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Escuela de Stand Up: humor que hace bien

Federico Marzano lidera una escuela que no sólo enseña técnicas para ser comediante, sino también para sentirse mejor

Por Juliana Argañaraz

Mariano es un chico tímido que recién sale del colegio y trata de conseguir su primer trabajo. Ana tiene 50 años y mucha dificultad para conciliar el sueño por las noches. Claudio siempre quiso ser comediante, pero nunca supo por dónde empezar. A los tres podemos ofrecerles como solución que vayan a la escuela: a la Escuela Mendocina de Stand Up.

Fundada en Mendoza hace 4 años por un bonaerense migrante, en este espacio la prioridad es el humor, y el humor como un puente para alcanzar los más diversos objetivos. «El taller sirve para vendedores, políticos, gente que tiene problemas para expresarse», detalla Federico Marzano (32), alma máter de la Escuela y fundador también del Club de la Risa, «una institución que tiene varias partes», según sus propias palabras.

Marzano se mudó a nuestra provincia hace cuatro años, siguiendo el rastro de una mendocina que le robó el corazón, y con él trajo la gran iniciativa de contagiar el humor y de formar humoristas. Hasta el momento, más de 130 estudiantes ya «egresaron» de su Escuela de Stand Up, que aunque se llame así va más allá de ese género. Y gracias a su experiencia hoy puede afirmar que el humor tiene un alcance mucho más amplio que hacer reír.

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Y por eso sus clases incluyen, entre otras cosas, ejercicios como «la alquimia de la risa», que se trata básicamente de reírnos de nuestros propios problemas y la «risaterapia». Cuando nos reímos –y si es a carcajadas, mejor– nuestro cuerpo libera neurotransmisores y hormonas (endorfina, serotonina, melatonina, colágeno, entre otras) que producen bienestar en el ánimo y también en el cuerpo. «Cuando te reís pasa todo esto, la risa fortalece el corazón, la circulación y ayuda a conciliar el sueño. Reírse cinco minutos equivale a 20 minutos de ejercicio físico en cuanto a lo beneficioso para el cuerpo», explica Marzano.

Es por eso que entre los 20 alumnos actuales de la Escuela Mendocina de Stand Up que se juntan todos los lunes a las 21 en Vararte (Chile 1230, Ciudad) se pueden encontrar personas de 17 a 60 años y con toda clase de realidades. Las clases, como cuenta Federico, son dinámicas y contienen un poco de improvisación, técnicas de guion, movilización corporal, clown, técnicas de canto y las ya mencionadas risaterapia y alquimia de la risa. Además, «técnicas para descontracturar la cabeza».

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¿Cuál sería una «técnica para descontracturar la cabeza»?, le pregunto, y el fundador del Club me pide que cante el Arroz con leche. Me da vergüenza, porque estamos los dos solos en un camarín, en completo silencio, pero lo canto. A continuación me pide que cante la Marcha de San Lorenzo: la canto. Por último, sonriendo, me pide que cante el Arroz con Leche con el ritmo de la Marcha de San Lorenzo. Ajá.

«¡Te quebré el cerebro en mil partes!», se ríe, «eso es desoxidar la cabeza. Uno está mecanizado desde que arranca la mañana y todo el año igual, siempre las mismas cosas, pero cuando te provocan ese cambio, ese quiebre, puede venir el humor. Para uno mismo y para brindar», dice ampliando la explicación. Otro ejercicio de quiebre puede ser decir tu nombre y tu apellido en voz alta pero utilizando sólo las vocales.

Pero como todas las escuelas, algún día tienen que terminar. El curso dictado por Marzano tiene cuatro niveles, cada uno dura un cuatrimestre (y hay un quinto en preparación), aunque los que deseen pueden seguir asistiendo a las clases de los lunes: «podés terminar el curso y quedarte, porque acá siempre estás generado material, sirve para distenderse», asegura. Pero lo más lindo, es que una vez que te graduás de comediante tenés un pase directo a los escenarios mendocinos.

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Explica Federico: «Todos los alumnos que salen de la escuela se incluyen en el Circuito de Comedia», un ciclo de presentaciones en vivo que se realiza en distintos puntos de la provincia, e incluso en San Juan.

«Fue formado en todo Cuyo para dar a conocer lo que es el stand up y después se le fueron sumando bailarinas de árabe y danza jazz y músicos», cuenta. Pero además de los flamantes standuperos mendocinos, Marzano hace las veces de productor y trae a la provincia, cada 15 días, a los comediantes más famosos del país y de los países vecinos. De ese modo, sus egresados tienen la chance de compartir escenarios con los más grossos del ambiente, y nosotros de disfrutar de un show de humor de primera línea y made in Mendoza.

En detalle:

Las presentaciones (cada 15 días). Miércoles: Maldito Perro (San Martín Sur). Jueves y viernes: Cambodia (Tupungato). Sábado: Vararte (Chile 1230, de Ciudad) dos funciones, a las 22 y 0.30. Domingo al mediodía: Bar Up (Cacheuta) y a la noche en San Juan. Entradas: entre $60 y $80. La Escuela de Stand Up cuesta $400 por mes, y hay formas de «becarse».

Más info: Facebook.com/escuelamendocinadestandup

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