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Eduardo Hoffmann: El arte como quiromancia

Sus recientes retratos sobre acetatos, que involucran a distintas personalidades de Argentina y del mundo, nos llevan en esta charla por un viaje artístico conceptual en el que Hoffmann se remonta a las Cuevas de Altamira y las grutas de Bogao en China.

Eduardo Hoffmann, el artista mendocino radicado en Buenos Aires, cuya obra forma parte cada año de las subastas de Sotheby’s, y se exhibe en extraordinarios edificios de Europa como el histórico Rosewood Hotel en Londres, el Swiss Life en el Boulevard Haussmann de París y el Caja Sol de Sevilla, también en Hong Kong, India y Malasia, en Buenos Aires y otras grandes ciudades del mundo, nos sorprende permanentemente con técnicas lúdicas e inesperadas. Es que en sus últimas obras, Hoffmann retrata a sus modelos sobre un film translúcido que los envuelve, en un procedimiento que nos resulta impactante y novedoso.

«El Mylar de Dupont (film de polyester) llega a mi vida como en el ´98. En esa época lo usaba como un desmoldante, pero luego, al poco tiempo se volvió un soporte en sí mismo. Hago los retratos sobre acetatos, envolviendo a las personas, luego la obra se entela, se completa y termina con un sello muy personal», explica el artista.

Con esa técnica Eduardo ha logrado más de cien retratos a pesonalidades como Sean Mc Keown, director del Cirque du Soleil, Marcelo Longobardi, Mariana Manccini, Tini de Bucourt, Florencia Aise, entre otras. «El proceso te permite un acercamiento muy especial y se produce una relación muy interesante», asegura. «En el caso de Sean, mientras lo pintaba, me contaba anécdotas de sus encuentros con Paul McCartney, Yoko Ono, Messi, es decir todo lo que sucede tras bambalinas en el retrato es mucho más interesante y uno utiliza este diálogo, este intercambio y las devoluciones que se producen para la obra de arte. Hay una simbiosis muy atractiva».

 

¿Envolves en el acetato a tus modelos y vas pintando arriba de ellos?

Sí, y todo lo que se habla y se siente enriquece la obra. Es como lo que sucede en la película La llegada, donde Amy Adams (la Dra. Louise Banks) toca la pantalla y se conecta con extraterrestres a través de su lenguaje que es la tinta. Lo que sucede con los reatrato en acetato tiene que ver con eso. ¿Vos te acordas de quién era Copperfield?

Sí, el mago….

Si él te contara cómo hacía desaparecer un ómnibus en la plaza ¿no se perdería la magia? Hay una receta muy buena que algunos artistas describen en sus procesos y tiene que ver con el recuerdo. Yo, por ejemplo, cuando visito algún museo de arte moderno, si alguna obra me parece de técnica insospechada, prefiero no indagarla e investigar sobre mi propia percepción.

¿De qué se trata lo que estás encarando ahora?

Estoy en un momento de intensa actividad porque me da mucho placer estar en mi taller trabajando. Empiezo a pintar muy temprano, con el insomnio y me voy de noche. Lo que estoy haciendo tiene que ver con la premonición, una especie de quiromancia forzosa.  Esto pasaba en las Cuevas de Altamira y de Lascaux con el hombre prehistórico, lo que pintaban en la piedra era una premonición. Estas obras son maravillosas, creían que lo que estaban pintando iba a suceder.

Es un poco lo que pasa también en las grutas de Mogao, en los alrededores de la Ruta de la Seda de China,  los monjes budistas representaban la vida del Buda en contraprestación de buenos augurios para su comercio de la seda.

¿Has estado ahí?

Sí, es una locura. Aconsejo a todos los interesados en la pintura o lo espiritual que antes de morir conozcan estas grutas. En el Vaticiano, por ejemplo, hay representaciones de lo espiritual, en Mogao está la espiritualidad misma, es un tesoro magnífico. Yo vi al caballo del Guernica, alguien le describió esa imagen a Picasso porque es muy similar. Hay unas 800 cuevas con obras que se remontan al siglo 300 dC y ahí lo vi. Alguien tuvo la lucidez de no destruir esas grutas que son oro puro.

¿Y qué estás tomando de todo esto en tu obra, en cuanto al arte que se anticipa?

Fijate que si se podía anticipar la historia pintando sobre piedras, yo lo hago con una persona, un alma, un espíritu, un corazón. Estás dialogando en tu quiromancia con alguien vivo, entonces pueden suceder conexiones infinitas: buenas, malas pero sobre todo muy profundas.

Vos sos el mago, el medio…

Exactamente, uno se hace mejor a través del otro, del diálogo…La línea es emocionante, tiene que ver con la relación de amor en la que hay una devolución. Cuando pinto sin modelo el diálogo se produce muy al final. Aquí el diálogo es de principio a fin.

El retrato clásico se genera con distancia…

Sí, yo en este caso estoy involucrado, estoy adentro de la obra.

¿Qué estás preparando para mostrar?

Expongo permanentemente, en Atamisque inauguré una muestra muy completa y estamos trabajando para hacer algo en conjunto con sus vinos y el arte. Ahora en julio inauguro la muestra Symbiosis en Kuala Lumpur junto al artista más destacado de Malasia, Awand Damit Ahmad.

Algo muy importante que me pasó este año es ser parte del proyecto de Norman Foster en la India. Me pidieron una obra de 90 mts2 para el el Gran Hyatt Gurgaon. Otro dato a destacar es que el interiorismo lo hizo nada menos que Tony Chi.

Y la primicia que te quiero contar es que todos los años me invitan a Sotheby’s dentro del catálogo de Latin American Art, pero este año me invitaron para ir como artista global, estaré en noviembre en la subasta anual.

Fotos de portada y primer scroll: Gentileza Carlos Calise

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