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La luz como elemento de diseño: tendencias para crear ambientes versátiles

«La iluminación lo es todo», comparte la diseñadora Candelaria Sardi, quien nos brinda consejos para que logremos espacios agradables a través del diseño de iluminación.

No hay dudas de que la iluminación juega un papel crucial en la creación de ambientes acogedores y funcionales. Considerando el diseño lumínico, es posible transformar un solo espacio en múltiples escenarios, adaptándolo a las necesidades y actividades que allí se realicen. 

Para guiarnos en cómo iluminar nuestro hogar o cualquier otro lugar, en qué debemos considerar para generar versatilidad y cómo lograrlo, es que conversamos con Candelaria Sardi, la diseñadora industrial mendocina radicada en Barcelona que trabaja como proyectista en Viabizzuno, la reconocida empresa italiana de iluminación que promueve la cultura de la luz y crea bienestar a través de la iluminación.

Con ella exploramos las tendencias destacadas y tomamos sus consejos prácticos para iluminar de manera efectiva el espacio que necesitemos. 

«La iluminación se ha transformado en un elemento de diseño por sí misma y se convierte en funcional cuando el gusto y las preferencias personales entran en juego». 

Temperatura del color: ¿luz cálida o fría?

A la hora de diseñar la iluminación de tal o cual espacio, uno de los aspectos más importantes a considerar es la temperatura del color  de la luz. Y es que ésto no solo afecta la estética del lugar sino también al estado de ánimo de quienes lo habitan. 

«En los hogares es recomendable optar por luces cálidas mientras que en áreas donde se realizan tareas de precisión, como la cocina, se puede utilizar una luz más fría». Un dato a considerar es utilizar luces led, «el foco halógeno murió», para sumar y no restarle vida a nuestro planeta.

Múltiples fuentes de luz pero escondidas

Para poder crear diferentes ambientes en un espacio es esencial contar con diversas fuentes de luz, es decir, usar lámparas de mesa y de pie que permiten ajustar la iluminación según la ocasión. «La tendencia se inclina a dejar el techo limpio y utilizar lámparas que podamos mover así se genera una atmósfera más dinámica y acogedora».

Otra de las recomendaciones es encontrar o sumar sistemas de iluminación que nos permitan regular la intensidad de la luz para adaptarla a cada momento del día.

Y, en cuanto sea posible, integrar la iluminación con el diseño arquitectónico, es decir, considerar las entradas de luz natural y la manera de ocultar enchufes y las fuentes de luz a la hora de proyectar una construcción o un rediseño. «Las tiras de LED, puestas estratégicamente, son un muy buen recurso para que la pared quede iluminada sin que quede a la vista de dónde proviene esa  luz». 

De hecho, las lámparas y veladores con diseños (con cable y/o baterías) están tomando protagonismo y aportan un toque personal, único y especial. Como así también las velas de diferentes tamaños y demás objetos de decoración que aportan luz como los humidificadores. 

Integrar estos elementos puede transformar completamente la percepción de un lugar, creando una atmósfera distintiva. Esto mejora la estética del espacio y lo vuelve más confortable. 

Iluminar con un propósito

Iluminar no es simplemente -ni solamente- prender luces. Es fundamental pensar en qué elementos queremos resaltar, «poner luz donde realmente se necesita y no iluminar la nada», como obras de arte, plantas, rincones acogedores o áreas específicas donde se realicen actividades.

Cande resalta que, en la medida de lo posible, se debería evitar la luz apuntada hacia los rostros y los artefactos lumínicos sobre las cabezas de las personas, «no vas a tener confort visual y así se evitan sombras».

La forma lúdica de iluminar espacios es un desafío pero permite la adaptabilidad y funcionalidad del espacio. «Hay que animarse a jugar hasta que el ambiente creado nos resuene».

La clave está en experimentar con la luz y todas sus fuentes, permitiendo que cada rincón de tu espacio genere una sensación agradable, que despierte tus ganas de habitarlo para así encontrar la calma necesaria después de tanta exposición a pantallas, rutinas apuradas y encandilamientos por dicroicas mal direccionadas.

Sobre Candelaria Sardi

Cande siempre sintió atracción por el diseño gráfico y la arquitectura y en el diseño industrial encontró el camino para unir ambas disciplinas. Con 23 años se graduó en la Universidad Nacional de Cuyo y a los pocos meses decidió buscar oportunidades laborales en España, su lugar de residencia actual.  

Trabajó en varios estudios de diseño y ser Lighting Designer en uno de ellos le ayudó a postularse en Viabizzuno. Gracias a su compromiso, dedicación y un toque de suerte -como ella comenta- ingresó a la empresa italiana reconocida en el mundo de la iluminación.

Con 32 años, se dedica a diseñar la iluminación de diversos espacios, desde museos hasta residencias, de hecho está trabajando sobre un proyecto para un edificio de Barcelona patrimonio de la UNESCO, en conjunto con arquitectos e interioristas.

Y en vista a su futuro, mantiene el deseo de regresar a la Argentina para montar su propio proyecto basado en la iluminación, donde cree que aún hay mucho por hacer.

Antes de despedirla de nuestra charla virtual, nos invadió la curiosidad y le consultamos cómo tiene iluminado su hogar. Y aquí el refrán de «en casa de herrero, cuchillo de palo» quedó sin efecto porque ella pone en práctica todos los consejos dados.

«Soy medio vampiro, trabajo con luz muy tenue, me alumbro muy fácil con muy poco. Elijo las lámpara que puedo mover y que pueden generar luz indirecta, hacia el techo, por ejemplo. Y muchas velitas».

 

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