Skip to content Skip to footer

La Payunia: Paraíso de volcanes

La geología de La Payunia (Malargüe) es única en el mundo. Aquí, consejos sobre cómo visitarla y sus principales atractivos

En esta escapada para las vacaciones, te proponemos conocer uno de los lugares más increíbles que tiene Malargüe: La Payunia, extenso territorio donde la nada y los colores se mezclan en un rarísimo pero fascinante paisaje volcánico.

Nos da la sensación de estar en la génesis de la tierra. Los rastros de la actividad que tuvieron –y siguen teniendo– los 800 volcanes que dominan la escena. La zona es de las mayores concentraciones volcánicas de Sudamérica. Se pueden recorrer cráteres, introducirse en cavidades o estar parado en una colada de lava.

Pampas negras, manchas rojas, extensiones de vegetación amarilla, cielo azul. Parados frente al viento nos da la sensación de estar en una excursión por Marte o como dicen los guías «disfrutando de un paisaje lunar».

La geología de la Payunia es única en el mundo. Las tierras negras, residuos de las erupciones volcánicas, alternan con manchas rojas que son el efecto de oxidación en explosiones que sucedieron con lluvias y tormentas. Los coirones amarillos completan el paisaje.

Si las excursiones grupales no son de tu agrado podés entrar en camioneta, siempre con un guía habilitado que deberás contratar. No está permitido el acceso sin guía. Se puede ingresar a pie por la Pasarela, un puente colgante sobre las aguas del Río Grande que atraviesa una gran grieta de roca volcánica, de 12 metros de profundidad. Pero lo más atractivo será recorrer las grandes extensiones en vehículo. Hay una huella que nos llevará por los principales hitos que integran La Payunia con Llancanelo.

Podremos transitar por los escoriales del Volcán Santa María, por las Pampas Negras, o por los alrededores del Payún Liso y del imponente Payún Matrú. También por el Campo de Bombas, un territorio minado de las llamadas «bombas» que se forman con el material que larga el volcán. Como telón de fondo el Payún Liso, el típico cono volcánico, se impone con unos 3600 mts.

El Malacara, de 1800 m s.n.m. es un cono que se diferencia por sus características hidromagmáticas (una erupción generada por la combinación de lava y agua). La aventura te llevará a introducirte por su chimenea, o escabullirte por las cárcavas erosionadas.

A pocos kilómetros del Malacara está la Reserva Natural Laguna de Llancanelo, que significa «chaquira o perla color verde azulada». Cercano a la reserva se encuentran los Pozos de Carapacho y la Laguna Cari Lauquén. El complejo ecosistema ha sido declarado sitio Ramsar, porque es uno de los humedales sudamericanos más ricos en avifauna, situado en plena aridez de la depresión de Los Huarpes. En estos momentos se ha reducido la cantidad de agua y es complejo acercarse para divisar las aves.

En el espejo de agua nidifican, más de 150 especies de aves autóctonas y migrantes, que llegan en primavera y en verano. Un mundo bullicioso de miles de chorlos, flamencos, patos, gallaretas, taguas, garzas, peuquenes, bandurrias, cisnes de cuello blanco y negro, ideales para un excepcional safari fotográfico.

Los campos volcánicos Llancanelo y Payún Matrú fueron preseleccionados por la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO (CONAPLU) como candidatos de la Argentina a forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Vulcanólogos de todo el mundo vienen a estudiar esta porción de geología patagónica, donde –nos imaginamos– pudieron habitar los dinosaurios y hoy es hábitat de manadas de guanacos.

Valeria Mendez

[alert type=yellow ]La Payunia. A 180 Km. de la ciudad de Malargüe y a 580 Km. de la ciudad de Mendoza. Recomendamos hacer el viaje en tres días. Llegar a Malargüe, contratar la excusión o el guía (no se puede ingresar sin guía), y partir el segundo día hacia la Payunia. Para solicitar información hay que enviar un mensaje por wp al +54 9 2604801708 con la palabra: info[/alert]

Facebook
Twitter
LinkedIn