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Andrés Piña. “La indómita luz se hizo carne en sí”

La obra que el artista Andrés Piña produce nace a partir de una inagotable curiosidad desde donde abre paso a mundos particularmente experimentales, que sorprenden con sus resultados.

Andrés Piña es un joven artista mendocino que nace en San Carlos (Mendoza) en 1992. En el año  2011 comienza a estudiar artes visuales en la Universidad Nacional de Cuyo, y se interesa principalmente por el arte contemporáneo.

Andres Piña
El artista Andrés Piña.

Paralelamente a sus estudios produce obra a partir de experimentos con materiales inorgánicos, y orgánicos. Nos cuenta que sus primeras producciones las lleva a cabo en privado, sin exhibiciones, experimentando, ejercitando y registrando los resultados de su incansable curiosidad.

 

Andres Piña
“La anunciación”. 2013. Imágenes encontradas en internet. Impresión sobre papel. 580mm x 380mm. Andrés Piña.

 

Andres Piña
“Las tres gracias”. 2013. Imágenes encontradas en internet. Impresión sobre papel. Andrés Piña.

 

Pero, por suerte para quienes disfrutan de las tantas y personales manifestaciones del arte contemporáneo, su obra sale a la luz en la escena mendocina… Así la “indómita luz se hizo carne en sí”, a través de obras fuertes, impactantes y reflexivas, donde los sentidos de la historia y de la vida se vuelven conceptos casi impredecibles, casi ilegibles, pero siempre presentes.

Video: http://vimeo.com/84730267

“Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora”.

(William Blake-Fragmento)

El fragmento de este poema es una cita en su obra, pero esta cita (como muchas otras) no es señalada por el artista, pues él pone en mano del espectador (y de su curiosidad) llegar al encuentro con las mismas, y descubrir los diversos sentidos que tiene una obra.

En el año 2012 sorprende con su primera muestra individual en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza (MMAMM). La muestra exhibe una serie de obras denominada “El fin de la vida como el principio de la misma”; dicha muestra será para Andrés la consolidación del comienzo indiscutible de una inagotable carrera artística.

 

Andres Piña
“El fin de la vida como el principio de la misma #003”. 2012. Corazón de cabra, cal, hidrogel, plantas, vidrio, poliestireno de alto impacto, disipador eléctrico. 65,6 x 36 x 33 cm. Andrés Piña.

 

Sus obras, desde las primeras hasta las últimas, están hilvanadas por la certeza que tiene Andrés de que “indagar sobre la materia, y en ese caso sobre la vida (como tránsito de esa materia) es pensar en la materia como una herencia. Como si se tratase de lo único que siempre nos va a trascender”. Y en ese sentido, la obra que nos trae para la próxima edición de “La imagen accesible” es de una exquisita coherencia con su  pensamiento.

 

Andres Piña
“Sin título”. 2014. De la serie “Mi carne existía antes que yo”. 2014 (sangre del artista, desecada y cubierta en sulfato de cobre cristalizado; plato de metal; cúpula de vidrio. 18 x 12 x 12 cm).

 

 

 

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