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Quimera Bistro: experiencia que despierta los sentidos 

En la casa de los blends de Achaval Ferrer se encuentra esta cocina de expresión libre que invita al comensal a compartir, a probar combinaciones y a desafiar los cinco sentidos.

«Poner en foco los sentidos, dejarse guiar por los sabores, los aromas y el entorno. Explorar libremente hasta encontrar esa composición que nos llena el alma», así describen a Quimera Bistro, la propuesta gastronómica de Achaval Ferrer que se caracteriza por una cocina de expresión libre, amalgamada a la perfección con sus vinos.

Constanza Cerezo o Cons, como prefiere que la llamen, es la chef encargada de crear un maravilloso menú de dos tiempos. Platitos coloridos, sabrosos, innovadores, con diferentes técnicas de cocción y texturas llenan la mesa para hacer que el comensal viva una experiencia enogastronómica única.

La invitación es a probar las opciones y combinarlas al gusto propio, probar una cosa con otra y cambiar, para que los sentidos jueguen y despierten emociones y sensaciones. Todo este nuevo universo propuesto se convertirá en el tema de conversación con nuestro/s acompañante/s.

«Buscamos que el menú haga consciente a la persona de la experiencia gastronómica que está viviendo en el mismo momento en que está sucediendo; invitar a compartir las raciones es la manera más amena de traerlos al presente. Queremos que disfruten y que tengan una vivencia inmersiva que les dispare la curiosidad».

Quimera Bistro, un laboratorio de sabores

La propuesta consta de dos tiempos o instancias fuertes en las que se sirven los platitos con combinaciones exquisitas más un complemento que está dividido en snack, sorbet y postre; estas instancias van interactuando con la comida.

Actualmente está la carta de invierno que inicia con un snack de hojaldre en capas con cremoso de queso azul más pera en almíbar. Le sigue un primer tiempo con conservas, pickles y escabeches propios, quesos de «La Linqueñita» y una panera con diversos panificados, tostis y crackers hechos de manera artesanal. La sugerencia fue combinar el fosforito con mostaza, queso tambero, pickles de pepino más pavita ahumada y obtuvo un 10, aunque todo lo demás estuvo espectacular. 

Tras un limpiabocas de cítricos siguió un entretiempo de achuras, unas mollejas en salsa de naranja que quedaban espectaculares con el puré de cabutia y choclo con naranjas, más semillas de zapallo y papines cortados como chips. 

Y con ello llegó el plato principal de carne servida en su punto justo, condimentada con shio koji acompañado por selección de guarniciones de temporada. En la mesa se sumaron pancitos de leche, kimchi, giosas vegetarianas, zanahorias en conservas con puré de caqui en conserva; ensalada de kiwi, palta, brócoli a la parrilla y croutons de pan de salvado; papitas picantes con salsa y endivias con garrapiñada de almendras.

Un nuevo sorbet llevó frescura a los paladares y los preparó para el postre de helado de batata con mousse, una moneda de chocolate semiamargo y quinotos.

Maridaje exquisito en Quimera Bistro

Esta propuesta gastronómica se marida con cinco etiquetas de vinos de Achaval Ferrer y cada comensal elige la experiencia que quiere: Mendoza (vino joven), Appellation o Terroir (tope de gama). Cada uno opta por repetir o no un vino o varios, o también, si se prefiere, se puede escoger una botella de un vino en especial en lugar de diferentes variedades.

«Alineamos nuestra propuesta con la de bodega que sugiere tener la mínima intervención en sus vinos y dejar que se exprese el terroir, nosotros hacemos lo mismo pero versión comida», resalta Rodrigo Lodi, encargado y manager de servicio. 

Y con este motivo es que en la cocina se elaboran los fermentos y las conservas; de este modo realzan la frescura del producto y pueden congelar sensaciones que despiertan en sus temporadas para luego traerlas de vuelta en otra época del año. 

Esperamos haberte tentado con esta propuesta original y deliciosa. Con esta cocina de expresión, fusión asiático oriental, se busca preservar la materia prima local regional y fusionarla con todos los matices que la chef piensa y luego ejecuta a la perfección. Aquí todas las elecciones y restricciones alimentarias son tenidas en cuenta para hacerte vivir una experiencia única que despertará tus cinco sentidos.

Quimera Restó, en bodega Achaval Ferrer. Dirección: Cochabamba s/n°, Agrelo, Luján de Cuyo. Atención de jueves a martes, de 12 a 17 hs. Reservas y más info: acá IG: @quimerabistro

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