Sobre calle Ceretti de Godoy Cruz está el lugar -o mejor dicho- el punto de encuentro entre el pasado, el presente y el futuro; allí está Planta Uno, un sitio histórico que está creando nuevas anécdotas y que sigue tejiendo hilos para que más adelante se sumen páginas a la bitácora.
Si uno retrocede en la línea de tiempo, allá por los años 40, 50 y 60, en dicha ubicación funcionaron los Talleres Metalúrgicos Pescarmona -Impsa-, sus naves descansaron por varias décadas de las fundiciones de metal, chispas de taladros y de construcciones de estructuras de gran envergadura. Hasta ahora que volvieron a tomar vida.
La energía se renovó, la planta uno de esos talleres industriales vuelve a tomar color y a funcionar como un mercado gastronómico que abre a diario para que las personas fundan sus vivencias en una experiencia nueva y única. Para que lo elijan tanto para un break express como para un plan más relajado.
El nuevo paseo de compras fue trabajado codo a codo, detalle a detalle, por Sofía Pescarmona y la arquitecta Valentina Monteverdi. Inmendoza tuvo el privilegio de hacer un recorrido por el lugar en su compañía y nos señalaron cada rincón y recuerdo de esta gran obra que tuvo un pasado, que está construyendo un presente y en la que se siguen planificando espacios para los días venideros.
Planta Uno y el recuerdo familiar de Sofía Pescarmona
En lo que era la planta uno del taller, hoy predomina la gastronomía pero queda la reminiscencia de los metales y de tantas familias que trabajaron allí. Miles de recuerdos están plasmados en dicho terreno, de hecho, Sofía Pescarmona recuerda dónde estaba ubicada su casa y sus andanzas en triciclo por allí.
«Para la familia, el haber creado Planta Uno es algo muy lindo, yo crecí acá. Nací en aquel espacio donde habían casitas; pasé mi infancia corriendo por estos talleres, había calles internas por las que andaba en triciclo. Es muy emotivo que vuelva a estar lleno de gente y con vida, con un futuro por delante».
En la década del 80, todo se mudó a la Planta Dos, construída en el carril Rodríguez Peña, y las naves industriales primeras quedaron en desuso; en el 2000 se trataron de reflotar y ya desde 2017, el actual proyecto de multiespacio tomó forma a cargo de la tercera generación de la familia Pescarmona.
«Decidimos hacer un concurso internacional de arquitectura para volver a poner en valor esta planta, refuncionalizarla, que volviera a tener un sentido de pertenencia para el barrio», comenta quien está al frente del proyecto familiar. La propuesta arquitectónica del estudio Arlic-Galindez-Capacciolli fue la ganadora.
Dentro de esta nueva construcción, aún hay tesoros del pasado y es que, uno de los puntos a tener en cuenta a la hora de comenzar con el proyecto, fue el de preservar la mayor cantidad de cosas posibles del edificio original; «básicamente le sacamos la piel pero la estructura edilicia es la original. Los ladrillos que sacamos de un lado y los ubicamos en los basamentos de los locales; las chapas están en los baños y así, la idea era recuperar y no desperdiciar nada».
El estilo de Planta Uno, en la voz de Valentina Monteverdi
El estilismo del nuevo mercado gastronómico de Godoy Cruz ya venía en su esencia, el patrón estaba marcado por la industria metalúrgica y todo lo que se hizo fue potenciarlo para despertar la curiosidad de los más jóvenes y el recuerdo de los que tienen más experiencia.
«Los materiales pesados están a la vista en las columnas amarillas del estacionamiento y en las columnas de hormigón super brutalistas del interior. Conservamos la estructura madre y hasta el tanque de agua que fue construído en 1940; pusimos en valor el metal. Tanto los elementos de las cabreadas de hierro como las correas se volvieron a utilizar para hacer plataformas, escaleras, rieles divisorios de los locales, canteros; las rejillas de los accesos son las originarias…», apunta Valentina Monteverdi.
En el interior de Planta Uno, se suavizó la estética al unir el color cemento con madera; si uno presta atención a las paredes, se nota una diferenciación a los tres metros de altura: «Hacia arriba se dejaron instalaciones originales a la vista, hay ganchos, mampostería, el puente grúa en el que se movían estructuras pesadas, tubos de ventilación…»
Y hacia abajo, se decidió utilizar espejos, venecitas de color rojo (como el fuego del pasado) y luminarias de mimbre para darle escala más peatonal. Hay reflectores que apuntan al techo para marcar aún más la inmensidad del lugar, además de la luz natural que entra desde el sur y una claraboya de vidrio en la parte oeste».
Todo en este espacio ubicado en Godoy Cruz es un ida y vuelta entre los años que ya pasaron, los días que transcurren y los momentos futuros que vendrán.
Paisajismo: jacarandá, coirones y cactus en Planta Uno
El paisajismo es otra clave de Planta Uno. Como Mendoza es una provincia seca, se trabajó con todas especies de xerófilas, plantas que no demandan mucha cantidad de agua. De hecho, el riego es por goteo, todo está controlado para no derrochar el recurso.
«Teníamos dos jacarandá, sobre calle Ceretti, que la familia había conservado desde el inicio así que seguimos con ese lineamiento. Se generó una sinergia con toda la flora arbustiva y hasta sumamos cactus con tunas, como elementos puntuales más decorativos».
En cuanto a la ambientación vegetal del interior, se eligieron cortaderas como elementos para independizar zonas y otorgar más privacidad a los sittings. «La idea siempre ha sido mantener la escala monumental del lugar así que elegimos macetas grandes y las plantas llegarán hasta los cuatro metros de altura».
Con miras al futuro
Sofía comparte que lo que actualmente disfrutamos de Planta Uno es «solo una primera parte, vamos a seguir creciendo en lo comercial, pronto abrirá el coworking, sumaremos actividades culturales y el tercer paso es la vivienda».
Si bien actualmente hay un cargador eléctrico que funciona para cualquier vehículo, el plan es incorporar cargadores para monopatines para así hacer hincapié en otro tipo de modalidad. La sustentabilidad y el cuidado de los recursos del planeta es un factor primordial en este gran proyecto.
Dónde queda Planta Uno
En pleno Godoy Cruz, y a minutos de la Ciudad de Mendoza, este nuevo espacio se fundó como el ideal para aquellos amantes de la gastronomía que disfrutan de la búsqueda de propuestas prácticas y novedosas. Cuenta con estacionamiento privado y con más de 30 propuestas entre restaurantes, cafés, un bar, una vinoteca, un supermercado y un sector dedicado a los productos frescos y de almacén.
Está ubicado en un corazón de manzana, al que se puede entrar por calle Ceretti al 444 y también por Hualpa y/o Colón. Se puede visitar todos los días a partir de las 8 am y, dependiendo del día, hay locales que harán horario extendido.
