«Desde chiquita siempre dibujé. Ayer justo me contaba mi mamá que una señorita de cuarto grado le dijo que me tenía que mandar a dibujo; no sé por qué, quizá vio algo en mí. Sólo estudié de chica, después ya hacía mis dibujos sola», así dio inicio a la entrevista Luciana Orozco.
Hija de los reconocidos músicos Tilín Orozco y Sandra March, la artista terminó sus estudios en Diseño Gráfico pero no dedica sus días a esa profesión. La pasión le llegó de pequeña pero en la vida fue dando otros pasos hasta que un día decidió poner fin a esto para volver a dibujar. «Trabajé mucho tiempo de diseñadora pero hace un año más o menos que dejé, fue una etapa. Estuve como seis meses pensando qué hacer, yo quería dibujar sólo sabía que quería dibujar y ver si de alguna manera podría ganar plata con eso. En ese tiempo me robaron o perdí el celular, y me conseguí un Nokia 1100, muy básico, sin internet, sin nada que me distrajera. Ahí fue cuando me compré un cuaderno para que en los momentos de aburrimiento me ponga a dibujar. Produje mucho, dibuje sin parar. En ese tiempo también me llamó una amiga para avisarme que en su casa estaban tatuando. ¡Me emocionó un montón la noticia! Esa tarde fuimos a comprar todo, guantes, agujas, etcétera. No tenía idea de nada. Pero como dibujaba la gente siempre me decía que tatué» así nos cuenta cómo comienza su nueva historia de vida.
Luciana Orozco no tiene tatuajes en su cuerpo, pero manifiesta sentir un amor muy grande por ellos. «Hay muchas personas que lo ven como una moda, yo todavía no me he decidido por ningún dibujo. No me gusta verlo como un negocio creo que el tatuaje es algo muy importante. Todos los tatuajes que he hecho han sido con diseños propios. Siempre le pongo mi estilo a los dibujos».
–¿Qué dibujás?
–Dibujo muchas mujeres, desde siempre dibujé más mujeres que hombres. Desde hoy y hace un tiempo hay una fuerza zarpada de las mujeres. Antes tenía muchos amigos hombres y ahora me doy cuenta que la relación entre mujeres es mucho más fuerte por eso trato de que mis dibujos reflejen eso y valorar esto a través de ellos. También me gustan mucho las plantas porque es vida es algo que crece e inevitablemente va a tener un mensaje bonito.
–Y tu relación con la música. ¿Cómo es?
–Con la música he tenido relación desde que nací. En mi casa siempre se escuchó música, hubo gente ensayando y estaba lleno de guitarras. Cuando éramos chicos yo le enseñaba a tocar la batería a mi hermano, pero siempre estaba atrás de todo. Ahora tengo una banda que llama Tailandia en la que toco la batería. Somos dos integrantes, mi amiga canta y toca la guitarra, y en algunos temas también cantó yo. En la parte musical estoy empezando a liberarme.