“¿Cómo le gustaría ser recordado?”, le preguntan a Quino frente a cámara. “No sé, no lo sé…”, responde. Y en ese silencio profundamente honesto se resume algo esencial de su personalidad: el pudor, la humildad, la aversión a las grandilocuencias.

A partir de esa y muchas otras escenas cargadas de emoción, Quinografía logra lo que se propone: no un repaso enciclopédico de la vida del autor de Mafalda, sino una experiencia sensorial, afectiva, humana. El documental —dirigido por Mariano Donoso y Federico Cardone, con guión de Mariana Guzzante— se estrena esta noche en el BAFICI Mendoza con sala agotada y en la provincia a partir del 7 de agosto en salas comerciales. Además, ya tiene una agenda global de acá a lo que queda del año: funciones destacadas en China, Ecuador, Brasil, México y España.
Una de las personas que hizo posible este recorrido fue Ciro Novelli, productor mendocino, que conversó con InMendoza sobre cómo fue construir esta película entre lo emocional, lo artístico y lo colectivo.
Entre lo íntimo y lo universal, entre lo autoral y lo comercial
“La primera intención fue meternos en el universo emocional de Quino. En el Quino persona. Entonces armamos una especie de diario poético, que no busca explicar sino evocar sensaciones”.
Así describe Ciro el punto de partida del proyecto. Para lograrlo, el equipo accedió al archivo personal de Quino, con material inédito: dibujos, cartas, fotos, documentos familiares. Mucho de eso, hasta ahora, jamás había sido mostrado.

“A partir de ese archivo, conseguido gracias a Marcela Furlani (sobrina política de Quino), se nos abrió un mundo. En esas cajas de los Lavado-Tejón, carpetas y papeles, había trazos de infancia, de amor, de contradicciones y de humor”.
El documental fue una coproducción entre Curandero Producciones (Argentina) y El Gatoverde (España), filmada en seis países y hablada en cuatro idiomas. En pantalla se combinan entrevistas, escenas animadas, música original y fragmentos de archivo con una estética que evita lo espectacular, para concentrarse en lo sensible.
El corazón está en Mendoza
Aunque es un artista universal, Quino vivió muchos de sus últimos años en Mendoza, y fue aquí donde eligió dejar su archivo personal. Por eso, Quinografía tiene algo de viaje de regreso. No solo a la casa de la infancia, sino a una tierra emocional que lo define.
La emoción del estreno en el BAFICI Itinerante, con entradas agotadas, es apenas el comienzo. La película se proyectará en Cinemacenter a partir del 7 de agosto y continuará su recorrido por otras provincias argentinas y festivales internacionales. Una oportunidad, también, para visibilizar el cine hecho desde Mendoza. “Acá hay una potencia artística tremenda. Hay algo muy fuerte que se genera desde acá hacia el mundo”.

Pero no es un camino fácil. “Hacer cine es difícil. Cualquier espacio que lo valide y que logre instalar la necesidad de seguir construyendo narrativas locales es bienvenido”, remarca. Mendoza, dice, tiene mucho talento en cine, teatro, música, cultura en general, pero aún falta fomento. “Lo que pasa es que hay pocos personajes farandulescos con impacto comercial. Quino quizá era el más global que podíamos tener. Y no tiene aristas oscuras, cosas que también venden. Por eso esta película también desafía esa lógica, la del sensacionalismo. Es una obra que apela a otras emociones, más profundas”.
“Es importante volver a pensar al cine como hecho colectivo”
Desde su gestación hasta su estreno, Quinografía también propone una reflexión sobre el propio lenguaje del cine y su función social. “En un contexto donde todo parece automático, donde vemos cosas mientras estamos en el celular, donde la experiencia del cine se ha transformado en algo muy individual, nos parecía importante recuperar esa idea de sentarse a ver algo con otros. De habitar una sala oscura, con otros cuerpos, otros pensamientos, y que haya un momento de silencio, de emoción compartida”, dice Ciro.

Y agrega: “Estar en una sala, sentir la risa de la gente, el llanto, la emoción… es inigualable. Por eso estamos felices con que salga en cine. Que no quede solo en lo digital. Creo que Quino estaría contento con la peli. Sus allegados están emocionados. La peli es muy respetuosa de Quino y de sus procesos creativos, pero sobre todo de lo que implica él: resistencias culturales importantes, soberanía e identidad”.
Después de todo, dice Ciro, poder disfrutar de lo que está pasando, después de lo que cuesta y lo que costó sostenerla, eso es el verdadero valor.
La escena off the record que más lo conmovió
Antes de cerrar, le preguntamos a Ciro qué escena de la película lo conmovió más.

“Es una escena que no está en la peli, que cuenta Joan Manuel Serrat, que se juntaban habitualmente en su casa con Quino y en un momento desaparece, va al baño, no baja y suben a buscarlo. Quino estaba sentado al lado de la cama de la hija de Serrat, con una bola de adivinanzas de ella y ella le decía: ‘si ponés la mano aquí, te voy a adivinar el futuro’. Quino pone la mano y no se prende la bola y ella le dice: ‘no vas a tener futuro’”.
Por último, para cerrar, le preguntamos con qué de todo se queda, qué aprendió de Quino haciendo esta película. “Me quedo con la dignidad de Quino. Me parece no solo el personaje más ilustre de Mendoza, sino el más humanista, la persona más digna”, cierra Ciro.

Quinografía no solo ilumina la figura de un genio entrañable, también recuerda que el arte, cuando se hace con respeto y sensibilidad, puede ser un acto de resistencia. El documental se estrena este 30 de julio en el BAFICI Itinerante en Mendoza con sala agotada, y podrá verse en Cinemacenter a partir del 7 de agosto. Además, tendrá funciones en distintos festivales internacionales, llevando desde esta tierra una historia profundamente humana al resto del mundo.





