Si preguntás por la mejor dj de electrónica en Mendoza, la respuesta es su nombre. En pocos años de carrera, logró estar en boca de todos y un prestigio para su trayectoria que sorprende. Pero, ¿quién es Rocío Portillo?
Ro tiene 30 años. A sus 25 ya era Licenciada en Comunicación Social, profesión que ejerció hasta hace muy poco para hoy dedicarse de lleno a la música. De hecho, en días emprende un viaje que siempre quiso hacer a Europa para desplegar su talento en tierras desconocidas.
Oriunda de familia de artistas, Rocío mamó esa faceta desde muy pequeña, llegando a participar del coro de su colegio. A su vez, empezó a salir con amigas a fiestas electrónicas y le agarró un gustito a ese mundo que parece no tener fin.
“Fue un impulso muy orgánico y así fue escalando hasta ser lo que es hoy”, confiesa. Cada vez le gustaba más y se dio cuenta que realmente era lo suyo. Aprendió con Adriano Mattioli en controlador y CDJ y producción con Gastón Demon Noise y de muchos otros colegas.
En medio de todo eso, su vida dio un giro rotundo que la puso a prueba y le enseñó que el secreto está en ser simple y disfrutar de las cosas cotidianas. Rocío se enfermó de leucemia, cáncer de la sangre, enfermedad de la cual está en remisión, a fin de año le dan el alta. “Toda la perspectiva que tenía en cuanto al tiempo y a la existencia cambió. Me di cuenta de lo que realmente vale estar sana”, dice Ro. Asimismo, afirma que sus vínculos y sus hábitos se transformaron. “Que hoy esté acá es gracias a mi familia, a mucha gente, a mis médicos y a mi templanza para afrontar la situación”, añade.
Con la mirada puesta en el hoy, reconoce que bajo la premisa de disfrutar lo que hace desde lo genuino y los buenos hábitos, la alianza de la comunicación con la música le permitieron abordar un proyecto 360. “Gracias a la locución y al periodismo, puedo darle voz a mis productos, a mi música”, confiesa.
La música para ella es más que una forma de vida, es un lenguaje, una forma de comunicarse y expresarse, una terapia, un aspecto del cual nunca para de aprender. Y si alguna vez la viste en la cabina, sabés que todo esto es verídico.
Ser mujer, humana y componer música que sane: La identidad musical de Rocío Portillo
No es casualidad que woman (mujer en español), sea la primera palabra expuesta en la biografía de su Instagram. Y claro, ser mujer en la industria musical es un desafío que parece no ser tan duro como hace algunos años, pero sigue costando.
“Tuve la suerte de ser bien reconocida por lo que hago, de hecho nunca nadie desprestigió mi trabajo. Mendoza ha sido pionera en darle lugar a mujeres en la escena en su totalidad. De todas maneras, mi objetivo es ir aplanando el camino para todas las que vengan”, expresa.
A través de sus redes, las cuales maneja ella y donde cosecha más de 13 mil seguidores, intenta comunicar y hacer difusión de cuestiones relevantes. Además, reconoce no darle tanta importancia a la viralidad, sino hacer que la música hable por sí sola.
El dato interesante dentro del carnet digital que nos hace ciudadanos de las redes sociales es el color de sus historias destacadas. Preguntamos por qué el rojo y la respuesta fue clara: “Me atraviesa en todas las facetas de mi vida”. Además, es de Sagitario, signo de fuego.
Elegirla a ella como personaje de este ciclo no estuvo planeado con la producción, es decir, fue todo casualidad. Y las fotos reflejaron que no solo el fuego y el rojo estuvieron presentes, sino que hubo una sincronía propia de que toda elección ocurre por y para algo.
¿Qué tan importante es la terapia en la industria de la música?
Siempre recomiendo la terapia, para mí todo el mundo debería hacer, de cualquier tipo. En el arte es muy importante la salud mental, se ven muchos colegas con depresión o ataques de pánico. Estamos muy expuestos y con muchos vicios disponibles, la plata y fama vuelve a la gente desquiciada o enferma, además del entorno.
¿Qué serías si no fueses lo que sos hoy?
Activista. Me joden las desigualdades, tengo un mambo heavy con las injusticias. Si no, sería cineasta, amo ir al cine y ver películas, es otro tipo de arte que consumo mucho.
¿Quién es tu referente en la vida?
Tengo muchas mujeres que me inspiran y que admiro, como Rosalía, Billie Eilish, Mercedes Sosa, así como también Hernán Cattaneo, Nick Warren y demás. Pero sin lugar a dudas y por más cliché que suene, mis más grandes ídolos en la vida son mi viejo y mi vieja, son el ejemplo de perseverancia y templanza más grande que conozco.
¿Cuál es tu comida favorita? ¿Cómo te llevas con la cocina?
Aprendí mucho de las recetas de mis padres en la pandemia, pero carezco de tiempo, podría cocinar más. Me gusta mucho la comida casera, actualmente ando en esa faceta de cocinar y tener conciencia de que alimentos consumo. Me gustan los lugares sofisticados pero también los simples, además de amar las bodegas.
¿Dónde te gustaría vivir el resto de tu vida? ¿O elegirías muchos lugares?
Acá, soy “militante” de Mendoza. Amo mi provincia, me encanta producir acá, soy una privilegiada de mi entorno, tanto de vínculos como de oportunidades.
Definite en pocas palabras…
Soy un humano, soy una agradecida de la vida en la misma medida de la que estoy sumamente orgullosa de mí.
Multifacética y arraigada a su esencia, su linda energía y su gran predisposición hicieron de esta producción un momento memorable.
Fotos: Vorfas
Arte: Paulina Gervasi
Video: Rocío Carloni
Vestuario: Vartolla Diseño y Rebeca Cápsula
Maquillaje y peinado: Mucho Peluquería
Técnica: Facundo Serio