A través del relato de su diario con una voz en off recreada por computadora de acuerdo a los archivo de voz que se conservan del propio artista, la serie es un documento formidable, no solo sobre Warhol, sino sobre los apasionantes movimientos artísticos y culturales del New York de los años 50, 60 y 70.
El documental es un tesoro de archivos históricos recreados y expuestos siguiendo un guión magistral. Las constantes tomas fotográficas de Andy, retazos de sus producciones cinematográficas, imágenes documentales sobre momentos de su vida, reconstruyen el Nueva York más apasionante del que se nutrió Warhol para crear lo que hoy conocemos como pop art.
Incansable en la construcción de su personaje, a través de sus diarios descubrimos la sensibilidad, la soledad y sus procesos creativos. Su apariencia andrógina o asexuada que tanto cultivó, se contrapone con el especial énfasis que él mismo manifiesta en sus escritos sobre sus amantes. La serie nos muestra curiosidades como que sus dos parejas fundamentales, Jed Johnson y Jon Gould tenían hermanos gemelos y ambos murieron prematuramente y de manera trágica.
Su visión del arte como negocio, la relación creativa que mantuvo con Jean Michel Basquiat, la movida nocturna del club 54, la frivolidad de las estrellas a las que él idolatraba y retrataba, se alternan con el trabajo intenso que se desarrollaba en The Factory, la empresa de Warhol donde al mismo tiempo se hacían serigrafías de Marilyn Monroe y se rodaban películas como Sleep (1963) o Chelsea Girls (1966). Por su “fábrica” de arte pasaron celebridades como Keith Richards y su pareja de entonces Jerry Hall, Lou Reed, David Bowie y hasta Jacky Kennedy.
En los 80 la fiesta que su círculo íntimo vivía se vio opacada por “el cáncer gay” como llamaron en un primer momento al Sida. El envejecimiento, el surgimiento de nuevos artistas y su desesperación por dejar de ser el centro de la escena van apagando naturalmente a este hombre fuera de serie que se propuso conquistar Nueva York y logró consagrarse en el mundo. Sus obras se han expuesto en los principales museos de las grandes ciudades.
Una serie altamente recomendable para quienes aprecian el arte, la cultura, la historia entrelazadas con la biografía de un personaje célebre que definió la estética neoyorkina de al menos dos décadas.