Déborah de Corral está intacta. La ex modelo, posteriormente música y ahora flamante cocinera estrella prepara el lanzamiento «progresivo» de su segundo disco solista y dice que quiere ir despacio para que la gente que la sigue «vaya familiarizándose con el sonido porque es muy nuevo, quiero sacar canciones de a poco, tocar en vivo, hacer videos» cuenta.
Piel tiene un sonido mucho más pop que su primer trabajo solista Nunca o una eternidad (2011). Cuenta: «es un sonido más moderno, con mucha programación, mucho sintetizador, bien del pop actual sin llegar a ser súper comercial, sigue siendo indie pero es mucho más energético».
Instalada en Miami desde hace un año –«por motivos personales y sentimentales»– dice que su vida se divide entre la música y la cocina en un 50 y 50, aunque reconoce que en este momento, próximo a las presentaciones del disco, esto se lleva casi toda su atención: «no podés hacer dos cosas a la vez y hacerlas a las dos bien», dice.
Sin embargo está segura de que quiere seguir cocinando, y los vinos mendocinos son una muy buena inspiración. «Con Mendoza no tengo mucha relación y eso es algo que hay que solucionar, pero soy fanática de los vinos, soy buena bebedora y a los vinos hay que maridarlos con buena cocina. Acá, buena gastronomía no falta para nada, pero me gustaría traer a Mendoza esa data más exótica y más internacional, de especias orientales o marroquíes, toda la data que vengo investigando en mis viajes y que me encantaría fusionarla con los productos autóctonos de cada provincia. Y en cuanto a los vinos ver qué pasa, que no termine todo en el típico asado, o cordero al horno de barro, sino en algo un poquito más jugado» dice.
Cuenta que su programa en El Gourmet, Algo de mí (2013) le abrió las puertas a este mundo de la gastronomía, en el que se define como autodidacta. «Para mí era una fantasía total, así que ahora estoy viviendo mi segunda fantasía. Así como cuando era adolescente soñaba estar en un escenario cantando mis canciones (y lo vengo haciendo hace 10 años) ahora me pasa con esto de la cocina, así que la vida ha sido buena conmigo».
Déborah de Corral llegó a Palmares Open Mall para festejar el Día de la Mujer junto a las mendocinas y deleitó al público con algunos de sus temas y unos covers junto a su guitarrista Nico. Su belleza –la misma que le hizo cosechar admiradores en los ’90, y que conquistó a hombres como los Soda Stereo Gustavo Cerati y Charly Alberti– no pasó desapercibida entre los presentes. Por eso fue inevitable querer saber la fórmula de su juventud: «Es mental: si todavía tengo cara de nena es porque soy una inmadura total que lo único que quiere es tocar y cantar y hacer música todo el día. Eso me mantiene alegre» responde, medio en chiste y medio en serio.
«El secreto, que no es ningún secreto sino algo que todas deberíamos practicar a toda edad, es: dentro de las responsabilidades que cada una tiene, hay que darse un tiempo para las cosas que disfrutás, esas cosas que a una la hacen sonreír, todas esas cosas que dejaste de lado por ser un ser responsable de la sociedad, y ahí vas a ver cómo te cambia la cara, y ahorrás un montón de plata en cremas… ¡y cada tanto una exfoliación con limón y azúcar!» cierra.
«Hay que humectarse y estar contenta, la fórmula de la juventud. ¿Cirugías? No tengo, todavía soy joven… Preguntame de nuevo a los 50».
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