Luego de vibrantes años y un longevo recorrido lleno de experiencias vertiginosas, el dúo Myōos conformado por Mariano Vouilloud (Polaco) y Pablo Pérez decide dar un respiro profesional y emprender una nueva etapa.
Comprendiendo a la vida y a los vínculos como algo impermanente y mutante, la dupla no hace más que materializar sus deseos individuales poniendo en pausa el trabajo musical que llevan en conjunto. Mariano asegura que «no es para dramatizar, tomamos esta decisión para crecer. La separatividad es parte de la vida. Inconscientemente estamos tomando caminos separados. El cambio es parte de todo, somos gente mutando y aprendiendo constantemente, eso no te convierte en hipócrita. Me interesa dar un mensaje a la gente que quiere formar un grupo, banda o lo que fuese, sobre la importancia de la comunicación. Que se comuniquen las cosas, es algo fundamental para funcionar en conjunto», aconseja Polaco.
Con el fin de crecer y expandirse en niveles individuales y personales el dúo toma la consiente decisión de oxigenar esta gran edificación que han construido con amor y esfuerzo a lo largo de los años. Entendiendo esta resolución como un break, no perdamos la esperanza y avidez de que puedan sorprendernos azarosamente en las pistas en un futuro.
Érase un 2016 cuando dos adolescentes comenzaban a pisar tímidamente las pistas sin muchas experiencias, incursionando en el mundo de la electrónica, inicialmente con el género de tech-house.
«Nos unió la música, específicamente la electrónica. Empezamos a compartir todo, casa, auto, familia, amigos, nos unían muchas cosas más. En esa época, a mediados de 2017 me fui a Europa para tocar tech house allá. Mientras Pola se quedó acá volcándose al techno» – ¿Se puede decir que eran como una pareja entonces? – «Más que una pareja», nos comenta Pablo entre sonrisas.
Justamente esa sinergia chispeante e infinitas ganas de aprender y variar en estilos fue lo que anidó en la dupla, y los impulsó a buscar con éxtasis una identidad musical.
Con una escala de valores definida y una filosofía basada en el amor, el respeto y la sensibilidad, no solo comparten una visión musical, sino que subyace un mensaje muy potente de consciencia que transmiten de forma cristalina y pura. «Teníamos ideas claras en conjunto sobre valores, maneras de manejarnos. Buscábamos lo mismo en cuanto a personas y niveles energéticos en dónde vibrar», se sincera Pablo.
Y así finalmente se conformaron como grupo en 2018 bajo el nombre de Myōos.
Cuentan ambos que el nombre surgió de un libro llamado «La vida un enigma», escrito por el filósofo budista Daisuku Ikeda, donde los sorprendió el concepto de Myoon, que se refiere a «música y arte en estado de compasión».
«Compartimos esa filosofía porque Myōos es más que música o una marca, justamente por el sentido que le damos. Decidimos modificar el final del concepto cambiando la N por la S para brindarle a la palabra una sonoridad más amable y fácil de pronunciar», afirma Mariano con vehemencia.
Conquistando distintos estilos, comenzaron a adentrarse en un techno más fuerte, «nos dimos cuenta de que no podíamos tocar a 130 BPM (unidad empleada para medir el ritmo en música) en todos lados, buscamos un punto medio equilibrado. Siempre supimos leer la pista, queríamos ir más arriba pero conservando la sensibilidad de nuestro mensaje». Comenta el grupo refiriéndose a su paso por el Techno.
Indagando por sonoridades diversas lograron redefinirse en lo que sería «melodic house and techno», aunque aclaran que es casi imposible encasillar la música electrónica en géneros por la rica diversidad musical existente. «Hay veces que en un set mezclamos más de cuatro géneros y quizá le gente no se da cuenta, es medio imperceptible», aclaran. Además agregan «nunca hemos puesto un mismo set en todos estos años. Somos maleables, fuimos mutando y adaptando nuestra música. Dentro del melodic house and techno hay organic house, inddie dance y afro house llevado al melodic techno, progressive…, siempre prevaleciendo la esencia del techno».
Y así rondando por la versatilidad, el gran dúo logra mantener siempre su identidad musical y brindar un mensaje sensato y sincero.
Regocijándose en la búsqueda musical y el paso por distintos y estrepitosos escenarios, la gente comenzó a percibir más sensaciones con sus presentaciones. «Sentimos que el mensaje llegaba claro y eso es lo más gratificante, es como ir a un buen restaurante y terminar satisfecho. Podíamos observar que así se iban los espectadores, satisfechos, y que a la vez nos elegían», cuenta Mariano.
Con las fechas lograban un profesionalismo transparente, donde ya no ensayaban y bastaba con una pre escucha de temas para lograr esa conexión entre ambos. «Pinchar es como andar en bicicleta, una vez que sabes ya no hace falta ensayar», asegura Pablo.
Su camino fue evolutivo tanto en lo personal como en lo musical y con un sentido sustancial muy claro que rompe las fronteras de los sonidos. Mariano resalta: «Myōos es más que música, Myōos nos ha hecho crecer a los dos en miles de aspectos, nos ha hecho llegar a experiencias increíbles. Un proyecto lleno de aprendizajes».
Entre luces, movimiento, gente bailando y buena música, se respiraba en el aire esa atmósfera condensada de amor y sensibilidad que transfieren con naturalidad a su enérgico público.
Comenzaron a llenarse con la sensación que provocaban en la gente, cómo se acercaban a ellos después de los toques a felicitarlos y darles amor.
Uno de los shows importantes que rescatan fue su paso por la Primavera Folck de 2021, posterior a un tiempo extenso de pandemia sin fiestas multitudinarias. «No veíamos mucho a la gente desde donde estábamos tocando, dudábamos sobre si les estaba gustando o no. Cuando bajamos vinieron todos a saludarnos y a darnos mucho cariño. Mis papás estaban emocionados hasta las lágrimas y no entienden nada de electrónica. Ahí te das cuenta que uno transmite lo que siente .Uno es tan puro con la sensación que le genera la música, que luego se traspasa a la pista y la gente lo percibe», expresa Pablo.
Interpretemos la separación de Myōos, no como algo irreversible, sino como parte de un proceso de respiro y sanación para los artistas. Un tiempo durante el cual indagarán en su desempeño por labores más intimistas e individuales. Pues la circularidad de la vida puede sorprendernos con la aparición de los artistas nuevamente com dúo. Nunca se sabe.
Mientras tanto disfrutar lo vivido, la excelente música que el grupo perpetuó y creó desde el alma, y las miles de emociones que han generado al público en su paso por clubes, boliches, fiestas masivas, fiestas privadas y todo tipo de ambientes en donde los chicos han puesto más que su cuerpo.
Muchas veces es ineludible la separación en la vida humana, lo importante es aprender. Agradecidos del arte y de su fuerte mensaje, le decimos a Myōos no adiós, sino hasta entonces.
Inmendoza agradece a Myōos, por elegirnos como medio para formalizar y expresar oficialmente tan importante noticia. Ultimo show del dúo: el día 24 de julio en Wabi.
Nota: Catalina Giachino