Visitamos las instalaciones de la Bodega Renacer, un pequeño paraíso en Perdriel donde la arquitectura del establecimiento y el paisajismo nos introducen a la filosofía de Patricio Reich, CEO y propietario de la empresa, para quien «respetar el medio ambiente, su sustentabilidad y el uso racional de los recursos naturales garantizando la calidad de los vinos, es un compromiso en el tiempo».
Siguiendo estos lineamientos Renacer inició en 2018 el proceso de reconversión de la totalidad de sus viñedos propios a orgánicos. Pero el camino hacia una agronomía y enología orgánica se hace abordando diversos ejes de sustentabilidad: El trabajo desde el viñedo y todo el proceso de elaboración; vinos veganos que conforman la línea tradicional de la bodega; la certificación de la Huella de Carbono; la utilización de corchos de caña de azúcar, de energía solar en su sala de barricas y la reutilización del agua.
Manejo del viñedo, restitución de un ecosistema vital
Mientras caminamos por las hileras de Malbec, disfrutamos de un típico día de sol mendocino y notamos que de los surcos aflora un pastito verde que no es habitual. También nos sorprenden los pájaros que revolotean entre los viñedos. La finca de Perdriel que rodea a la bodega Renacer cobra vida y este ecosistema incipiente es el resultado de las prácticas sustentables por las cuales se ha logrado la certificación orgánica del viñedo.
«Las plagas se monitorean y se previenen, en caso de que haya que hacer un tratamientos curativos se utilizan los elementos autorizados por la norma que certifica que somos orgánicos, son elementos a base de minerales como azufre, sulfato de cobre, esos que usaban nuestros abuelos», nos explica el ingeniero agrónomo Gustavo Quattrocchi. Los fertilizantes son a base de materia orgánica autorizados también por la norma: ácidos húmicos, fúlicos que provienen del compost o de restos orgánicos.
«Como no existe ningún producto orgánico que sea herbicida ya que eliminar las mal llamadas malezas va en contra del concepto orgánico, lo que nosotros hacemos es controlar estas malezas, cortándolas con tractor o moto-guadaña. Hay que lograr que no compitan con la viña y manteniéndolas cortas es beneficioso porque conservan la humedad y generan un ecosistema en el suelo con flora y fauna y una linda biodinamia», asegura el agrónomo de Renacer.
En esta propiedad de Perdriel hay 10 ha. de Malbec y otras 6 de Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, la mayoría con riego por goteo optimizado.
Elaboración orgánica
Además del manejo orgánico del viñedo, Renacer también recibió su certificación como bodega orgánica. El proceso empezó a realizarse hace dos años atrás. «La bodega debe estar impecable y tenemos que separar los procesos para nuestros vinos orgánicos de los vinos tradicionales», detalla Fernando Sota, gerente de Enología y Viticultura de la bodega. «Usamos levaduras orgánicas indígenas y otras seleccionadas de algunas cepas que le otorgan un sabor u aroma buscado al vino. Obtenemos vinos más aromáticos y expresivos, es decir que el proceso orgánico genera un cambio».
Además se hace un uso razonable de sulfitos y se utilizan etiquetas, tapas y cápsulas libres de metales pesados. Otro insumo importante son los corchos ecológicos, derivados de la caña de azúcar.
«Ahora vamos a hacer recuperación de las aguas que usamos en el proceso. Nuestro objetivo es hacer sustitución de todos los imputs que necesitamos y poder generarlos nosotros, los paneles solares que tenemos nos dan el 30% de la energía que necesitamos en un día de producción, el objetivo es llegar al 100%», asegura Sota.
Huella de carbono neutralizada
En 2010 Renacer certificó por primera vez su Huella de Carbono en todo el proceso de logística y entrega. Fue la primera bodega argentina en hacerlo. La certificación se hizo en el proceso que va desde que la botella se fracciona, se viste y se entrega al distribuidor oficial. Una vez que la entidad que certifica cuantifica monetariamente la huella, la bodega paga y ese dinero se distribuye y reinvierte en distintos proyectos alrededor del mundo como plantaciones de bosques, rescate de ballenas u otros emprendimientos que ayudan a compensar o equilibrar esa huella de carbono que generada.
Vinos orgánicos y vinos veganos.
La línea de vinos certificados como orgánicos que pronto estarán en el mercado son: Punto Final Malbec, Punto Final Malbec Rosé y Punto Final Reserva Cabernet Franc.
Sin embargo Renacer cuenta con una amplia línea de vinos llamados tradicionales que han sido certificados anteriormente como «vinos veganos» ya que no utilizan productos derivados de animales para la clarificación, tampoco usan la fuerza de animales en los procesos. El objetivo de la empresa vitivinícola es lograr que todas sus líneas sean completamente orgánicas.
Sala de barricas 100% verde
Con la incorporación de paneles solares a su sala de barricas Renacer avanza un tramo más en su camino verde reforzando el compromiso con el medioambiente.
La sala destá acondicionada con sistemas de aire frío/calor, de gran consumo energético, para poder mantener la temperatura interior controlada según se necesite en cada momento del año.
Con la incorporación de estos paneles solares 68 paneles fotovoltaicos de 390 watt cada uno generan la energía necesaria. Los mismos están en el techo de la sala que alberga las barricas, y proveen un total de 26,5 kw para el permanente funcionamiento de los equipos de aire acondicionado que se necesitan para la crianza y guarda en óptimas condiciones de los vinos Ícono y Reserva.
Nota y foto de portada: Valeria Mendez
Fotos: María Eugenia Conte y Mayda Rodas