Leo Peralta vive en Europa hace varios años y presenta todas sus colecciones en forma de performance. Fue convocado a trabajar como voluntario en Madagascar para la ONG Yamuna. «Básicamente me invitaron junto a mi amiga Erika Tanquilevich, artista mendocina radicada en Buenos Aires, a dar un taller de formación práctica en corte, confección y marroquinería a un grupo de mujeres, en situación de calle, violencia y pobreza extrema, que trabajan en una cooperativa. Madagascar es uno de los países más pobres del mundo y la misión requería de una gran fortaleza personal; fueron dos semanas intensas» nos cuenta Leo haciendo una introducción a lo que viene para conocer su última colección. «Al volver de este viaje sentí que volvía «manchado del rojo más rojo, y el cielo más cielo», que la tierra era tan roja que no podía encontrar otro adjetivo para describirla, y con el cielo me pasaba igual, gigante, inmenso…tan cielo, todo vibrando en su máxima esencia» agrega.
Ese viaje lo conectó con sus orígenes, con la tierra, con la «esencia» como él llama. Y allí nace «El Rojo más Cielo», su última colección de prendas inspirada en los «malgaches» a la que describe como una «explosión de color, de formas y de texturas». Y en el que escribe el siguiente poema «(…)Vengo manchado del rojo más rojo, y del cielo mas cielo con un sonreír grandioso de fraternidad primitiva del presente, del futuro (…)».
Los colores, estridentes de sus prendas, han sido utilizados de manera pura como son el verde, rojo, dorado y violeta. Las telas, en su mayoría adquiridas en Marruecos, Argelia, y Comoro, también han tenido su protagonismo en prendas como chaquetas tipo bombers oversize, rompevientos, entre otras. Por otro lado el diseñador realizó por primera vez prendas con telas reutilizadas, «son prendas con un mensaje de conciencia, en donde algunas de ellas llevan mensajes escritos de mi puño y letra» nos comparte Leo.
¿Para quién diseñas tu ropa?
Para quien quiera sentirse especial, libre, bello, único. Diseño para cualquier edad, sexo, raza, color de piel o contextura física.
Vivimos en una época en donde tenemos la necesidad de «poner el cuerpo» expresarnos a través de acciones que dejen interrogantes, que remueven la energía, que de alguna manera te hagan pensar, te pongan incómodo. Yo trabajo con la ropa que es una prolongación de nuestro cuerpo, y nuestro cuerpo es el templo de nuestra alma, así lo veo. Cada cosa que uso, que decido ponerme tiene un mensaje. Yo como artista, como diseñador me tengo que hacer esos planteos.
¿Pensás que en Mendoza hay público para tus diseños?
Sí totalmente. Mi público, el más querido quizás, es el de Mendoza. Los llevo en mi corazón, cada vez se animan a más. Me sorprendo en cada viaje, encuentro amor total.