“¿Son de colección?” “¿Los puedo poner de adorno?” “¿Vienen para grandes?”. Estas son algunas de las preguntas con las que gente crecidita sorprende -ya no tanto, a fuerza de repetición- a dos socios mendocinos que comercializan rodados para chicos de entre 1 y 6 años.
Adultos que están “bastante chapita” y que quieren uno -tamaño acorde- para ellos. Otros que disimulan y compran para el hijo que todavía no tienen… Es que estos pequeños rodados, si bien son “cosa de niños”, apelan a la nostalgia, tocan a los grandes no tan grandes ahí donde más lo sienten: en los recuerdos felices de la infancia.
Chapitas es una empresa dedicada a la distribución de vehículos de rueda de alta calidad para la recreación de niños. Motocicletas, bicis y autitos antiguos componen el espectro de opciones. Todos hechos de materiales nobles y resistentes, y con un diseño simple y atractivo.
Exhibidos -por ahora- a través de facebook, y comercializados sin intermediarios y en forma “familiar” y personalizada, estos juguetes son un suceso desde que Guillermo y Juan Manuel los pusieron a la venta. Como muchos curiosos, nos contactamos con ellos y arreglamos un encuentro para ir a ver estas “naves” de las que tanto se habla.
Guillermo Willink -ingeniero industrial- y Juan Manuel Sagristá -contador- tienen ambos 32 años, se conocieron e hicieron amigos al comienzo de la secundaria. Hace aproximadamente un año, que decidieron sumar a las actividades profesionales de cada uno, este emprendimiento.
¿Cómo surge la idea de traer estos juguetes a Mendoza?
Chapitas es una empresa que se dedica a la distribución de juguetes cuya fuerza está puesta en el diseño, la calidad y la funcionalidad. Por ahora los juguetes son vehículos, rodados para niños.
Hace un año que empezamos. Y la verdad es que no pensábamos que iban a tener tanto éxito. Vimos que había una necesidad de juguetes que apostaran fuerte al diseño y la calidad, que salieran de lo convencional. Hoy en el mercado hay muchos productos de plástico, que tal vez a los seis meses no sirven más.
Nuestra idea es que los nenes y nenas de entre 1 y 5 o 6 años vuelvan nuevamente a jugar al aire libre, que salgan un poco de las compus.
Esto es volver a los juguetes antiguos que duraban toda la vida. Muchos clientes nuestros compran porque dicen que les hace acordar a su infancia, al karting que tenían, a cuando jugaban con sus hermanos. Los productos están ligados a la nostalgia. Los padres se copan con el producto y reviven su infancia.
¿Cuáles son las opciones/ modelos y de qué materiales son?
Tenemos las vespitas, que son camicletas pero con la forma, el diseño de una vespa; los autitos antiguos, que son de chapa y a pedal; y las bicis de madera para que los nenes aprendan a mantener el equilibrio.
Son todos de materiales muy nobles y resistentes: madera, chapa, aluminio, fibra de vidrio.
Todos los productos son para varones y nenas. Por ejemplo, las bicis vienen blancas, con pintitas, los autitos vienen rosados, rojos… Además, los vehículos se pueden customizar con calcos, colores especiales, patentes, nombres, etc.
¿Y los precios?
Los precios oscilan entre los $1.500 y los $3.700.
¿Cómo se les ocurrió el nombre?
Fue una búsqueda que nos demandó bastante tiempo. Lo elegimos porque tiene que ver con los “fierros” (“fierrero”: apasionado por el automovilismo) y porque es sinónimo de “loquito” (chapita: loco, estar mal de la cabeza o de la “chapa”, en evidente referencia a los techos de chapa y su relación con la cabeza).
Y el anclaje “cosa de niños” es para hacer énfasis en que son productos para ellos. Más allá del diminutivo, fue para darle fuerza a eso, ya que muchos adultos, que están bastante “chapita” ¡nos piden un karting en tamaño para ellos! Pero bueno… no es a lo que apuntamos.
¿Cuál es el producto que más éxito tiene?
El karting que más vendemos es el rojo Ferrari. La gente se vuelve loca.
¿Qué opinan de los chicos “enchufados” todo el día a dispositivos electrónicos?
Nuestra idea con Chapitas es balancear eso. Nada está bueno en exceso. Y los juegos, el ipad, etc, están buenos en la medida en que desarrollen la parte mental y funcional. Pero que no estén todo el día con eso porque finalmente termina siendo algo sedentario que no les hace bien a los chicos.
La intención es que el nene vaya a dar unas vueltas, que salga de la pantalla. La apuesta es que hagan ejercicio, que salgan al aire libre, que se diviertan, ¡que terminen chapita! Además los productos tienen una parte funcional, las bicis y las motonetas desarrollan el equilibrio, los chicos se balancean y pierden el miedo a caerse. Después pueden pasar a una bici convencional sin rueditas.
¿Cómo recuerdan ustedes su infancia?
Con mucha más libertad que la que vivimos hoy. Estábamos más en la calle, con los vecinos de la cuadra. Ahora sabemos que es complicado eso. Pero también pueden andar dentro de la casa, en el jardín.
¿Tienen hijos?
Todavía no. Pero Guille tiene un sobrino, fue el primer “testeador” de los productos.
¿Qué “cosas de niños” hacen ustedes a los 32?
No maduramos mucho que digamos. Nosotros somos compañeros de secundaria y toda la vida nos hemos divertido mucho gastándonos, burlándonos uno del otro. Y lo seguimos haciendo. Nos seguimos riendo como dos tontos. A veces nos damos cuenta de que tenemos más de 30 y nos preguntamos si nos seguiremos riendo de los mismos chistes, ¡y probablemente así sea!
¿Cómo sigue la evolución de Chapitas?
Vamos a ampliar la familia de productos. Estamos por incorporar un avión a pedales y un triciclo, y también una línea de accesorios: boinas, guantes, cascos, etc.
Además, la idea es seguir creciendo, llegar a más canales de venta. Por ahora tenemos la página de facebook, la gente se contacta y viene a nuestras casas a ver los modelos. El trato es familiar y personalizado. Pero vamos a abrir un local en un futuro cercano.
Cuéntennos alguna anécdota de un adulto fascinado con un vehículo.
Un día nos llamó una chica para consultar por los autitos. Nosotros siempre les preguntamos a los clientes de qué edad es el niño. Nos dijo que todavía no tenía hijos. “¡Ah! ¿Es para algún sobrino?”, le preguntamos. “No, es que dentro de un año planifico quedarme embarazada y nos vamos a vivir a Estados Unidos y ya lo quiero tener”. Vino y se llevó un autito rosado. ¡Parece que pensaba tener una nena!
Tenemos un montón de anécdotas. Estuvimos con los rodados en la última edición de la Feria Indigna, y la verdad es que deberíamos haber llevado una cámara para filmar las caras y reacciones de la gente cuando pasaba por el stand.
Embarazadas nos han comprado varias. Y también padres de recién nacidos. ¡Los adultos son los que están bastante chapita!
[authorbox authorid=»11″ title=»123456789″]