Una psicóloga nacida en Buenos Aires y la otra farmacéutica, oriunda de San Rafael pero que en 2004 se mudó a Capital Federal. Ambas dedicadas a la cosmiatría y amantes del vino Malbec. Y ahora socias dedicadas a la venta de su propio vino: Skin Wine.
Lorena Ortíz y Laura Hernández crearon el primer vino antiage del mundo; único e innovador que lleva el sabor y la esencia del Malbec mendocino. Este vino desarrollado por y para mujeres salió al mercado en 2017 con una edición limitada de 6.000 botellas y no solo conquistaron al público femenino -su objetivo- sino que el 50% de los compradores son hombres.
Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Laura atiende el teléfono e instantáneamente pregunta si debía hablar más lento ya que siente haberse «mimetiza con los porteños». La sanrafaelina vuelve cada dos por tres al departamento que la vio nacer para visitar a su familia y también para asegurarse que la elaboración de su vino va viento en popa.
«Siempre estuvimos relacionadas al mundo de la estética y del cuidado de la piel; y siempre hablamos del vino porque nos gusta mucho el Malbec. Empecé a investigar qué podíamos hacer para relacionar el vino tinto con las mujeres, para romper con la idea de que es solo para hombres y que nosotras nos inclinamos más por el blanco», cuenta Hernández.
De esa charla fue que surgió su idea de elaborar un vino exclusivo para mujeres, para disfrutar en copa, que tuviera un diferencial para cuidar la piel. «Logramos hacer un procedimiento único que se hace en la vinificación y con el cual se aumenta la concentración de resveratrol (antioxidante) en el Malbec. Disminuye el estrés oxidativo que se acumula a diario en la piel», revela la cosmiatra que actualmente está patentando el proceso.
El vino es realizado con uva mendocina, en una bodega ubicada en Cuadro Benegas y lleva la firma del enólogo local Fabricio Orlando. «Él es un amigo que se copó en esta locura de ver si se podía o no hacer este vino antiage. Al plantearle el proyecto, nos miró con cara de sorprendido y luego se sumó al desafío innovador», comparte Laura.
Skin Wine fue pensado por completo para la mujer, de 25 a 95 años, activas, independientes, exigentes y que eligen cuidarse la piel mientras disfrutan de un momento de relax íntimo. Desde el vino en sí hasta su nombre, botella, etiqueta y packaging (a cargo de Estudio Iuvaro) son delicados.
Las amigas y socias apuntaron que al ver el producto, traslade a esa persona a un perfume o a otro objeto femenino. «Siempre se pensó en que este vino era de las mujeres y que lo compartían con los varones pero hoy la revelación es que los hombres también lo consumen porque se cuidan y les interesa la estética», dice Hernández desde el otro lado del celular.
El nombre del producto tiene que ver con la piel y el vino, «con la piel del ser humano y la piel de la uva, el hollejo, que es donde está la mayor concentración de resveratrol». Se trata de un vino joven, amable, suave.
Otra de las particularidades de este vino antiage es que su botella es de 500 cc porque está pensado para que la persona lo abra cuando lo desee y no tener que esperar a una reunión para así descorchar un vino; según Laura le pasaba que «llegaba de trabajar y quería darme el gusto de tomarme una copa de vino y no lo hacía por no hacerlo sola; entonces de esta manera no tenés que esperar a nadie».
Skin Wine es un vino de gama media-alta y actualmente su canal de ventas es su página web (www.skinwines.com) y sus redes sociales (Instagram y Facebook). Además, en Buenos Aires puede encontrarse en el consultorio de las emprendedoras y pronto se distribuirá en todas las provincias y se exportará al extranjero.
Fotografías: Emprendedoras, gentileza de Forbes Argentina / Etiquetas, Estudio Iuvaro / Página Web