El novedoso Mercedes Benz Atego 4×4, una suerte de unimog adaptado para ir de safari con 27 pasajeros a bordo. Es el segundo año que funciona este servicio y su puesta en marcha por parte de la Municipalidad de San Carlos, ha incrementado la cantidad de personas que llegan. Los 100 kilómetros de camino, desde Pareditas (San Carlos, Mendoza) a la Reserva, no son recomendables para un vehículo sin doble tracción.
En la ruta
Paradas obligadas para disfrutar y hacer click. Subimos por el zigzagueante camino que en varios tramos imita el viboreo del arroyo Yaucha, hasta el Puesto donde Guardaparques y Gendarmería nos darán ingreso a la Reserva. Aquí, previa cebada de un mate y pago del ticket de ingreso que cuesta este año $100, podemos recorrer el sendero volcánico que nos dirá cómo entender las sensaciones estéticas y existenciales que tendremos más arriba.
Dos paradas más son recomendables. Siguiendo el itinerario, en la Pampa de los Avestruces, el contraste de esta planicie de altura con los gigantescos macizos del sur son un festival de colores y trazos áridos. Más adelante, el cruce del Yaucha con el camino de tierra es perfecto para detenerse y cargar agua del arroyo que -juran- , tiene propiedades rejuvenecedoras.
Pero volvamos al momento en que la energía de las explosiones volcánicas se siente en el aire. Algo así sucede justamente cuando se abre ante nosotros una hondonada de 17 km de diámetro, que alberga dentro de ella, al espejo de agua junto al volcán Maipo. Alrededor, cerros muy coloridos de la cordillera frontal coronan esta inmensa geografía formada en el Cuaternario. La sensación es tal, que ninguna fotografía ni estas palabras, darán la dimensión de la experiencia. El aire es magníficamente puro, el color del cielo de ese azul profundo tan mendocino, contrasta con las rocas amarillo rojizas y los coirones que crecen en el sedimento volcánico de las vegas altoandinas. A diferencia de décadas anteriores, desde hace un tiempo, se ven en cantidad, manadas de guanacos. La tarea de los guardaparques y la estricta prohibición de caza han dado sus frutos.
La pesca deportiva sí está permitida –con permiso de la Secretaría de Ambiente de Mendoza- y la Laguna es uno de los paraísos selectos de los mosqueros que buscan truchas. Los tamaños van de de 35 a 50 cm. aproximadamente. La pesca se puede practicar desde la orilla con equipos para flotar o en embarcaciones sin motor.
Historias y secretos de montaña
En la margen este de la Laguna del Diamante, un 13 de junio de 1930 capotó el avión de Aero Posta (Air France) piloteado por Henri Guillaumet. La historia se cuenta una y otra vez porque Guillaumet sobrevivió al accidente y al invierno en la alta montaña, pero fundamentalmente porque su jefe de tránsito era Antoine de Saint Exupéry, autor del Principito.
Durante el trayecto que dura el viaje hacia la Laguna, las anécdotas se tejen y destejen poniendo en clima a locales y extranjeros. Turistas de todo el mundo suben cada temporada, muchos de ellos de Francia, Israel, Inglaterra, Uruguay, Canadá y Chile.
La historia de la vieja ruta 40, desde donde parte la excursión, se mezcla con la de los cuatreros que traficaban ganado de Chile a la Argentina. El Maipo se encuentra a 7 kilómetros de la frontera y se supone que este paso no habilitado se usaba para llevar animales de un país a otro. La osamenta esparcida de decenas de vacas y caballos, alimenta la leyenda de un contrabandista que atrapado en la tormenta de nieve murió junto a su ganado.
Triste fue la suerte también en la conocida Tragedia de los Baqueanos, en el invierno de 1953. Una comisión militar de 52 hombres que realizaba el reconocimiento de hitos limítrofes y ascensiones en la zona desconoció las sugerencias de los baqueanos y se internó rumbo al norte de la laguna, a pesar de la entrada de un temporal. Al día siguiente murieron 21 militares y 2 gendarmes, por el frío y el agotamiento.
El Sendero de largo recorrido
Una de las aventuras para montañistas, inclusive para senderistas, es el ascenso al Maipo, de 5.323 m.s.n.m. Si bien la laguna, al pie del volcán, está a 3.300 m.s.n.m y los 2.000 metros que faltan ascender parecen fáciles y realizables en una jornada, los expertos recomiendan hacerlo en tres días. Desde la cima del volcán se comprende perfectamente que el gran cráter pudo haber sido esta olla u hondonada de 17 km de diámetro cubierta de lava volcánica donde el agua de deshielos y glaciares fue formando la laguna.
Uno de las propuestas más atractivas sobre las que se trabaja es la completa habilitación del ‘Sendero de largo recorrido’ ya que la Reserva de la Laguna del Diamante es la punta sur de un precioso circuito que termina en Punta de Vacas (camino Internacional a Chile). Se trata de unos 300 kilómetros que atraviesan la Cordillera Frontal, vinculando el Camino del Inca al norte con la Huella Andina, al sur. En el viaje que demanda más de una semana, los aventureros recorren valles, lagos, arroyos de montaña y glaciares que prácticamente no se conocen.
Fascinación verde-turquesa
Los aficionados a la fotografía pueden explorar el nacimiento del río Diamante en la costa sur-oeste de la laguna, allí se eleva a su máxima expresión el color verde azulado, a veces turquesa, del agua de la Laguna que da origen al Diamante. Esta hermosísima tonalidad se explica por las cianobacterias o algas azules que caracterizan a las lagunas alto-andinas. El Diamante arrastra y conserva en su largo trayecto ese color que se verá también aguas abajo, en los diques de San Rafael El Tigre, Agua del Toro y Los Reyunos que se alimentan de esta cuenca.
Las vetas del Diamante. En los escasos días diáfanos y sin viento, la imagen del Maipo y sus vetas de nieve reflejada en la laguna, conforman un perfecto diamante que inspira su nombre.
Un ambiente extraterrestre. La sensación de estar en otro mundo, bien la explica la bióloga del Conicet, María Eugenia Farías, quien refiriéndose a este tipo de reservorios de agua de altura, con comunidades microbianas que han sobrevivido en geografías y condiciones extremas dice: “las lagunas alto-andinas configuran los ecosistemas más parecidos que se conocen a los ambientes arcaicos de la tierra, semejantes, incluso, a ambientes extraterrestres”.
No se permite:
+ Ingresar con perros u otras mascotas.
+ Circular por zonas no autorizadas o a campo traviesa.
+ Extraer elementos de la flora, fauna o gea.
+ Dañar o molestar a la fauna.
+ Encender fuego en lugares no autorizados.
+ Arrojar residuos. Los mismos deben ser depositados en las bolsas numeradas que entrega el guardaparque en el Puesto Alvarado y deben devolverse al momento de retirarse de la Reserva.
Cómo llegar: La Reserva se encuentra en el distrito de Pareditas, del departamento de San Carlos, a 198 km de la ciudad de Mendoza. Desde Ciudad de Mendoza dirigirse al Sur por Ruta Nacional Nº40 hasta la localidad de Pareditas, desde este punto puede accederse a la RP101 o proseguir por Ruta Nacional 40 hasta el empalme con la RP98 que se toma hacia el Oeste.
Texto y fotos: Valeria Mendez