Mauricio Poblet, joven artista mendocino, nos abre las puertas de su mundo personal y singular, y no hacen falta demasiadas palabras para entender lo que sus obras, habitantes de ese mundo, tienen para decirnos.
“IL MARTIRIO DI CHOLA” es el nombre de su más reciente producción. Se trata de un vídeo instalación que presentó en el mes de abril del corriente año en el Espacio Cultural Julio Le Parc. Esta obra, asociada a otra acción realizadas in-situ por el artista, presenta un mensaje claro y definido sobre la vida de una “chola”, sobre el duro trabajo (en la tierra, con la tierra, y para la tierra) en el que ella invierte casi la totalidad de su vida; pero también presenta una exploración, por parte de Mauricio, de su propia identidad.
– “…Lo que vengo haciendo es lo que me ha pasado en mi vida, digo, trabajo desde la construcción de mi identidad, en lo sexual, en el origen. Hace un tiempo encontré a mi viejo por face, yo a él no lo conocía, es chileno. Y a su vez mi vieja encontró a sus familiares paternos que son de la paz… Por mis rasgos también podría haber sido peruano, pero no, por eso hablo de Bolivia”.
– Y de la papa…
– “Claro…descubrí que si le ponía una tilde a la papa, lo tenía a mi viejo!”(risas).
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Con “IL MARTIRIO DI CHOLA” Mauricio no sólo habla de sí mismo, sino que se pone también en lugar del otro. “Al otro día del vídeo tenía los dedos con ampollas por escarbar la tierra en ese zanjón”, cuenta. Con su obra y desde su obra se pregunta y cuestiona acerca del modo en que la sociedad responde y valora el trabajo duro del otro.
Cuestionamiento que deviene en acciones, y es por eso que “IL MARTIRIO DI CHOLA”, no comienza el día de su inauguración, sino días antes, cuando Mauricio se pone en la piel de una “chola” y de carretilla en carretilla va cubriendo toda la sala de exposición con tierra que trae desde la calle. Ahí, sobre la tierra, sobre el trabajo duro de esa “chola” que él representa, la pantalla da luz a una historia, personal y social.
“Cuando me cubro con la tierra es como abrazar a la Pachamama, que es la deidad […] es un sacrifico, pero no es una destrucción. Vuelvo a ser un tubérculo. Una raíz. Mi origen.”
Concé su obra completa en: