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Terror imperdible en cines: Weapons y Bring Her Back

Este 2025 parecería ser el año del terror y con estas dos producciones que ya están en la carteleras de los cines comerciales se confirma que el género late con fuerza. ¿Te animás a verlas y decirme si te dejaron sin habla como a mí?

Este año nos viene sorprendiendo con varias películas de terror que demuestran que el género sigue vivo, mutando y sobre todo, perturbando. Hay dos que se destacan, y que esta semana están en los cines. 

Por un lado, la espectacular “Weapons”, una experiencia colectiva que te hace aplaudir en la sala. Y por el otro, “Bring Her Back”, una obra brutalmente buena que te deja drenado cuando termina, haciéndote la pregunta de por qué te sometiste a tanto.

“Weapons”: La montaña rusa que hay que vivir en el cine

Si disfrutaste la mirada torcida de Zach Cregger en “Barbarian” (2022), preparate, porque con “Weapons” –“La Hora de la Desaparición” en español- este director se consagra como una de las voces más potentes del terror actual. 

El equilibrio tonal es perfecto: Cregger, quien viene del mundo de la comedia como actor y guionista, sigue siendo disruptivo pero su mezcla de horror, humor y lo bizarro alcanza una maestría que pocos logran. Salís de la sala riéndote a carcajadas, todavía con la adrenalina en el cuerpo, sintiendo que toda la audiencia compartió la misma montaña rusa emocional.

Desde el minuto uno la premisa engancha; 17 chicos desaparecen a las 2:17 am, captados por las cámaras de seguridad de sus hogares, corriendo con los brazos extendidos. La comunidad de Maybrook queda paralizada y esa incógnita es el punto de partida para una narración que se siente íntima y épica a la vez.

“Weapons” no teme romper moldes. Se arma a partir de secuencias interconectadas que, como piezas de un rompecabezas, van ampliando la perspectiva. Como una antología donde todo se entrelaza. El guión es precioso y no deja cabos sueltos, logra ese efecto de Stephen King de elevar la tensión al máximo y luego cambiar a otra historia o personaje, ofreciendo una visión más de conjunto. 

Su planteamiento narrativo ha sido comparado por el propio Cregger con “Magnolia” (1999) de Paul Thomas Anderson. Además, desarrolla personajes memorables como Justine Gandy (Julia Garner, brillante en el papel de una maestra alcohólica devastada) o Archer (Josh Brolin, un padre al límite). Y hay un personaje secundario que se roba la película, un poco como pasó con “Longlegs” este año, pero no lo voy a mencionar para evitar spoilers.

Lo que vuelve especial a “Weapons” es su audacia para entrelazar el miedo con lo insólito y el humor negro. Habla de temas pesados (tiroteos escolares, brutalidad policial, adicciones) sin perder el pulso de género.

El final es explosivo, de esos que pocas veces se ven, y te deja en un estado de euforia compartida. Por todo esto, Weapons es cine de terror de primera: ingeniosa, emocionante y de visión obligatoria. 

Está en mi Top 3 del 2025 y no hay dudas: hay que verla en sala llena.

“Bring Her Back”: Terror difícil de ver

La otra cara de la moneda es “Bring Her Back” -”Haz que regrese” en español-, que estrena en cines el jueves 21 de agosto. La segunda película de los hermanos Danny y Michael Philippou, responsables de la electrizante “Talk to Me” (2022), es una joya oscura que se disfruta tanto como se sufre. Los Philippou no buscan explicaciones fáciles: lo suyo es un shock calculado que se te mete bajo la piel y te roba el sueño.

La historia transcurre en los suburbios australianos. Piper (Sora Wong), una niña con ceguera parcial, y su hermano Andy (Billy Barratt) quedan huérfanos y van a vivir con Laura (Sally Hawkins), una trabajadora social que parece demasiado contenta de recibirlos. Y acá aparece Hawkins en un registro completamente distinto al que nos tiene acostumbrados; de la ternura de “Paddington” (2014) pasa a convertirse en una figura inquietante, con una felicidad empalagosa que pronto se revela como algo mucho más oscuro. Una de las actuaciones más siniestras de su carrera.

Desde el arranque, con imágenes granuladas de VHS mostrando un ritual macabro, la película avisa que Laura esconde secretos. Su propia hija ciega murió misteriosamente, y ese duelo atraviesa todo el relato. 

La película no tiene reparos en mostrar crueldad. Vemos cómo Laura manipula a los hermanos, intenta separarlos y los castiga con violencia psicológica y física. Algunas escenas son durísimas como Andy despertando en un charco de orina y llegan a un nivel de incomodidad extrema.

El otro niño en la casa, Oliver (Jonah Wren Phillips), lleva el horror más lejos todavía. Mudo, con un aire angelical y demoníaco a la vez. Su autodestrucción frente a cámara es de lo más perturbador que se ha visto este año.

Los Philippou filman con un estilo impresionista. Hay simbolismos, metáforas y un clima enrarecido que no da todas las respuestas, como la piscina vacía o el mechón de pelo del padre. Ese no “atar los cabos” refleja el caos del dolor y la pérdida, donde las cosas no siempre se resuelven de forma ordenada. 

En definitiva, “Bring Her Back” es más seria que “Talk to Me” en su exploración del dolor y el abuso, y sus salpicaduras de imágenes gráficas y crueldad, muchas de ellas involucrando a niños. Es más dura de ver y también más ambiciosa. Una película que exige mucho y que incomoda incluso a los fans más curtidos del género. 

Me gustó el comentario de los directores en una entrevista: “muchas películas dejan todo atado con moño, pero en la vida real eso no siempre pasa”. Esa sensación definitivamente está representada en esta película.

El veredicto final

Si tengo que recomendar sólo una para ir a ver al cine, digo sin dudas: “Weapons”. Es fiesta de terror, adrenalina y humor negro, perfecta para ver en sala llena y compartir la experiencia. Para mí, lo mejor del año en el género. Cregger aborda el terror con niños de forma excepcional gracias a la potente presencia de la comedia, lo que aligera la película sin restarle impacto. A diferencia de Bring Her Back, que es 100% drama y no tiene nada de graciosa, Weapons utiliza el absurdo y el impacto para permitirte reírte de algo que debería darte pánico.

Bring Her Back, en cambio, es una gran película que se sufre de principio a fin. Es sombría, cruel y te deja hecho polvo. La pregunta lógica es: ¿para qué ver algo que te hace sentir tan mal? 

Y la respuesta es simple: porque pocas veces el cine logra incomodarte y removerte tanto. Si te animás, vale mucho la pena.

En resumen: Weapons en pantalla grande, sí o sí. Es el tipo de cine que justifica el precio de una entrada y demuestra por qué el cine nunca va a desaparecer. De hecho, Zach Cregger priorizó el estreno en salas al elegir a New Line como productora por encima de Netflix, a pesar de que esta última ofrecía más dinero, reivindicando así la experiencia cinematográfica. 

“Bring Her Back” también hay que verla, pero mejor preparado y, quizás, en la tranquilidad de tu casa. Ambas confirman que el 2025 está siendo un año increíble para el terror.

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