahí es donde está todo». La artista agrega «son procesos muy complejos y muy interesantes, es más hermoso que la obra terminada para mí».
La escultora de materiales blandos comenta que después de muchos años descubrió que su obra siempre ha girado en torno al camuflaje y a la armadura -como defensa o como ocultamiento- y que está relacionada con la vida animal. Los materiales blandos son un recurso con el que siempre se sintió cómoda, los que le permitieron realizar obras de grandes dimensiones sin la dificultad que conlleva el trabajar con materiales más duros y pesados.
La artista nos regaló un recorrido sobre su obra y trayectoria, de hecho, expuso una de sus esculturas de inmensas dimensiones en la nave central del ECA, siendo así el punto neurálgico de Epicentro, donde todas las miradas convergieron.
Las identidades del arte en Mendoza
El siguiente debate fue de los más interesantes de todo el ciclo, en primer lugar por sus protagonistas: Facundo Díaz, galerista autogestivo; Juan Pablo Inzirillo, artista visual mendocino, y Egar Murillo, maestro de las artes visuales nacido en Jujuy y mendocino por elección. Hablamos de las identidades del arte en Mendoza.
El debate circuló por diversos caminos. Planteos sumamente interesantes como por ejemplo, la idea de que la identidad del arte mendocino tiene que ver con el contexto geográfico, es decir, nuestro paisaje de montañas y acequias. Y también, con contextos históricos, como el arte de los años 70. Murillo mencionó que «hubo una identidad política argentina en donde estuvieron artistas como Spilimbergo, Berni, Alonso, Carpani y el cine de los ‘60, ‘70… eso también ha marcado cierta identidad cultural».
Es oportuno mencionar en este punto la carencia, haciendo alusión a los años que muchas de las instituciones museísticas y centros culturales estuvieron cerrados producto de la falta de políticas culturales. La realidad es que podemos identificarnos «desde muchas perspectivas y en potencial», intentando ponerle un ADN a nuestro arte mendocino.
Juan Pablo Inzirillo opinó al respecto: «Mejor pensar en las identidades del arte mendocino, una categoría más amplia e incluso todavía insuficiente porque estas identidades pueden cambiar en el tiempo».
A lo que sumó: «El arte mendocino es, desde mi punto de vista, un conjunto de identificaciones que desarrollan identidades. Pretender tomar una identidad para describir el arte mendocino es una tarea en vano y solo sería un recorte de la diversidad de posibilidades que los y las artistas ofrecen».
Facundo Díaz, en concordancia con las palabras de Inzirillo agregó: «Podríamos hablar de que la identidad nacional es la diversidad». Además reflexionó acerca de la educación en el arte y como aquello también, en cierto punto, puede llegar a definir una identidad: «Si hay una identidad es hacer las cosas a pesar de todo».
Uno de los interrogantes que más resonó fue el que expresó Juan Pablo: «Argentina es periferia de los centros artísticos mundiales y Mendoza es periferia del centro como podría ser Buenos Aires».
¿Hay que pasar por los centros para legitimar el arte?, pregunta que surgió durante el debate. A lo que Inzirillo interpela: «¿Es posible no ser legitimado por el centro y existir competitivamente en paralelo?».
Todos los artistas de la periferia viven una situación totalmente diferente a los artistas del centro. ¿Podremos identificarnos como artistas de la periferia sin que eso sea algo peyorativo?, un cuestionamiento que nació a partir de la consigna dada por Inmendoza.
Cada uno desde sus experiencias y bagajes, reflexionaron acerca de este interrogante tan amplio como incierto. La necesidad imperiosa de identificarnos cada vez se ve más lejana, «se vuelve un poco superflua», expresó Furlani, moderadora de la charla. Lo que sí quedó claro es que es imposible hablar en singular y que, probablemente, en la actualidad mendocina, las identidades están atravesadas por la diversidad y la puja de crear desde lo colectivo.
La última entrevista del sábado se dió bajo la temática de galerías digitales. Franco Contreras nos condujo por el increíble universo de la virtualidad. Los oyentes interesados se quedaron hasta el final para entender acerca de cómo la virtualidad nos atraviesa y cómo ha permitido a las galerías posicionarse y «democratizar las visitas ya que las personas no necesitan ir a un espacio físico para consumir arte», así lo caracterizó el artista.
Franco presentó la «Galería Revoque», su galería virtual ejecutada en 3D que permite a artistas visuales montar su obra en la virtualidad. «En los comienzos, cuando hice el proyecto, pensé en todas esas ideas que por cuestiones físicas, logísticas y económicas no se podían llevar a la realidad, todo eso iba a entrar en Revoque. Cuando escribí sobre ella, el texto decía: ‘Poder meter a un elefante en una sala, a nivel creativo no tiene límites’».
Sin dudas es un proyecto muy innovador en donde priman, por sobre todo, las ideas. El desafío más grande de las galerías digitales, concluye Franco, «es mantenerse visibles entre tanto información».
Sismo y su último día en Epicentro
Al espacio de Inmendoza siguieron llegando invitados de lujo, lo cual permitió un momento de reflexión entre tanta expresión visual. Se pudo poner en palabras tópicos que dejaron a los artistas pensando acerca de su hacer desde esta feria Epicentro hacia adelante.
El primer debate del día domingo fue acerca de los sistemas de montaje y de cómo potenciar una obra de arte a través del mismo. De él participaron Franco Cazzola, artista y gestor; Mariel Matoz, artista y curadora, y Mariana Mattar, encargada del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza.
Para introducirnos en esta charla, Mattar comentó que «el montaje es el significante de la obra», haciendo la distinción plástica de significado y significante, el segundo es cómo se presenta el primero, en este caso, la obra.
Matoz partió de la base de que todas las expresiones artísticas «ocupan la espacialidad de alguna manera ya sea un cuadro, una escultura o una obra en la virtualidad que necesita de dispositivos para proyectarse». Es por eso que el montaje de toda obra es esencial, es la manera en la cual va a habitar el espacio. «Muchas obras ya vienen con esa dimensión espacial o esa forma de ser observada, transitada o de intervenir para el espectador o espectadora desde el momento de la producción», sumó.
Bruno Cazzola expresó que «a lo largo de la historia, el camino que ha tenido el arte y el rol del artista han estado separados de la problemática del montaje, era una inquietud que siempre era relegada a otro que se encargara de eso; actualmente un artista se preocupa por cómo presentar su obra y cómo montarla». Cazzola llamó a los artistas a retomar estos roles y a estar atentos a todo el proceso de la obra hasta su exhibición.
Una de las entrevistas más interesante y distintiva fue con Gabriela Sanchez Nieto, decoradora de interiores y propietaria de Vivant la Vie, local donde comercializa objetos de diseño y obras de arte. Con ella se dialogó sobre «Espacios pensados con Arte».
Ella piensa todos los espacios con arte y nos comentó acerca de cómo los clientes ingresan a su local en búsqueda de un objeto de diseño y se van con una pieza de arte. El hecho de poder fusionar arte y diseño en su solo lugar posibilita la apertura y la llegada a más públicos. El objeto de arte puesto en un espacio propicio para la venta indefectiblemente genera un aumento del consumo del arte.
El último debate tuvo la participación de las galerías invitadas de Rosario y San Juan. Maximiliano Venturini, artista rosarino integrante de la galería Moiras, y Luisina Fava, integrante de la galería sanjuanina Búnker. Representando a Mendoza estuvo Cecilia Carreras, de la galería Aristobula Casa de Arte.
Los representantes conversaron acerca del presente de la escena cultural de cada provincia y una reflexión a modo de cierre sobre lo que la feria Epicentro deja, los pasos a seguir y el hacer artístico de acá en adelante.
Epicentro: los tres artistas destacados
Decenas de personas disfrutaron de la feria, tanto artistas como transeúntes que vieron movimiento en el ECA e ingresaron. Todos quedaron sorprendidos por el despliegue y la cantidad de expresiones artísticas de altísimo nivel reunido en un solo lugar.
Entre todo lo que había para contemplar, Inmendoza eligió destacar a tres artistas que nos impactaron tanto visualmente como por la exquisita ejecución.
En primer lugar la obra de Francisco Bustos y sus pinturas con una reminiscencia «caravaggista» barroca y surrealista traída a la contemporaneidad. Dos óleos sobre lienzo preparados a la manera del renacimiento, titulados «Liberación» y «La decisión», en donde se representan cuerpos de los cuales solo vemos sus extremidades. Se encuentran envueltos en paños con una iluminación teatral y la sensación de que todo aquello flota sobre un plano negro profundo. Quedamos atrapados, casi hipnóticamente, por aquel enredo ejecutado con un dramatismo excepcional.
Luego, a Rodrigo Martín quien presentó «Accionar y reaccionar», una secuencia de coronas elaboradas bajo la técnica de modelado en cerámica con lustre de oro. Las coronas marcan una evolución desde una que se presenta con espinas hasta una de ramas florecidas. El cuidado en el detalle, la solvencia de la técnica y toda la simbología de sus objetos de arte marcan la diferencia.
Finalmente la obra de Nicolás Loüet, con el nombre de «Los Tecnofósiles», piezas elaboradas con material plástico de descarte. Sobre su obra, el artista comentó: «El plástico se acumula progresivamente por todas las partes del planeta. Una vez enterrados, los residuos plásticos tienen muchas posibilidades de convertirse en fósiles debido a sus características químicas. Los Tecnofósiles serán el vestigio del Antropoceno y Capitaloceno para los hipotéticos investigadores que se dediquen a investigar el pasado dentro de millones de años». Louet dialoga con lo abstracto y la figuración y nos sumerge en el mundo de los colores brillantes del plástico.
Epicentro fue un encuentro en donde el arte y la cultura se manifestaron y marcaron un rumbo hacia dónde direccionar el impulso del hacer creativo. Desde Inmendoza esperamos que sea el comienzo de oportunidades para que los artistas se muestren y el público se acerque.