¿Qué seríamos sin creatividad? Seríamos puro mecanismo, sin chispa ni sorpresas. Sin creatividad, todo sería predecible, monótono, sin esa capacidad de ver más allá de lo obvio. No existirían las historias que nos emocionan, la música que nos mueve, el arte que nos sacude o las ideas que cambian el mundo.
Sin creatividad, no tendríamos la capacidad de reinventarnos. Y, al final, ¿qué es la vida sin la posibilidad de crear algo nuevo?
La creatividad necesita suelos fértiles para crecer, y en Mendoza hay espacios que funcionan como verdaderos invernaderos de ideas. Son laboratorios donde la experimentación, la colaboración y el cruce de disciplinas generan oportunidades reales para quienes trabajan en industrias culturales y creativas. Pero, ojo, no todos los espacios son iguales. Más allá de la inspiración, lo que realmente importa es qué tan integrales son los servicios que ofrecen y si su impacto trasciende más allá del networking de ocasión.
En esta nota, hablamos sobre cuatro lugares en Mendoza donde la creatividad no solo se celebra, sino que se potencia con herramientas concretas, formación interdisciplinaria y posibilidades de desarrollo profesional. Espacios que no solo iluminan el talento local, sino que lo proyectan hacia nuevas oportunidades.
Brota Jaus: el puente entre la creatividad y la estrategia
Si pensabas que creatividad y estructura no podían convivir, Brota Jaus viene a demostrar lo contrario. Este flamante laboratorio creativo mendocino reúne a expertos de distintas áreas—desde abogados e inversores hasta artistas, diseñadores y generadores de contenido—para ofrecer soluciones integrales que van desde el modelo de negocios hasta la ejecución creativa. No es solo un coworking ni una consultora tradicional, sino un ecosistema donde la creatividad se potencia con estrategia y comunidad. Su diferencial radica en la sinergia entre disciplinas, permitiendo que cada proyecto cuente con una visión 360° sin perder coherencia en el proceso.
En Brota, cada cliente pasa por una fase de exploración estratégica donde se define la visión, el modelo de negocio y la estrategia comercial. A partir de ahí, se integran herramientas creativas como branding, arquitectura, marketing, producción audiovisual y experiencias de marca. ¿Increíble, no? Actualmente, están trabajando en el lanzamiento de una marca de moda sostenible que busca romper estructuras tradicionales del rubro, abordando desde la búsqueda de inversores hasta la planificación de un evento de posicionamiento internacional. Así que yo que vos los voy siguiendo en Instagram para enterarme de más.
Pero esto es solo el comienzo. Y los sueños son grandes. Con una proyección que apunta a convertirlo en un hub de referencia para la creatividad en Latinoamérica, Brota Jaus busca expandirse a Barcelona y Buenos Aires, ofreciendo espacios flexibles para creativos, desde coworking y estudios de fotografía hasta áreas para podcast y streaming. Su misión es clara: transformar ideas en proyectos sólidos, innovadores y con impacto real en la industria.
Nudo Jaus: un hogar para la creatividad y la conexión
Más que un espacio de trabajo, Nudo Jaus es una casa donde las ideas encuentran su lugar y la colaboración es la clave. Ubicado en un hogar familiar, este espacio nace con la intención de resignificar el concepto de trabajo, apostando por la sinergia entre emprendedores, artistas, diseñadores y músicos. Su nombre no es casualidad: «Nudo» representa la unión y los vínculos que se generan en el día a día, mientras que «Jaus» rescata el espíritu de hogar que define su esencia.
Desde su apertura en febrero, Nudo Jaus ya se convirtió en un punto de encuentro para quienes buscan inspirarse, crear y compartir. Siguiendo su descripción de Instagram, lugar de encuentro pensado por y para creativxs, se puede afirmar que en sus espacios se gestan proyectos de manera orgánica, donde una simple charla puede terminar en un evento multidisciplinario. Actualmente, el lugar alberga muestras de arte, sesiones musicales, encuentros gastronómicos y charlas, todo impulsado por una comunidad de emprendedores apasionados.
Con la mirada puesta en el futuro, Nudo Jaus aspira a convertirse en un epicentro creativo donde los proyectos crezcan y se consoliden. Un punto muy destacable en la escena mendocina, donde hacen falta espacios de este calibre. Su evolución natural es expandir su impacto, conectar con más personas y, quién sabe, quizás ver surgir más Nudos en otras partes del mundo. Porque cuando las conexiones son genuinas, la creatividad no tiene límites.
Industrias Creativas de la Nave UNCuyo el epicentro del talento y la formación
Dentro de la Nave UNCuyo, el área de Industrias Creativas funciona como un punto de encuentro donde el arte, el diseño, el cine, la música y la comunicación convergen para potenciar el talento local. No es solo un espacio de exhibición, sino un ecosistema en constante movimiento, donde eventos interdisciplinarios generan nuevas conexiones y colaboraciones entre creativos.
Uno de sus proyectos más destacados es Pulsar, Puente Creativo, un ciclo de formación que busca dar herramientas concretas a quienes trabajan en la industria cultural. A través de cursos, workshops y talleres, Pulsar acompaña a artistas y emprendedores en el desarrollo de sus proyectos, adaptándose constantemente a las tendencias del sector. Desde marketing digital para artistas hasta narrativas fotográficas o curaduría en tiempos de algoritmos, la oferta es variada y en sintonía con las necesidades actuales del mercado creativo.
Más que un centro de formación, Industrias Creativas de la Nave UNCuyo es un motor que impulsa la experimentación y el crecimiento profesional. Con una propuesta dinámica que cambia año a año, este espacio no solo nutre el circuito cultural mendocino, sino que también abre puertas para que los artistas se profesionalicen, conecten y encuentren nuevas oportunidades en un ámbito cada vez más desafiante.
Tennis Gold: el colectivo esencialmente sin límites
Si hablamos del universo creativo mendocino donde la danza, la música, el cine, la moda y el diseño conviven infinitamente, decimos Tennis Gold. Todo empezó cuando un grupo de artistas con ganas de contar historias se dio cuenta de que juntos podían hacer cosas imposibles de lograr en solitario. Desde entonces, trabajan en proyectos multidisciplinarios que mezclan arte, estética y narrativa en un mismo espacio, logrando experiencias inmersivas que van más allá de lo tradicional.
Uno de sus sellos distintivos son las Cápsulas, eventos donde condensan todo su potencial creativo en un concepto unificado. No es solo una muestra de talento, sino una historia viva en la que el público también puede participar. Cada cápsula es el resultado de largas sesiones de lluvia de ideas, donde cada detalle —desde una frase en la calle hasta una escena de una película— puede convertirse en la chispa que encienda la próxima gran experiencia. Una de sus ediciones más ambiciosas fue en San Telmo, Buenos Aires, donde lograron trasladar a todo su equipo y elevar la producción a otro nivel.
El futuro de Tennis Gold es expansivo: no se imaginan con límites, sino colaborando con artistas de toda Latinoamérica y explorando nuevos formatos como la ficción audiovisual y la animación. Su sueño es llevar una Cápsula a varias ciudades en simultáneo, conectando creativos desde Mendoza hasta Santiago de Chile, Bogotá y más. Porque para ellos, la creatividad es una gran cancha donde todos pueden jugar, y cada proyecto es un partido que se vive con la intensidad de una final.