El DJ chileno Alejandro Paz, una de las figuras del tecno latino actual y un artista versátil que canta, baila y toca en sus sets, será la figura central del Bonus Track, cuya segunda edición se realiza hoy.
Antes del show, que será a las 0 en London Center (Las Heras 16, primer piso, Ciudad) charló con InMendoza y mostró su mirada sobre la música que domina los pies de muchos en el presente.
–¿Venís por primera vez a Mendoza?
–Es mi primera vez en Mendoza. En general, me entusiasma viajar y tocar en Latinoamérica, tiene un sentido especial porque entienden todo lo que quiero decir, se produce una conexión más profunda con los bailarines. Ahora que voy, tengo pensado conocer a la gente que está involucrada en el movimiento musical, tengo ganas de conocer a Rous, no estoy seguro si The Chica vive allí, pero me encantaría conocerla y tomar con ellos exquisitos vinos hasta que amanezca.
–¿Qué podemos esperar de tu set?
–Mucha energía. Quiero cantar todas mis canciones, improvisar las que estoy haciendo en estos días, tocar el tecno y el house latino que amo y bailar hasta la muerte.
–¿Cuándo decidiste ser DJ?
–Lo decidí hace ya unos 12 o 13 años, cuando vi a gente cercana como Diegors, DJ Xtralarge o Inti Kunza, que mezclando discos ocupaban una posición distinta al de un artista tradicional, más anónima, más parte del colectivo. Porque veía que pasaba algo, que se formaba un grupo de gente, eso me atrapó.
–¿Qué se necesita además de talento, para trascender en la escena?
–Conciencia de tu contexto, tener claro tu lugar conceptual, eso para mi es lo más importante. Por supuesto hay que trabajar constantemente y dejar de lado las expectativas de éxito, concentrarse en el arte. Amar lo que haces. Criticarte fuertemente.
–¿Qué define a tu música?
–No tengo idea, pero la gente en general me agradece el «tono».
–¿Qué discos, artistas o influencias son infaltables en tu formación musical?
–Los Prisioneros, Los Electrodomésticos, Los Encargados y Melero en general, Virus. Todo el Rock Latino me parece algo fascinante pues ocurrió entre nosotros y no necesitamos de ningún europeo o gringo que lo validara para que nos diéramos cuenta de que estaba bueno. Música hecha por nosotros para nosotros. Hermoso.