En otra noche de encuentro con vinos, tuvimos frente a nosotros a dos ejemplares limitados de vinos realizados por un joven enólogo, cuya búsqueda principal es diferenciarse en medio de la furiosa producción de la enología local. Así fue que degustamos dos vinos: Biutiful – Malbec 2013, e Imposible- Malbec 2011, elaborados por Alfredo Merlo, propietario de Maal Wines.
Tendremos que dar algunas precisiones técnicas muy básicas para poder entender de qué van estos vinos. Biutiful es un vino de características jóvenes, sin madera, que a la vista se presenta con un color violáceo intenso, brillante; en nariz expresa la variedad a través de la fruta roja fresca, como una deliciosa ciruela en su punto ideal de maduración. Esos aromas se acaban fusionando en la boca con ataque untuoso y el alcohol hace su debut de manera exitosa sin perder lo brioso que debe tener un vino joven. El final es largo y gustoso, difícil de obviar.
Imposible es un vino al que personalidad no le falta. Se presenta de colores intensos, brillantes. Los aromas se hacen esperar pero al llegar se percibe una fruta roja, macerada en aromas de madera con mucha persistencia. En nariz es perspicaz, fácil de diferenciar ante otros vinos. En boca el ataque untoso deja que se deslice entre aromas más sutiles y pero aferrados a un tanino dulce e insistidor. Final medio con un retrogusto algo frutado.
Entonces llegamos a la conclusión de que ambos vinos son representantes de la multifacética identidad del Malbec. Biutiful logra encarnar la juventud de un vino con todo su esplendor, y como todo joven es de fácil enamoramiento, entrador y por qué no seductor. Imposible interrumpe con su personalidad recordando que siempre hay un buen vino para ser acompañado con una exquisita comida, porque este vino necesita ser compartido y no bebido en soledad.