Cenas o almuerzos pop up se han convertido en un clásico que vemos circular por las redes sociales de restaurantes y de chefs reconocidos. Pero… ¿de qué se trata la experiencia exclusiva que proponen?
Nos referimos a los pop up, el nuevo concepto que significa surgir o emerger y que es usado, también, para denominar a las ventanas emergentes de Internet. Nació en Nueva York y Londres, donde diseñadores y chefs nuevos y talentosos buscaban maneras diferentes para dar a conocer su trabajo. Así se podían difundir su obra más allá de sus locales.
Los pop up vienen a romper con los moldes para darle vida a experiencias únicas y exclusivas que tienen como escenario lugares singulares. Y que no solo lo adopta la gastronomía, aunque sí encabeza la lista.
Una propuesta colaborativa
En Mendoza son un montón los sitios y los cocineros reconocidos que diagraman una nueva forma de disfrutar de una comida especial. Se trata de menús originales ofrecidos en casas, sótanos o terrazas, celebrados alrededor de una mesa amplia para gran cantidad de comensales, quienes no suelen conocerse.
Pablo Ranea es un chef referente de esta tendencia y realiza giras internacionales cocinando en las propias casas de sus clientes. En Cocina Gardenia, Ginella Mazzocca organiza cenas compartidas para coincidir y disfrutar de la intimidad de sus platitos. Y también Vicente, con su patio Muchachito, en el que juega con combinaciones veganas.
Este tipo de encuentros tienen fechas específicas y convocatorias por corto tiempo ya que es una puesta especial, de lugares limitados y con detalles organizadas especialmente para la ocasión.
Aunque también, los pop up concretan la unión de talentosos en cocinas improvisadas en sitios especiales. Como Riccitelli Wines que compartió fecha junto al restaurante Reliquia y los vinos de Canopus. Auténtico también lo hace en su ciclo La Veredita, un espacio de música, comidita y amigos en el que el cocinero del lugar se fusiona con un bartender de otro y así presentan un maridaje especial.
Chirivia regala experiencias de cocina outdoors itinerante; en este proyecto, padre e hijo cocinan y combinan sus conocimientos y pasiones para sus comensales; siempre en lugares diferentes de la montaña mendocina. Mientras que el restaurante Abrasado creó el Ciclo Sentidos, en el que dos chef trabajan a cuatro manos para servir exquisiteces de la alta gastronomía.
Pop Up más allá de la gastronomía
Según la historia, la marca japonesa Comme des Garçons es una de las pioneras en crear una tienda pop up al redecorar un garaje de New York para que, durante una semana, fuera una tienda de venta. Apple, Chanel y Nike le siguieron en la innovación.
Sofía Sarkany, la hija fallecida del reconocido diseñador de zapatos Ricky Sarkany, presentó su primera colección de indumentaria de una forma muy original y se convirtió en la primera en hacer un pop up store en el país. Hizo una instalación en forma de container en el estacionamiento del shopping Paseo Alcorta. Esa tienda móvil e itinerante llegó a Mendoza y le siguió la de Natura, que se instaló en la playa de Palmares Open Mall.
Arte y cultura como propuesta de valor
Hoy, Andes Origen se fusiona con otras marcas para hacer presentaciones de sus variedades de cervezas. Como lo hizo en el corazón de Chacras de Coria para presentar Fresquita, su opción veraniega. Se creó el Paseo Fresquito en el que hubo comiditas de la cocinera Toti Quesada junto a Monono, Cocina Gardenia, Muchachito Delivery y María Paula. Además de la presentación de los músicos locales Sasha Nazar y Feli Ruiz.
Los pop up -sea cual sea su temática- son espacios temporales que permiten ganar renombre, ampliar su presencia en el mercado y regalar así experiencias únicas e irrepetibles con personas desconocidas. Son oportunidades que aparecerán y que tras un corto tiempo desaparecen por lo que, recomendamos aprovecharlas cuando las veamos publicadas.
