Quizá el azar las hizo conocerse pero el profesionalismo, la dedicación y el complemento entre ambas hizo que formaran su propio estudio de diseño. Angie Baeck y Nacha Reina crearon Mamba Studio para desarrollar marcas auténticas y fuertes, ellas hacen que cada proyecto sea lo más único posible.
La primera es Diseñadora Gráfica con un postgrado en Diseño de Packaging mientras que la segunda, de Productos, con un máster en Diseño Gráfico. Ellas se complementan para construir identidades «claras y directas»: «Somos simples, nos importa lograr marcas funcionales. Hacemos todo un proceso en el que involucramos al cliente para, justamente, lograr comunicar la marca y no confundir».
El fuerte de Mamba Studio (IG @weare_mamba) es el branding, el desarrollo de marca y de todas sus aplicaciones posibles; ellas hacen una comunicación visual estratégica e integral pensada al detalle para cada cliente a través de un proceso de creación propio.
«Nos encanta ser parte de proyectos que innoven desde la ciencia hacia un futuro más consciente», comentaron en la entrevista que tuvimos en su búnker creativo, ese lugar donde los brainstorming no cesan.
¿La diferencia de Mamba de los demás estudios de la provincia? Es que las diseñadoras hacen marca. «Lo que sea que hagamos lo tomamos con carácter de marca ya sea etiquetas de vino, señalética o brochures; intentando que tenga identidad propia».
Ellas son Mamba Studio
A las diseñadoras que en 2019 fundaron el estudio Mamba las caracteriza la flexibilidad, la adaptación a cada tipo de proyecto que deciden afrontar. No buscan crecer en caudal sino ser un estudio creativo minucioso en cada marca; trabajan de manera personalizada y en función a las necesidades de cada persona que llega a ellas con una inquietud o desafío.
Angie es quien se detiene en los detalles, «soy de hilar fino, de ahondar en las definiciones de conceptos, me apasiona la idea de que todo puede hacerse de una mejor manera, encontrando resultados más coherentes, más asertivos y por qué no, más estéticos. Insisto en pulir siempre un poco más hasta sentir que el resultado funciona».
Mientras que Nacha se define como «explosiva»: «Yo divago mucho en ideas, hago mucho brainstorming inicial, me sale proponer muchas cosas distintas».
Cada una tiene sus tiempos, procesa los proyectos de manera distinta y, en general, una empieza la idea y la otra la termina. «Nuestro punto de equilibrio es que nos hacemos pensar mutuamente a lo largo del proceso. Ese ida y vuelta saca lo mejor de nosotras y por ende de cada proyecto, uno innovador, funcional y alineado a lo que el cliente quiere».
Así son los procesos creativos de Mamba Studio
Acá nada es tomado a la ligera y justamente, el punto diferencial de Mamba es su metodología de trabajo para llegar a una identidad de marca que realmente represente a una empresa o persona, y la haga destacar del resto.
Los pasos y los plazos de su proceso creativo son esenciales, gran parte de su trabajo se basa en el estudio y en la interpretación de toda la información que trae el cliente, de la que perciben y de la que le preguntan. Con todos los datos sobre la mesa, ellas ponen en juego sus conocimientos e ideas para luego traducir todo lo anterior en resultados nuevos y funcionales.
«Hay mucho trabajo previo antes de presentar opciones al cliente, de hecho, la definición llega un poquito antes de entregar. Primero se lo estudia, se hace el proceso conceptual donde encontramos diferenciales de la marca, esos pequeños detalles con los que luego creamos la identidad».
Una vez que tienen el concepto, entre las dos y frente a sus compus, traducen el trabajo en el branding personalizado.
«Creemos que ahí está el gran valor de nuestro estudio, en enfocarnos en la comunicación con los clientes para poder traducir sus inquietudes en soluciones concretas. Somos claras y transparentes. No buscamos soluciones mágicas ni proponemos contar lo que la empresa no es».
Algo que destacamos es su delicadeza y sutileza para los diseños y para cada pieza de comunicación que elaboran; crean sensaciones y emociones en packaging, señalética o cualquier otra aplicación de marca. Y es allí donde reside su propia identidad.
El blanco y el negro son su marca registrada: «Nosotras transmitimos que somos neutras, no le ponemos nuestra impronta a los proyectos sino que desde la neutralidad vamos a crear desde cero y terminaremos con el Naming y el Branding más funcional para el cliente».
«En el fondo no buscamos que se note que algo está hecho por nosotras sino que esté bien hecho aunque sí estaría bueno, en algún momento, ahondar más en nuestra identidad gráfica, por lo menos».
Así ven a Mamba Studio
Este estudio creativo es elegido por locales, nacionales e internacionales; muchas son las empresas y personas que buscan sus estrategias visuales de comunicación pero también, Mamba Studio es reconocido y elogiado por grandes del diseño a nivel mundial.
Cuentan con la medalla de Selección Brandor Internacional, con una publicación en el libro Favourite Design y numerosos blogs y páginas de diseño. El reconocimiento que hoy las tiene felices es la reciente publicación en The Dieline, el sitio internacional dedicado a impulsar la industria del diseño de packaging y sus profesionales, publicando los mejores diseños de packaging del mundo. En este caso, la etiqueta de Tiezzi Wines creada por Mamba.
«Esta etiqueta de vino Tiezzi es una obra de arte abstracta que puedes (y querrás) tocar», titularon la publicación donde describen que este packaging «permite al consumidor tomar un poco de aire fresco en una atmósfera visualmente atónita mientras el vino se degusta lentamente, copa a copa. Para ser comprendido sólo por los curiosos, para ser recordado por todos».
«Nos pone muy contentas que plataformas internacionales como The Dieline valoren nuestro trabajo. Que se hayan interesado y tomado el tiempo de analizar nuestro trabajo y escribir al respecto, nos motiva para seguir creciendo y haciendo lo que tanto nos gusta».
Mamba Studio: El futuro del diseño de productos y de marcas
La sostenibilidad es un punto muy importante en el packaging y hasta en la comunicación de marca, encontrando como desafío generar diseños igualmente cautivantes y sostenibles, minimizando el impacto ambiental y maximizando la circularidad.
Se busca también, desde la empresa y desde su marca, generar una experiencia para el consumidor, poco a poco se entiende cada vez más el diseño como parte de esa experiencia, de una persona con una empresa, desde el primer contacto, la calidad del servicio, de sus productos, etc. El resultado de toda esa interacción es el posicionamiento que tendrá la marca.
¿Hay tendencias por seguir?
La marca gráfica en sí no debe seguir tendencias, sino abocarse a ser lo más coherente e inherente a lo que la empresa quiera transmitir y representar, buscando ser perdurable en el tiempo y acompañando a todos los mensajes que la empresa quiera comunicar.
¿Cómo ve Mamba Studio al diseño mendocino?
Mendoza creció mucho en estos últimos años en cuanto a diseño, hay grandes estudios, muy buenos diseñadores trabajando a nivel mundial. El impedimento más grande es el presupuesto del cliente porque uno puede soñar con un montón de cosas pero termina eligiendo el cliente, cuesta que comprendan que hay que invertir en diseño. El diseño argentino siempre ha sido muy valorado en todos lados y está muy bien posicionado, y el desafío que tenemos todos es encontrar rutas o respuestas alternativas al plan A creado.
En un mundo tan sobrecargado de información, de estímulos visuales, es muy grande el esfuerzo de las empresas por sobresalir, diferenciarse, comunicar, captar la atención de posibles consumidores. Y ahí es donde Mamba Studio se luce con su simpleza, claridad y asertividad.
Que una marca transmita algo en el corto tiempo que el consumidor le destina a elegir un producto, es una labor grandísima y desde Mamba Studio lo logran con su encanto: «No se trata de gritar más, sino encontrar transmitir de la mejor manera ese algo que cada empresa tiene para contar».