María Palma Boehler viene de una familia de abogados y cuando pensaba en qué estudiar después del secundario, sabía que no sería algo relacionado a estudios jurídicos ni a espacios cerrados. Sino todo lo contrario: naturaleza y ambientes abiertos. Una visita con el colegio a una bodega, definió el futuro de la hoy enóloga que produce sus propios vinos.
Tiene 29 años, hizo varias vendimias en Pulenta Estate y en Nueva Zelanda, y desde el 2018 define cada nota y color de sus líneas Rancho´e Cuero y Canto del Cielo. Vinos tintos de uva proveniente de La Consulta, con cuerpo; el primero de alta gama y el segundo destinado a paladares jóvenes.
«Cuando rendí la tesis, llegó el momento de decidir si buscaba trabajar en una bodega o si hacía mi propio vino; me asustaba arrancar de cero, sola, como mujer, acá en Mendoza que hay tanta competencia. Pero a la vez siempre me gustó manejar mis horarios y me animé», narra Mery y sigue: «Tenía el sueño de elaborar una línea premium para nuestra estancia Rancho´e Cuero, para los turistas que recibimos y que piden un vino propio y lo hice», cuenta María, quien también se encarga del Turismo de dicho emprendimiento familiar ubicado en Tupungato.
Así fue que arrancó con un Rancho´e Cuero Reserva Malbec, con solo dos barricas de roble francés de 225 litros, «un desafío desde decidir la uva, el viñedo, hacer el análisis y hasta encontrar una bodega que me alquilara el espacio, decir todo yo», confía la joven que hace su elaboración en Bodega Sánchez Salomón.
«Es un vino muy intenso, con muy buen cuerpo, se le siente el tabaco aportado por barrica y es absolutamente amable, aterciopelado. Se trata de un malbec 100% bien característico de la zona, con color fuerte, oscuro casi tirando a negro», revela la enóloga que, año a año, se pone nuevos desafíos.
En su segunda vendimia independiente (2019) agregó el varietal Cabernet Franc, con doce meses en roble francés de primer uso y al que se le siente bien «el pimiento y las notas especiadas».
Y fue por más. Ese mismo año produjo su línea joven Canto del Cielo, que según lo describe «no es un malbec cualquiera, se trata de un vino de espíritu joven, boca cariñosa, con intensos colores que reflejan su esencia. Fresco como un genuino encuentro de campo. Después de tomarlo se recordará siempre alegre, divertido y encantador».
María es quien también decide los elementos que tendrán las etiquetas de sus vinos y con Canto del Cielo le pasó algo particular. Su nombre iba a ser Ley Primera y el diseño era de una la mesa con sus cinco hermanos y su abuelo sentado en la cabecera; pero al momento de la inscripción le dijeron que debía cambiarlo y así encontró, entre otras frases del Martín Fierro, el nombre actual. «Siempre nos inculcaron esa lectura y ya tenía el diseño de la etiqueta; cuando encontré la nueva frase quedó bien porque mi abuelo siempre terminaba la sobremesa tomando un vino y cantando», comparte Mery.
¿Qué pasa cuando mirás para atrás y ves tu camino andado?
No lo puedo creer; lo utópico que me parecía el tener vinos propios, con etiquetas de ideas mías y que eso encante, es gratificante y te impulsa a querer hacer más. Lo que más me enorgullece es ser mujer y haberlo logrado porque en la enología los hombres tienen mucho más espacio, por una cuestión cultural que ya está cambiando.
¿Qué otro desafío tenés en mente?
Para más adelante tengo planes con mi papá. Pensamos en hacer un viñedo de uva tinta en Las Carreras (Tupungato), en nuestra estancia Agua de los Bayos. Para así elaborar un vino todo nuestro, desde la planta colocada por nosotros. Un sueño que no está muy lejano. Todo es un proceso, no me vuelvo loca.
¿Cuál es el vino que elegís vos para disfrutarlo?
Lo que más me gusta son los vinos cojonudos; de buen alcohol, arriba de 14 grados y si se acerca a los 15, mejor. Que tengan buen cuerpo, espesos como el carmenere, malbec, o cabernet franc. Por eso la elección en mi producción, vinos con cuerpo.
[alert type=blue ]Para disfrutar de los vinos de María Palma Boehler basta contactarla por sus redes sociales; en Instagram @merypalmaboehler[/alert]
Fotos: The Frid Man para Inmendoza