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Gauchito Club: «Éramos poquitos pero se hizo multitud»

Entrevista exclusiva con Gabo Nazar, creador de la banda mendocina que te hace bailar, sonreír y emocionar. En la previa al recital en el Arena Maipú, hablamos del disco «Vulnerable», del show en Obras y de todo el fenómeno que generan.

«Gauchito es un maldito portal (…) Éramos poquitos, pero se hizo multitud», estas frases de «Papito Barloa» parecerían describir perfectamente el presente de Gauchito Club. Es que los escuchás y entrás en un baile que «te saca la quietud» y «la cara de piedra». Su ritmo «te hace mover la cola» a vos, a mí y a todos los que los escuchan sin importar su punto geográfico.

La banda mendocina acaba de consagrarse con su primer Estadio Obras, llenaron el recinto de almas cantando sus temas, una experiencia que no borrarán más de la mente ni del cuerpo. Como así tampoco lo que sucederá en el Stadium Arena Maipú, que promete una réplica de lo de Baires, un show con el que tildarán como logrado, el casillero de la presentación más importante en su tierra natal.

En la previa al recital, conversamos con Gabriel Nazar, voz, compositor, productor y director musical de la crew Gauchito. Pasamos de su euforia por el triunfo de Racing Club, al mate y de ahí al mood musical donde charlamos sobre el proyecto, el detalle cuyano de su pluma y sobre el boom que significó presentar su disco «Vulnerable».

Gauchito Club en Obras: primera experiencia de estadio

Sin dudarlo, el show en Obras para presentar el último trabajo discográfico es un hecho icónico para el grupo porque lo dieron todo. «Fue una locura. Hubo mucho trabajo de previa, fue una inversión grande, una apuesta no pensada desde lo remunerativo sino desde todo lo que nos va a traer. Hacer un Obras genera la mirada del otro, ya está en nuestro antecedente, es un estadio con mucha fuerza».

Gauchito recorrió las 10 canciones de «Vulnerable» y también algunas de «Guandanara» (2018) y «El camino de la libertad» (2021); tuvo a grandes invitados y hasta un cuarteto de cuerdas para crear un ambiente mágico. «Fue el mejor recital de nuestras vidas por eso quiero que quede registro. Vamos a hacer un disco de ‘Obras en Vivo’ que saldrá en Spotify con videos en YouTube».

Y ahora se viene el Arena, en Mendoza…

Estamos ansiosos por tocar para nuestra gente, eso nos hace sentir en casa. Será el show más importante que haremos en la provincia. Queremos replicar un poquito lo que pasó en Obras porque salió increíble. Hay muchas expectativas porque la lista está buenísima, suena muy bien y habrá invitados.

¿Con este gran recital se les abrió el camino para hacer estadios?

El camino de la música es muy fluctuante. Digamos que somos conquistadores de tierras, hay algunas fértiles y otras todavía no. Estamos en el camino de llenar semi estadios y estamos muy contentos. Llenamos salas en Montevideo, en Chile, en España; nos están pasando cosas hermosas y nos estamos acostumbrando a la vorágine.

Sus temas están rompiendo fronteras…

Sentimos que hay un unificador de emociones tan grande, que rompe con todo porque evidentemente el lenguaje que utilizamos en la música une. Hay algo que junta almas, hay un espíritu que se sana con Gauchito y eso es muy lindo y nos lo hacen saber.

¿Pudiste descifrar ese «unificador», ese «algo» que une y no separa?

Creo que es la conexión con la sinceridad de las emociones; cuando una historia es genuina y atraviesa un sentir, quien la escucha lo siente y lo entiende. Lo lindo de Gauchito es que te hace llorar pero después te hace bailar, te vas contento, con todas las emociones enlazadas entre sí.

Gauchito Club muestra su lado más vulnerable

Dicen que el disco número tres es el que te baja o deja en el ring. «Vulnerable» es el tercero de Gauchito y claramente marca dónde está parado el grupo en el presente. Sus canciones abarcan diversos géneros, desde el tango hasta el tumbao, pasando por el soul, la chacarera y la cumbia; todos nos ponen a movernos física y emocionalmente.

¿Comienza una nueva era para la banda?

Creo que está pasando algo nuevo, me sorprende cómo cantan las canciones y cómo conectan. Hemos aprendido mucho sobre cómo funcionar en vivo. Y respecto a lo que sigue, hay más objetivos que ideas; seguramente saquemos singles y tengo una idea increíble que aún no me animo a decirla para no quemarla. Lo dejo ahí.

¿Se puede decir que tenés un tema preferido del disco?

Me fascina «Fantasma», tiene algo como novelesco, bohemio y a la vez es juguetón. Y ahora estoy disfrutando mucho «Papito Barloa» en los vivos, es una locura, tiene una energía muy fuerte.

Gauchito Club, de Mendoza al mundo

Desde que comenzó la charla, fue notoria la alegría de Gabo por el triunfo de La Academia, «estoy muy fútbol, ahora muto al mood música». Así arrancó todo con el geminiano que busca el equilibrio en todo lo que hace: «Siempre voy y vengo, es fundamental descomprimir para hacer las cosas con frescura».

Y hablando de hacer cosas, a sus 26, Nazar creó Gauchito Club: «Tenía en claro que sería un proyecto que comunicaría de determinada forma y que invitaría al baile, que la gente se movería porque siempre me gustó el fenómeno del baile. Que las personas estén quietas me genera la pálida».

Esa fue la primera premisa que el músico escribió en un Word cuando planeaba crear la banda. Y le siguió una segunda: la cotidianidad de las letras, deformar cierto lenguaje e incomodar un poco con la manera de decir determinadas temáticas. «Me dije, ‘si saco un proyecto tiene que ser polémico, que sea simple pero incómodo al mismo tiempo, que equilibre el amor y el odio, quizás esto resulta para que Gauchito sea un disfrute».

Una vez que tuvo los fundamentos, con Sasha (su hermano) y primer «socio del club», armaron «la Biblia Gaucha» para terminar de estructurar el proyecto. A partir de ahí, convocaron a los demás protagonistas de la historia. Hoy el reparto actoral lo completan Julián ‘Berno’ Bermejo, Nahuel Quimey Chandía y Ale Rezk.

¿Podemos decir que Club de Gauchito es por el baile?

Tenía que ser un buen nombre y en un sueño se reveló: Gauchito Club. Me desperté e inmediatamente busqué que me cerrara desde lo conceptual, soy más de entender las cosas. Gauchito es esa persona que te hace el aguante, alguien amistoso, además es regional y servía para darle identidad al grupo. Y Club me cerró porque lo veía como un círculo de amigos que invitaba a tocar y también porque es un boliche donde se baila. Resultó un nombre tremendo.

Ese baile y movimiento de emociones se siente en los temas…

Si, los álbumes generalmente arrancan con canciones pegadizas y dejo algunas para completar lo que siento que falta. Si siento que la vibe viene medio down, meto algo arriba. Creo mucho en el contraste y en la relación del equilibrio en el arte, que no sea monótono despertando siempre la misma emoción. Hay que esforzarse para ser interesante.

¿Qué hace interesante a Gauchito?

Creo que todas las reglas que planteamos al principio nos ayudan. Además del equilibrio que logramos en las canciones para que no salga una demasiado fácil porque despertará desinterés, ni tampoco una muy rara porque generaría confusión. Me nutro de lo que me sucede a mí y a mi alrededor para componer, hay escenas interesantes en la vida por eso estoy lúcido para no automatizarme. Hago melodías en mi celular mientras manejo o en los aeropuertos y viajes; compongo con la guitarra, me gusta estar solo para poder hacerlo. «Cuyano» nació así, caminando por Buenos Aires. 

¿Compartís las letras con el resto de la banda para pulir entre todos?

Gauchito tiene una estructura especial. Soy el principal compositor de la banda y quien dirige y produce sus canciones, después Sasha es mi coequiper y con él pulimos esas letras, y también trae algunas ideas, luego grabamos el tema a dos voces y guitarra y analizamos. Luego nos juntamos todos los integrantes de la banda en el estudio y seleccionamos los tracks cortes de disco. Y recién ahí nos reunimos con percusión, con guitarras y con vientos, por separado, para que cada uno inserte su toque.

Y mirando a la escena musical de Mendoza, ¿cómo la ves?

Creo que estamos en una transición, la política y la economía influyen en que sienta que está un poco pinchado todo. Me gustaría que haya más lugares para tocar y que la escena vuelva a recobrar esa fuerza que supo tener, que las bandas viajen más para mostrarse, que inviertan y apuesten por un futuro. Sin esa fuerza montañesa no van a suceder las cosas.

¿Algún tip para aquellos que están entrando en la escena?

Una vez un ´fan gauchito´ me preguntó por Instagram tips para su banda y le dije dos cosas: que sus temas no solo le parezcan asombrosos a él sino también a la gente que lo rodea; ver si conmueven o no. Y lo otro, que arme un equipo de trabajo para cuando todo funcione, tenga una estructura consolidada. Creo mucho en la disciplina para lograr los objetivos.

Gauchito Club es una de las bandas mendocinas con mayor proyección, llevando su mensaje y su música sincera a todos lados. Con cada show, desde el Obras hasta el próximo en la Arena Maipú, demuestran que su propuesta es un baile de conexión emocional.









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