El verano y el calor nos invitan a tomar bebidas refrescantes para aliviarnos y dentro de las más elegidas están los vinos blancos que, gracias a sus cualidades, los convierten en grandes aliados para esta época del año. Son fáciles de tomar y de digerir, acompañan a la perfección platos frescos y son una muy buena elección para combatir las altas temperaturas.
Los vinos de uvas blancas son buenos compañeros para el verano porque refrescan, son un toque más ácido, contienen menos calorías y -generalmente- tienen menos alcohol, lo cual ayuda a evitar la deshidratación.
Su versatilidad es un punto a favor y es que van bien en cualquier momento del día y la noche: un almuerzo junto a la piscina, una puesta de sol con amigos o una reunión nocturna. Pero no sólo eso, sino que combina a la perfección con un sinfín de platos salados y dulces.
Los vinos de la variedad Viognier – como Famiglia Bianchi Viogner- van bien con pescados grasos grillados o curry de pollo mientras que los Chardonnay – como Zuccardi Q Chadonnay- pueden acompañarse con salmón, atún, cerdo o un plato vegetariano. Para la hora del postre una buena opción es un Torrontés -tal como San Pedro de Yacochuya Torrontés-.
Otro aspecto positivo es que ciertos vinos de esta gama suelen tener un gasificado muy fino, una sensación que en términos de degustación se la llama «agujas». Esa apreciación es gas carbónico y ayuda a exaltar la frescura.
Algo importante es que estas bebidas de uvas blancas deben mantenerse siempre frías. Lo ideal es conservarlas entre 7 y 9 grados para así servirlas en su punto justo y lograr resaltarles la acidez y moderar las sensaciones de calor que puede provocar el alcohol. Un tip para tener en cuenta es que si al tocar la botella se siente fría, el vino se encuentre en el rango de temperatura para consumirlo.
Si después de leer todo esto te tentaste con un blanco para tomar en la pileta, llevar a un picnic o disfrutar mientras preparás una deliciosa cena, Sol y Vino Mendoza te propone una selección diez etiquetas con un 30% de descuento durante todo el mes de enero.
Diez vinos blancos para disfrutar en verano
• Finca El Peral Chadonnay: Delicado y elegante. Ideal con pescados de mar, postres y comidas frías. Ver acá
• Alta Uco – Edad Media: Criado en barricas de roble francés de 500 litros, es un blanco elegante, inspirador e intelectual. Ver acá.
• Catena Zapata – DV – Blanco Histórico: Un blend que reúne lo mejor de dos variedades: el Chenin y el Semillón, logrando una combinación perfecta entre tensión y paladar graso. Ver acá.
• San Pedro de Yacochuya – Torrontés: En boca es de entrada amable con sabores a duraznos, miel, manzanilla y lima. Ver acá.
• Zuccardi Q – Chardonnay: Con reminiscencia de aromas de frutas maduras, cítricos y frutas tropicales. Ver acá.
• Famiglia Bianchi – Viogner: Seductor, con fragancias florales y frutales, destacándose las notas de jazmín y durazno blanco. Ver acá.
• Caelum – Gran Reserva – Fiano: Tiene una entrada fresca y seca, y una larga persistencia en boca. Ver acá.
• Finca La Anita – Sauvignon Blanc: Notas cítricas a pomelo, lima, quinotos y muy floral del tipo rosas rojas. Ver acá.
• Norton Grüner Veltliner: Un vino sutil con un complejo aroma a frutas blancas, cítricos y frutas tropicales. Ver acá.
• Luigi Bosca – De Sangre – White Blend: Es un corte blanco de color amarillo con reflejos dorados y verdes. Ver acá.
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