I Locks Labbé es el nombre del bajista de GONDWANA, el primer grupo de reggae en Chile y uno de los primeros en Sudamérica. Festejando los 25 años de historia ininterrumpida de crecimiento y éxito de la banda, este impecable bajista y compositor de muchas de sus canciones dialogó con INMENDOZA.com en México, después del concierto que brindó recientemente en el Pepsi Center WTC del Distrito Federal.
En el marco de su gira “Reggae & Roll” y fin del disco “Revolución” -el más maduro y potente de toda la carrera de GONDWANA-, y previo a lo que será la grabación de su séptimo álbum, el show fue un encuentro de amor y conciencia social a través de la música, eso que conecta universalmente al alma. Los éxitos como “Dulce amor”, “Mi princesa”, “Antonia”, “Sentimiento original”, “Felicidad”, “Verde, amarillo y rojo”, se llevaron todos los aplausos. La banda presentó 14 conciertos en total: uno en El Salvador, 7 en México y 6 en EEUU.
Acabás de terminar el show, ¿cómo te ha tratado esta gira?
En México tocamos incontables veces desde el 2001, al menos hacemos dos giras al año. Estoy muy satisfecho, es una buena gira, un buen momento para la banda y creo que tiene ver con nuestros 25 años. La convocatoria fue muy buena y la gente nos ha apoyado, también EEUU nos dio buena bienvenida.
¿Qué motiva hoy a GONDWANA?
Yo creo que hay una onda muy buena en la banda, se nota la madurez del grupo en las relaciones humanas principalmente. Se advierte un estado de ánimo muy distinto a los comienzos, se nota que es una banda adulta. En la convivencia, en las decisiones, es mucho más fácil cualquier cosa hoy en día que hace muchos años atrás. Eso se debe a la madurez que tenemos, con la falta de conflictos por el ego. El bienestar de la banda en general es lo que prima siempre.
¿Son amigos entre ustedes?
Eso nos ha llevado a disfrutarnos. Yo, como fundador de la banda, siempre pensé en ser parte de un grupo humano más allá de lo que es ser compañero de trabajo. Después de todas las vueltas que hemos dado en la vida hemos llegado a la posibilidad de encontrarnos como seres humanos, siendo un poquito más humildes todos. La prioridad es la finalidad del show como un todo y el hecho de entregar a la gente todo de la banda, lo mejor de nosotros.
¿Estás conforme con cómo suenan hoy?
Nunca voy a estar conforme hasta que esté mejor. Sí, quiero crecer más, creo que podemos hacer mejor las cosas: mejores canciones que las que hemos hecho. Siento que todo se puede superar. Es parte de mi esencia y espíritu, querer crecer un poquito más.
¿Los 25 años obligan a la banda a replantearse rumbos o acciones?
Es muy importante. Dentro de la banda algunos hemos convivido más de 20 años y eso es muy heavy. Con algunos compañeros hemos convivido más que con nuestras propias familias. Lo que hemos hecho nos reafirma el motivo por el que luchamos. A los más antiguos, a los que creyeron en el momento de conformar la banda y apostaron a todo. Cuando arrancamos no teníamos ninguna posibilidad de augurar lo que hemos logrado. Era muy difícil, teníamos pocos recursos y no muchos creyeron en el cuento que yo les conté. Lo hicimos de la mejor forma, con mucho esfuerzo. Pero día a día podemos reconfirmar que no estuvimos equivocados. No perdimos el tiempo, y todas las pérdidas y sacrificios que hicimos no fueron en vano. Aún seguimos cosechando los frutos de todo lo que hicimos por tantos años.
¿Qué significa el reggae para vos?
Es un género musical que llegó de la mano de un grupo que no era reggae, era Police, pero que salvó mi vida. Fue la posibilidad de encontrar ese camino que todo ser humano busca y no todos encuentran. Aquí pude expresarme, realizarme y concretar los mayores sueños de mi vida.
Vos escribís la mayoría de las canciones ¿cuál sentís más especial?
Uff, hay muchas canciones… Esto desentraña el misterio de esta banda y el por qué de su éxito. Las canciones tienen que ver con los sentimientos, con nuestras vidas, con lo que soñamos y nos pasa a diario, con lo que quisiéramos realizar. Una canción es ese canal que nos permite expresar nuestros sentimientos. Cuando formé la banda tenía un montón de cosas por decir y un montón de desacuerdos con lo que vivía. Estaba enojado también. Esa es la empatía que logramos con el público ya que finalmente las personas sienten esa canción como algo que le ocurre a una persona tan normal como ellos mismos.
El público los observa tranquilo en el show…
Cuando nos escuchan están escuchando la letra, reflexionando sobre lo que quiero decir. Por ejemplo, del último álbum “Volviendo a mi hogar” es una canción que me toca particularmente y la escribí luego de hablar con mexicanos que viven en Estados Unidos. Me pongo a veces en la situación de esas personas en quienes sus familias han depositado el sueño, y vos vas a buscarlo para lograr el bienestar de ellos; llega un momento en que te sentís solo y los extrañás. Las canciones tienen que ver con las realidades. Nosotros nunca hemos sido una fábrica de canciones. No hay ninguna que sea ficticia, que haya sido inventada para que venda. Todas tienen que ver con anhelos, conversaciones, experiencias propias. Ahí radica todo.
Te gusta escribir ¿qué más hacés fuera del trabajo en la banda?
Me gusta mucho el campo, crío caballos de raza chilena, caballos corraleros. Me gusta la naturaleza. Disfruto -después de estar mucho tiempo arriba de un avión-, de alimentar a un caballo, montarlo, salir a caminar, siempre busco esa conexión.
¿Te gusta cocinar, tomar buenos vinos?
La comida para mí siempre ha sido un ritual, por eso me gusta cocinar. Cocino con mucho amor. Cocino esperando ver la cara de felicidad de los que comen. Creo que la comida nos lleva a algo ancestral, como cuando las tribus se convocaban alrededor de un alimento esencial para vivir. La comida tiene esa convocatoria que nos lleva a reunirnos de igual a igual y disfrutar de buenos momentos. Me gusta cocinarles a los amigos. Una comida en compañía tiene más sabor que una comida solo.
¿Al futuro lo enfrentás con planes o vas adonde te lleve el camino?
Tengo muchas ganas de trabajar, de llegar a Chile y empezar a grabar el disco nuevo. Hice hartas canciones que están buenas, muy lindas. Tengo otros planes también, demasiadas ganas de hacer cosas, proyectos paralelos, otros discos en camino. El disco nuevo “Reggae & Roll” tiene que ver con lo que es la vorágine de nuestra vida: viajar, aviones, tocar, otro avión,… más allá de nuestra música, parecemos una banda de Rock and Roll.
¿Hay resto para seguir girando?
De verdad que hay momentos en que quisiera decir “hasta aquí llego yo” y traer otro bajista y que la banda siga. Y yo replegarme al campo, a mis cosas. Pero después pienso que a la semana voy a querer estar tocando de nuevo, y sí, puede ser… Es muy probable que no pueda vivir sin tocar.
Desde su creación en 1987, y luego de 10 años en el underground -que le aportó a esta banda temple y coherencia-, en 1997 llegaron los discos de Oro y Platino, los singles que arrasaron las radios chilenas, las giras multitudinarias, y la participación de GONDWANA en tres Festivales de Viña del Mar y un Estadio Nacional con 60.000 personas vibrando al unísono. El despegue internacional llegó en el 2000 y las giras continentales no han parado de crecer, de la mano de un fanatismo que no conoce fronteras.
Cumpliendo 25 años de historia, GONDWANA comienza en breve a grabar su séptimo álbum de estudio, que promete trascender nuevamente el ámbito del reggae, con vanguardia, esplendor y todo lo que pueda devenir en el terreno de la creación, cosa que -aunque nos propusiéramos imaginarla apenas-, sería verdaderamente imposible sospechar.