A 80 km de la Ciudad, transitando buena parte de caminos arenosos y arbustos típicos del campo mendocino, nos encontramos con el portal de la Estancia Bodega El Retiro. El establecimiento impacta por el contraste que generan las verdes pasturas, sus sistemas de riego y los campos incultos que lo rodean. Pero lo más sorprendente es la sala de arte que se descubre en el interior de la bodega. Se trata de la Colección Privada Familia Alfredo Vila Santander, “un valioso acervo de obras de arte histórico y contemporáneo, cuyo eje central, en términos de estilos, es el grupo de pinturas, objetos e imaginerías religiosas asociadas a la escuela cusqueña o a su descendiente, la potosina”, explica la artista y curadora de la muestra Laura Hart.
De enorme valor histórico y patrimonial, “la colección rescata una página de la historia del arte latinoamericano” en una sala especialmente diseñada para exhibirla que se destaca por sus dimensiones y toda su presentación. Así, pinturas traídas del Cusco peruano y también de Bolivia, con sus típicos marcos dorados a la hoja se exhiben sobre muros rojo bermellón. Ángeles arcabuceros, vírgenes, pinturas de la sagrada familia y toda la imaginería religiosa y pagana que se inició en el siglo XVI por las regiones alto andinas de América Latina se reúnen en esta interesantísima colección que fue formando en sus viajes Alfredo Vila Santander.
Daniel Rueda, director de la sala de arte comenta que “apenas Alfredo decidió abrir al público la colección, un equipo de profesionales hizo un detallado relevamiento de más de cien obras para su puesta en valor. Se trabajó en la distribución y ambientación del espacio para albergar un recorte de la extensa colección, plasmando un guión expográfico curatorial. También se ha proyectado un plan restauración de las obras, en base al diagnóstico recibido”.
Para Rueda la colección “es un bien patrimonial pensado para todos y que no sólo suma valor a la Estancia Bodega El Retiro sino al acervo cultural de Mendoza y la región”.
En una sala contigua pensada para muestra temporales hoy se exhibe Dilema, de Daniel Bernal, donde el artista mendocino, de alguna manera inspirado en León Ferrari “nos desafía a ejercitar el pensamiento crítico”, con obras que respetan la simbología religiosa pero introducen elementos para una reflexión.
Arte y campo
Estancia Bodega El Retiro es un complejo pensado para eventos ganaderos y la visita de turistas donde no solo se aprecia esta novedosa colección de arte religioso, se puede disfrutar también de una típica pulpería argentina construida de adobe, ambientada con afiches publicitarios de época; de caballerizas y pistas de rodeo con tribunas para la exhibición y prueba de caballos; boxes para artesanos hechos de quincha; una capillita también de adobe decorada con imágenes religiosas cusqueñas; un salón enorme donde se construye el futuro Museo del Vino.
El arte están inmerso en todas las edificaciones de la estancia, esculturas de caballos de Guillermo Rigattieri, gigantescos murales que recrean las obras de Molina Campos forman parte del concepto que define al establecimiento: arte y campo. De los proyectos que están en etapa de desarrollo, Vila anticipa: “estamos haciendo habitaciones en las piletas de la bodega, y en el sótano estamos emprendiendo con cultivos de cannabis, especialmente flores para el consumo, de acuerdo a la ley que fue aprobada”.
La sala de arte Ruth Santander de Vila, en Estancia Bodega El Retiro se puede visitar los primeros sábados de cada mes. Para mayor información contactarse a [email protected] o al Instagram @estanciabodegaelretiro
Fotos: Valeria Mendez