Los recuerdos de contemplar los frascos de dulces caseros en la despensa de su abuela, la misma que le regalaba flores en su niñez, despertaron en Fernanda Piffaretti el deseo de hacer su propia mermelada. Las flores suelen reflejar sentimientos y belleza pero la mendocina se atrevió a llevarlas hasta nuestro paladar para saborearlas. Creó una alquimia sin igual, la de un producto gourmet sin aditivos ni conservantes con algo tan especial y sutil como los pétalos de flores.
Dulce Flor son confituras únicas en la que los sabores de las frutas orgánicas y de los pétalos de flores se maridan a la perfección y resaltan individualmente en paladar. «Tenía sabores y olores en mi cabeza y en un momento decidí ir a buscarlos, traducirlos en una mermelada y así tener una nueva experiencia», resalta.
Piffaretti es quien cultiva sus propias rosas rojas y jazmines en su pequeña huerta para así garantizar la alta calidad y frescura de sus productos como sin agrotóxicos. Los azafraneros del Valle de Uco son quienes le venden la flor de la especia y el ingeniero Alejandro Gascón, quién la ayuda en la optimización y desarrollo de los productos.
La diseñadora gráfica y chef de alma tiene en el mercado una gama de mermeladas con combinaciones únicas de sabores y notas particulares:
Como de romper moldes -y gustos- se trata, Fernanda recomienda degustar sus dulces en distintas comidas, postres y bebidas y así corrernos de la habitual tostada con mermelada. «Me gusta mucho como va con preparaciones saladas Dulce Flor brinda un toque especial», apunta.
«La mermelada de frutilla con pétalos de rosa es ideal para disfrutar con quesos, vinos espumantes y postres con chocolate y nuez pecán, mientras que la de pera conviene maridarla con quesos azules, vinos blancos y postres con jengibre y pistacho», enfatiza y continúa: «En paladares jóvenes los sabores como manzana y frutilla con pétalos de rosas son muy solicitados, mientras que en paladares más complejos, pomelo con pétalos de rosas y mandarina con pétalos de azafrán son ideales», agrega.
En cuanto a cocinar con flores, la emprendedora responde: «Es complicado. Son muchas las etapas y horas. Tenés el trabajo de la flor por un lado y el de la fruta por otro». Pero nada le quita la motivación de innovar: «Tengo idea de lanzar la mermelada de Uvas con lavanda y la jalea de vino con pétalos de rosas. Ahora las estoy probando y ajustando la receta».
«Yo espero que las flores se abran para tener un pétalo más grande y realizo un corte determinado que permite mayor floración. Me gusta cuidar de las plantas porque así siento que aporto mi granito de arena con las abejas y con el medio ambiente. Además del beneficio del uso de pétalos rojos, que aportan 150 veces más antioxidantes que los arándanos», dice la mujer que usar pétalos secos ya que tienen mayor presencia y cuerpo en el dulce final.
Las mermeladas Dulce Flor son dignas de paladares que buscan lo nuevo, de personas que desean regalar una experiencia, un momento, una oportunidad… Y también han sido las elegidas para un banquete del G20 y por el pastelero de Le Roro Cakes para la torta de aniversario de la revista Caras y al pastel de cumpleaños de Mirtha Legrand, por ejemplo.
[alert type=green ]Dulce Flor. Venta: Bodega Decero (Bajo las Cumbres 9003, Agrelo, Luján), Sol y Vino (vinería de Av. Sarmiento 664, Ciudad), Bodega Lagarde (San Martín 1745, Mayor Drummond, Luján). Info y contacto: 261-306-3338. Redes sociales.[/alert]
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Fotos de productos: Gentileza Dulce Flor