Las videollamadas son furor en este presente que transitamos, nos acercan y nos permiten estar en contacto -aunque sea virtual-. Y la manera de entrevistar también cambió por eso experimentamos con Julia Posada, Paula Daher y Gimena Federici, las fundadoras de Motia Studio, tener un meet para conocernos y conversar de todo, detrás de una pantalla.
Combinan lo visual, la luz y el sonido en una experiencia artística, intervienen espectáculos con técnicas visuales, escenográficas y comunicacionales contando historias y diseñando puestas en escena. Aunque a modo de reflexión, las tres coinciden en que es complejo especificar qué hace Motia.
«Decimos que hacemos escenografías digitales e instalaciones inmersivas digitales y lo ejemplificamos con la clásica imagen del castillo de Disney todo iluminado y ahí lo entienden», comparte entre risas Paula y suma: «La base empieza con la creación del contenido audiovisual, lo auditivo lo hacemos con músicos y/o sonidistas y sumamos el gran valor del espacio. Es como hacer películas en soportes no convencionales en los que el espectador puede ser el protagonista».
Paula es diseñadora industrial mientras que Juli y Gime, diseñadoras gráficas que se fueron inclinando por lo audiovisual; por eso es que sus puestas, las resuelven de muchas formas distintas y con tecnología diferente como «proyectores, mapping, pantallas led, luces», además de generar ilusiones ópticas o imágenes con lo que uno quiera.
«Nuestra materia prima siempre es la luz, necesitamos falta de luz en el lugar y una fuente que emita luz», especifican las jóvenes que trabajaron por primera vez juntas en 2016, en el Festival UNCuyo Electro Sinfónico. «Ahí dijimos ‘que bueno hacer esto’ y las tres tuvimos e hicimos una explosión de conocimiento y de pasiones», recuerdan.
Motia Studio comenzó su andar haciendo visuales para obras de otras personas pero actualmente está produciendo su propia idea: «Desde el concepto, el guión, la estructura narrativa, la puesta en el espacio, lo audiovisual… hoy estamos con una mirada mucho más global», confían las chicas que se definen como «mujeres pulpo».
Y es que se amalgaman de una manera exquisita para así lograr sus trabajos de calidad. A Juli le gusta la creación del arte digital 3D, el texturizado, el color, el arte en sí. Gime se ocupa de las herramientas para ejecutar lo visual; trabaja el contenido, el guión, la estructura, la lógica, «es como darle forma a las paredes para que después venga Juli y les ponga el acabado final». Mientras que Pau se vuelca al diseño del espacio, a lo técnico y a su respectivo guión.
«Lo fundamental en Motia es la conceptualización, siempre, todo tiene que tener un sentido. En cada uno de los proyectos hacemos una investigación profunda y todo lo obtenido lo volcamos en nuestro laboratorio que llamamos Motia Lab. Armamos nuestros propios métodos para todo lo que queremos abordar», cuentan a la vez que resaltan que siempre van un paso más allá: «Somos muy apasionadas por lo que hacemos y solitas abrimos un portón que tiene un mundo gigante atrás… Y así aprendemos un montón de cosas».
¿Actualmente qué están craneando?
P.D: Todo este nuevo contexto nos ha hecho replantear un poco nuestra existencia, al trabajar con grandes espectáculos, el paradigma para nosotras ha cambiado completamente. Lo que hacíamos ya no funciona más o por lo menos no durante un tiempo largo. Nos estamos capacitando en nuevas tecnologías, nos estamos mudando un poco a lo digital.
G.F: Nosotras trabajamos con el asombro, necesitamos asombrar sea lo que sea que tengamos en el medio con el espectador aunque se nos hace difícil tener una cámara en el medio y no poder escuchar qué piensa o qué dice y no ver qué hace.
P.D: Además, estamos elaborando un circuito en el que entre una determinada cantidad de personas por una puerta, salga por otra bien lejos y en el medio le pasen cosas. Que tengan ahí adentro una experiencia transformadora.
J.P: Es una experiencia digital inmersiva en la que vamos a trabajar con todo interactivo; como si fuera un gran video juego en vivo, ese es el concepto que estamos armando pero está muy nuevito.
¿Qué ha pasado en estos tres años de Motia?
J.P: Estamos casi calvas (ríen). Pasaron muchas cosas, mucho conocimiento, esfuerzo, dedicación y aprendizaje en lo técnico, en lo audiovisual y sobre todo en lo personal. Como objetivo buscamos vivir de esto por eso nos estamos ocupando de visibilizar lo que hacemos porque no hay información; empezamos con esta pasión y somos un poco las pioneras en abrir este camino… El desafío de estos tres años es el de traer a Mendoza tecnología, las artes electrónicas y las tecnologías del más allá.
P.D: Hay mucho aprendizaje de cosas que nunca imaginamos que íbamos a aprender. Muchos proyectos y lugares que nunca pensamos que llegaríamos.
¿Pueden señalar a algunos de sus proyectos como «el mejor»?
G.F: ¡No! siempre quedamos encantadas con lo que hacemos (ríe) porque no podemos conformarnos, somos muy perfeccionistas y buscamos dar más, lo mejor que podamos en cada proyecto. Por eso cada uno tiene sus logros. Lo que si nos pasa siempre es que nos miramos cuando terminamos y decimos ¡guauuu! porque siempre vamos metiendo desafíos y nosotras mismas nos sorprendemos.
J.P: Lo bueno es que no nos aburrimos nunca. Nos movemos por la curiosidad, buscamos en Internet, contamos con experiencia de haber vivido afuera y lo más importante, de hacerle caso a lo que nos gusta, escucharnos y ver que uno mismo lo puede hacer.
Y si nunca viste un trabajo de las chicas de Motia Studio, no tuviste la oportunidad de ser un espectador suyo, acá te dejamos dos enlaces para que disfrutes de su arte, de las últimas dos propuestas realizadas durante la cuarentena.
*Romper el Loop, un proyecto transmedia y multidisciplinario; una intervención artística realizada en junio de 2020, en uno de los edificios más icónicos y representativos de la Ciudad de Mendoza: Edificio Gómez.
*Especial Audiovisual Puna y Motia en el que la magia de la música y las imágenes convocaron a través de la plataforma cultural Mendoza en Casa. Fue un mapping creado especialmente para proyectar sobre el edificio del ex Banco Hipotecario, acompañado por la música del Dj Gato Ficcardi y el músico Daniel Vinderman.